En el enorme paraje de tiempo que transcurrió sin que el Real Madrid pudiera besar los cuartos de final de la Champions League, una eliminatoria permanece con especial resentimiento en la memoria blanca. Por todo. Por imagen, por planteamiento, por el rival. En la temporada 2006-2007, el conjunto madridista se enfrentó al Bayern de Munich en los octavos de final de la máxima competición europea. ¿El resultado? La eliminación del equipo dirigido por Fabio Capello y la posterior destitución del técnico italiano al final de la temporada, pese a lograr el título de liga tras cuatro años de sequía. 

Lo más grave de todo es que, a diferencia de otras ediciones en las que el Madrid fue eliminado también en octavos de final, en aquella ocasión, partía con ventaja tras vencer en el choque de ida disputado en el Santiago Bernabéu, pero el planteamiento de Capello en el encuentro de vuelta truncó el sueño merengue. 
 

Victoria amarga

 
El conformismo pudo con el Madrid en el primer partido de la eliminatoria. Fabio Capello introdujo dos cambios en el once inicial: Roberto Carlos, que volvía a los terrenos de juego tras estar apartado durante un mes y medio por culpa de una lesión; y Gonzalo Higuaín, nada habitual en las formaciones del italiano. Gago formó pareja de mediocentro con Guti. El conjunto merengue se adelantó en el marcador relativamente temprano, gracias a un gol de Raúl, que aprovechó de forma perfecta un preciso pase de Van Nistelrooy. Desde entonces, y hasta el 1-1, obra de Lucio, los alemanes llevaron la iniciativa mientras que el Madrid trataba de matar a su rival a la contra. Fue el gol del central brasileño lo que detonó al conjunto madridista, que volcado al ataque logró anotar dos tantos (Raúl, de nuevo, y Van Nistelrooy) y llegar al tiempo de descanso con 3-1 en el marcador. 
 
 
En el segundo periodo las cosas no comenzaron bien. Primero, Higuaín se lesionó y Robinho entró en su lugar; después, Beckham lanzó de forma excepcional un libre directo que Khan, ayudado del larguero, consiguió malograr. Lo que tuvo que pasar, pasó, y tras una avalancha del Bayern en la mayor parte del segundo tiempo, el gol visitante se hizo efectivo casi al final, obra de Van Bommel, que batió desde fuera del área a un Casillas salvador.
 

Desastre

 
El planteamiento defensivo de Fabio Capello, unido al desacierto de sus jugadores, fue el principal motivo por el que el Real Madrid cayó eliminado en manos del Bayern de Munich, que consiguió vencer por 2-1 en el Allianz. El técnico italiano alineó un centro del campo cuanto menos defensivo, formado por Emerson, Diarra y Gago. Si al mejunje de esos tres futbolistas le añadimos un error defensivo de Roberto Carlos nada más sacar de centro, la mezcla final resulta un gol de Makaay en el segundo 10 de partido, hasta ahora el tanto más rápido de la Champions. 
 
El Madrid se quedó tieso, sin ideas. Todo provocado por ese plan que en ningún momento incluía el atacar y que tampoco vislumbraba un posible gol rival. Capello tardó en reaccionar 32 minutos, cuando decidió introducir a Guti en lugar de Emerson. Sin embargo, el resultado final continuaba siendo idéntico: un Bayern rápido que en cada jugada de ataque ponía en un verdadero aprieto a Iker Casillas, que, como en el encuentro de ida, volvió a resultar decisivo para que la derrota no fuera mayor. 
 
Mucho se ha especulado sobre las causas de la marcha de Roberto Carlos del Real Madrid al final de la temporada 2006-2007. Dentro de esas conjeturas se podría incluir el mal encuentro que el lateral brasileño disputó en Alemania en la vuelta de octavos. Si ya fue responsable directo del primer tanto bávaro, un poco menos de culpa tuvo en el segundo gol, ya que provocó el córner que dio origen al cabezazo inapelable de Lucio, autor de dos de los cuatro goles que su equipo consiguió traspasar la portería rival.
 
Un rayo de esperanza hizo su aparición en el Allianz Arena. Dicho rayo se canalizó en un penalti cometido sobre Robinho, que ejecutó Van Nistelrooy, dando de esta forma un poco de emoción al choque a falta de 10 minutos para el final. Desgraciadamente, fue un espejismo. El Bayern manejó a la perfección los últimos minutos y se llevó el partido y la eliminatoria. 
 

“Cambié el sistema porque era un partido muy importante”

No obstante, y a pesar de la desastrosa caída, Capello no asumió su -gran- parte de culpa y achacó todo al rápido gol de Makaay: “He cambiado el sistema porque pensé que era un partido muy importante, pero luego cambió a los 11 segundos. Creí que era una buena solución, pero todo lo que pensé se me cayó en la primera jugada”. Y como suele ocurrir en estos casos, el técnico italiano, antes de arrepentirse por el planteamiento defensivo, prefirió aferrarse a la mala fortuna: “Creo que el equipo ha hecho un buen partido, y nos ha faltado suerte para meter las ocasiones que hemos tenido. Hemos fallado en ciertas cosas, pero cada partido pueden pasar muchas cosas y quizás nos ha faltado algo de suerte”. 
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Sobre el autor
Pablo Miranda
Periodista con Master en Periodismo Deportivo. Trabajé en Radio Nacional. Me gusta el deporte en general, conocerlo, meterme en sus tripas para poder analizarlo de una forma más acertada. La objetividad, como la perfección, no existe, pero los periodistas debemos aproximarnos a ella, acariciarla. Sólo así nuestro trabajo tendrá sentido.