“Lo poco agrada y lo mucho cansa”. Así definió Iker Casillas el pasado jueves 12 de enero la saturación de clásicos que hay en el fútbol español en la actualidad, una vez que se han disputado siete duelos en los últimos siete meses y en vísperas de otros dos encuentros coperos. Pero, en cambio, a pesar de tanto Madrid - Barça, o viceversa, en Liga, Champions League o Supercopa de España, esta eliminatoria de cuartos de final que se avecina se puede encuadrar en la primera parte de ese comentario del capitán madridista y de la selección española. Porque, como bien dice Iker, “lo poco agrada”, y es que, exceptuando la final del pasado mes de abril de 2011, merengues y culés no se ven las caras en una eliminatoria de la Copa del Rey desde hace, ni más ni menos, que la friolera de 15 años, cuando se enfrentaron en los octavos de final.

Nos situamos en la temporada 1996/97. Ambos conjuntos venían de hacer un mal año y, como pasa en estos casos, se habían reforzado a consciencia para resarcirse de su pasado más reciente y volver a salir campeones en las máximas competiciones posibles.

El Barça perdió en la temporada 1995/96 en apenas dos semanas las tres competiciones en las que estaba inmerso: cayó en la final de Copa ante el Atlético de Madrid, en semifinales de la Copa de la UEFA ante Bayern de Munich y en Liga perdió en el Camp Nou ante los colchoneros en un choque que decantó el título definitivamente para los rojiblancos. Fue la última temporada de Johan Cruyff en el banquillo barcelonista.

Tras el doblete del Atlético, tanto Madrid como Barça cambiaron de entrenador y se reforzaron para volver a ser las dos potencias del fútbol español

Por tanto, con estos antecedentes, la directiva buscó un cambio radical en el club. Se trajo a Robson de entrenador (con Mourinho de ayudante), regresó Hristo Stoichkov y se fichó a Luis Enrique, Pizzi, Vitor Baia, Fernando Couto, Giovanni, Amunike, Blanc y, por encima de todos, a Ronaldo. Estos nuevos miembros del plantel junto a los Popescu, Amor, Ferrer, Sergi, Figo, Nadal, Guardiola o De la Peña, completaban una de las mejores plantillas de la historia del FC Barcelona.

Por su parte, Real Madrid también venía de una desastrosa temporada en la que, además, sus vecinos atléticos celebraron un doblete que siempre quedará en el recuerdo. Para más fracaso, en aquella temporada los de Chamartín no se clasificaron para competición europea. Los blancos necesitaban un cambio de cara y los revulsivos no se hicieron esperar. Fabio Capello llegó al banco y se fichó a Illgner, Panucci, Roberto Carlos, Seedorf, Mijatovic y Suker entre otros, que junto a Hierro, Alkorta, Redondo, Sanchís o Raúl fueron el embrión del “Madrid de la Séptima”.

Así llegaron al choque de Copa

Real Madrid llegó a la eliminatoria de octavos después de superar a Real Valladolid en la ronda anterior (2-1 en la ida y 0-2 en la vuelta para los blancos) y con una trayectoria inmaculada en Liga: con 22 jornadas disputadas hasta la fecha, el equipo de Fabio Capello no conocía la derrota y había cedido 7 empates, contando en su casillero con 49 puntos. En la jornada anterior al partido de ida, los madridistas se impusieron por 4-0 en el Bernabéu a Celta de Vigo.

En cambio, el Barça llegaba con una trayectoria más irregular, sobre todo en su juego. La temporada comenzó con un título, como fue la Supercopa de España ante Atlético de Madrid, en lo que fue el debut de su estrella Ronaldo. En Liga la marcha del equipo era irregular y llegó al cruce copero ante Real Madrid a 3 puntos de distancia de los blancos, tras vencer en su último encuentro liguero por 6-0 a Rayo Vallecano.

Mes y medio antes de la eliminatoria de Copa del Rey ambos equipos se habían enfrentado en el Estadio Santiago Bernabéu, en el encuentro correspondiente a la 16ª jornada de Liga. Suker (min. 25) y Mijatovic (min. 48) marcaron los dos goles del partido, en un choque en que los locales pasaron por encima de su rival y que sirvió para que las dudas volvieran a Can Barça cuando apenas se habían disputado 4 meses de competición.

