Llegaba el líder del grupo I de Segunda división B a la Isla Maldita. Así es conocida Tenerife desde las fatídicas derrotas del primer equipo del Real Madrid que provocó que volasen dos ligas, con rumbo a Barcelona, a principios de la década de los 90. Lejos quedan aquellas vetustas historias y más si se observa que quien hoy visitaba a los chicharreros era el segundo equipo del Real Madrid. Desde luego, partido de altos vuelos, con ambos conjuntos luchando por repetir duelo la próxima campaña, pero en la categoría de plata del fútbol español. Siete puntos separaban antes del partido a madrileños y tinerfeños, pero esa distancia no se notó sobre el césped del Heliodoro Rodríguez López.

El equipo insular puso y dispuso un choque muy físico, pretendiendo ahogar al filial madridista, lográndolo en gran parte del partido. Bajo un escenario con aroma a Primera división, el Tenerife entendió el partido como una oportunidad clave para mantenerse en la lucha por el liderato del grupo y empezó con mucha intensidad. Los insulares controlaban el esférico y no dejaban al equipo madridista combinar. Con una presión asfixiante, el Castilla no se sentía cómodo y Nacho Fernández era un cortafuegos en la defensa blanca, evitando las acometidas tinerfeñas.

Gran ambiente en el estadio insular

Sin embargo, cuando menos lo merecía, el Real Madrid Castilla se adelantaba en el marcador. El filial aprovechó el primer error de la defensa local para marcar por medio de Juanfran, que batió a Razak con mucha sangre fría. El gol no alteró demasiado el partido y el Tenerife continuó controlando el balón, pero sin grandes ocasiones para perforar la portería de Mejías. El esférico era local, pero las ocasiones visitantes. Los madridistas salían rápido a la contra y tuvieron más ocasiones para aumentar la renta, por medio de Denis y Jesé, pero el gol no llegó.

El Castilla fue acomodándose al partido y llevándolo por el camino que ellos quisieron, alejándolo de la intensidad que pretendía el Tenerife. Si el gol del Castilla llegó con el Tenerife estando mejor sobre el campo, el del Tenerife llegó cuando el Castilla estaba disfrutando de los mejores minutos. Tras una jugada por banda derecha buscando la espalda de Casado, la puso Chechu y remató Perona en el primer palo para hacer el empate.

El partido llegó al descanso y tras la reanudación Denis tuvo las mejores ocasiones del partido. Tras el parón quedó en evidencia que este les había sentado mejor a los visitantes. Mostraron una cara más aguerrida, manteniendo la peligrosidad en las acciones ofensivas. Nada más volver de vestuarios llegó una buena contra del Real Madrid Castilla, con una internada por banda derecha de Juanfran, que dispuso un centro medido buscando al hispano-ruso que mandó al palo su cabezazo.  Acto seguido, la volvió a tener Denis al buscar con una vaselina el 1-2, pero se fue rozando el palo.

La entrada de Aridane sentenció al Castilla

Pero poco duró esta reacción y el partido tornó a la tónica inicial, con el Tenerife más intenso buscando desnivelar el marcador. Nada más entrar Aridane, en el minuto 61, estuvo a punto de marcar tras un fallo de Mejías que salió buscando un balón pero no llegó, dejando la portería descubierta. El remate se marchó desviado.

Con el paso de los minutos, el Castilla volvió a sentirse sobrepasado por el ímpetu local y el Tenerife mereció marcar. Tan noqueado parecía el equipo de Toril, que el entrenador retiró a un hombre de ataque para sacar a otro jugador para ayudar en la zona ancha, Omar, mediada la segunda parte. Tanto fue el cántaro a la fuente que al final acabó por llegar el gol de la remontada tras una jugada ensayada. El autor del primer gol, Perona, remachó un balón suelto en el área pequeña tras un córner haciendo justicia en el marcador a lo visto sobre el césped del Heliodoro.

Tomás Mejías no tuvo una buena actuación

Tras el gol el Tenerife cambió el chip y demostró su mayor experiencia en estos desafíos, dándole el valor que tenía el partido, recortando tres puntos a un rival directo por la posición de líder de la competición. El tiempo apremiaba y las prisas llegaron al equipo madridista. Atenazados por los nervios de ver al Tenerife perder tiempo, no administraron bien los minutos finales en busca del empate y se consumieron sin premio para el filial del Real Madrid, a pesar de merecer el gol en el “arreón” final. En una contra, con el Castilla volcado buscando el empate, llegó el 3-1 para el Tenerife con la inestimable ayuda de Tomás Mejías. Kike López batió, sin apenas ángulo, por debajo de las piernas del guardameta blanco.

Victoria importante para el Tenerife, que recorta tres puntos al Real Madrid Castilla, situándose a cuatro del líder. Asimismo, con el 3-1, iguala el goalaverage con el filial madridista y en caso de empate, dictaminará sentencia el goalaverage general, donde los madridistas de momento están por delante.