Partido de ida: Remontada barcelonista, buen resultado para los madridistas

30 de enero de 1997. La noche lluviosa que se había instalado en Barcelona no evitó el espectáculo que se desplegó sobre el césped del Camp Nou. El partido comenzó vibrante, como todo Barça Madrid que se precie. Rápidamente comenzaron a llegar las ocasiones y en el minuto 13, Ronaldo rompía la igualdad en el marcador. Un pase perfecto en profundidad de Pep Guardiola sirvió para que el brasileño batiera a Illgner con un disparo raso ajustado a su poste izquierdo. El Camp Nou, repleto hasta la bandera con 95.000 espectadores, era un clamor pero rápidamente quedó enmudecido ya que apenas tres minutos después, un balón de Seedorf en diagonal, que Raúl dejó pasar con su inteligencia habitual, llegó a Suker, que llegando en carrera empalmó un zurdazo lejos del alcance de Vitor Baia.

Estos dos goles fueron el comienzo de un primer tiempo intenso, de ida y vuelta, con alternativas en el control de juego y con oportunidades para ambos conjuntos. Poco a poco, los blaugranas fueron retomando el control del juego y guiado por Guardiola, el mejor de la noche, el equipo fue teniendo más ocasiones que su rival, aunque el Madrid no se limitaba a defender y salía a la contra para temor de la afición culé.

Los barcelonistas acabaron con su victoria con nueve meses de imbatibilidad blanca

Tras el descanso, el Barça buscó el gol con más corazón que cabeza, su juego en ataque era caótico y sus ataques eran más a golpe de calidad individual que a fuerza de juego. En estos instantes, los madridistas estaban mejor en el campo y encontraron su justo premio al convertir en gol Hierro un gran lanzamiento de falta (min. 67). Al igual que sucediera en la primera mitad, la alegría al equipo que se ponía por delante le duró 3 minutos. En esta ocasión fue Nadal el que igualó la eliminatoria también de falta, aunque con la colaboración del propio Fernando Hierro, que desvió el esférico con su pie lo justo para que Illgner no llegara a detenerlo.

Este tanto espoleó al Barça, que cambió el signo del partido y fue mejor en el tramo final que los visitantes. Los de Robson apretaron, guiados en ataque por Pizzi, que fue mejor que Ronaldo, el cual prácticamente solo apareció en el gol gracias al entramado defensivo del entrenador italiano de Real Madrid. Y en saque de esquina, botado por Luis Figo, llegó el gol de la victoria barcelonista. Giovanni, en el primer palo, cabeceó el balón al fondo de la meta madridista, estableciendo el 3-2 definitivo.

Con este resultado, las espadas quedaban en todo lo alto para el duelo de vuelta, en el Santiago Bernabéu, al que llegaría un Barça con la moral por las nubes tras derrotar a su máximo rival, que llevaba 9 meses sin perder un encuentro oficial (exactamente desde el 24 de abril de 1996 ante el Espanyol, un encuentro que terminó con 1-2 en el Santiago Bernabéu). Por su parte, el Madrid regresó contento porque a pesar de que se le había escapado la victoria, había sacado un buen resultado para el choque en su casa. El propio Capello en la previa, ya aseguraba que lo importante era salir vivo del Camp Nou y marcar algún gol en territorio culé. El objetivo de ambos se había conseguido.

Resumen del encuentro:

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Vitor Baia; Ferrer, Blanc, Nadal, Sergi, Popescu, Guardiola, Figo (Pizzi), Amunike (Giovanni), Luis Enrique y Ronaldo.

REAL MADRID: Illgner; Panucci, Hierro, Alkorta, Roberto Carlos, Amavisca, Seedorf, Redondo, Raul, Suker (Victor) y Mijatovic.

GOLES: 1-0, min. 13, Ronaldo; 1-1, min. 16, Suker; 1-2, min. 67, Hierro; 2-2, min. 70, Nadal; 3-2, min. 79, Giovanni.

ÁRBITRO: López Nieto. Mostró tarjeta amarilla a Amunike, Figo y Ronaldo, por parte blaugrana y a los madridistas Amavisca, Seedorf y Víctor.

Partido de vuelta: Buen Madrid, genial Ronaldo

El partido de vuelta se disputó el jueves 6 de febrero de 1997 en el Estadio Santiago Bernabéu. El partido tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera el Madrid fue una apisonadora frente al Barça, que se metió atrás, temeroso, a defender la renta que traía de la ida. Los blaugranas jugaron con fuego en los primeros 45 minutos pero tuvieron suerte de salir airosos y llegar al descanso con 0-0, resultado que le daba el pase para cuartos. Hierro y, sobre todo, David Suker pudieron adelantar a su equipo, pero los portugueses Baia y Couto fueron un muro en el área culé.

Tras el intermedio, el guión cambió completamente y el Barça adelantó sus líneas ante un equipo madridista que cada vez se mostraba más ansioso y con más prisa al ver como poco a poco pasaban los minutos y no marcaba el gol que necesitaba. Guardiola cogió el mando en el centro del campo y comenzó a sincronizar el juego ofensivo barcelonista. Ronaldo avisó de sus intenciones en el minuto 51 al estrellar un balón en el poste y en el 69, el brasileño cogió un balón en las inmediaciones de Illgner, regateó al alemán y estrelló el balón de nuevo en el poste. Pero la fortuna se alió con los blaugranas y el propio Ronaldo dio un pase de la muerte al recoger el rechace que Roberto Carlos de manera involuntaria introdujo en su portería.

El Madrid, tras el 0-1, bajó los brazos y dio por perdida la eliminatoria, más incluso cuando Hierro enfiló el camino a los vestuarios por ver la segunda tarjeta amarilla. Aún así, se metió de lleno en la eliminatoria en el minuto 79 después de que Suker marcara de penalti el gol del empate, tras una polémica acción señalada como pena máxima de Blanc sobre el propio jugador croata. Pero los últimos 10 minutos no dieron opción a la remontada blanca y el Barça se clasificó para cuartos de final de la Copa del Rey 1996/97, dejando a su más directo rival fuera del torneo del K.O. y en una sola competición que disputar.

Resumen con las mejores acciones de Ronaldo:

FICHA TÉCNICA

REAL MADRID: Illgner; Panucci (Secretario -Sanz-), Hierro, Alkorta, Roberto Carlos, Amavisca (Victor), Seedorf, Redondo, Raul, Suker (Victor) y Mijatovic.

FC BARCELONA: Vitor Baia; Ferrer (Giovanni), Couto, Blanc, Sergi, Popescu, Guardiola, Figo (Amunike), Ronaldo, Luis Enrique y Pizzi (Nadal).

GOLES: 0-1, min. 69, Roberto Carlos -pp-; 1-1, min. 79, Suker -p-.

ÁRBITRO: Díaz Vega. Mostró tarjeta amarilla a los madridistas Amavisca, Panucci, Redondo y Alkorta y a los blaugranas Ferrer, Couto, Popescu, Pizzi y Vitor Baia. Expulsó a Fernando Hierro por doble amonestación.

Lo que vino después

FC Barcelona y Real Madrid prosiguieron sus caminos en Liga en la misma línea que llevaban antes de esta eliminatoria. Real Madrid, en la única competición que le quedaba tras no participar en competiciones europeas, se mostró más regular que los barcelonistas y terminó consiguiendo el título en la penúltima jornada del campeonato en el derbi ante el Atlético de Madrid.

Por su parte, el resto de competiciones fueron ganadas por los blaugranas. A comienzos de temporada se impusieron en la ya nombrada Supercopa de España y en Europa ganaron la extinta Recopa de Europa al vencer a París Saint-Germain en la final con un gol de penalti de Ronaldo. Por último, la Copa del Rey también terminó cayendo del lado del Barça, que después de eliminar al Madrid, dejó en el camino a Atlético de Madrid (en un encuentro histórico en el que se impuso por 5-4 a los colchoneros), a Las Palmas y a Real Betis en la final (3-2 en el Bernabéu con un gol de Figo en la prórroga).