El Barcelona, vigente campeón de Copa y gigante del fútbol mundial, rendirá visita a Mendizorroza y a Vitoria-Gasteiz. Han pasado tantos años desde que el Paseo de Cervantes degustara su última noche de gran fútbol que los aficionados albiazules recuerdan con nostalgia y lejanía aquellas gestas europeas y coperas. Una lejanía que sumada a la ilusión que genera este nuevo Alavés ha llevado a la afición albiazul a terminar con todas las entradas y a llenar Mendizorroza por primera vez en 9 años. La última vez, en Primera, se colgó el cartel de no hay billetes para recibir al Barça. La visita del campeón catalán cerrará el círculo.

Lejos de los focos y del brillo de la Primera División el Alavés lleva más de un lustro intentando recuperar su gloria perdida, resurgir potente otra vez, como canta su himno. La final de la UEFA de 2001 ante el Liverpool y sus dos gestas coperas son un bonito pero viejo recuerdo para un club que desde hace cuatro temporadas sufre las penurias y el olvido de la Segunda B. Los años de Piterman en Vitoria hirieron económica y socialmente a un club que después de 91 años de historia busca reinventarse y volver a la élite de la mano de los 6.000 espectadores que cada partido en Mendizorroza apoyan a su equipo.

En sus 91 años de historia el Alavés ha estado 11 temporadas en Primera, 22 en Segunda y ha jugado dos veces, final incluida, la UEFA

El cambio accionarial en el verano de 2011, cuando Querejeta y su equipo cogieron las riendas de la entidad, trajeron la estabilidad deportiva a un club que, sin embargo, no cumplió las expectativas hace un año quedando fuera del playoff de ascenso a Segunda. Un duro golpe que se ha traducido en una remodelación absoluta del plantel.

En este cuarto proyecto en Segunda B, el Alavés ha apostado por la experiencia y la austeridad. Experiencia no significa años, sino temporadas en la categoría de bronce y eso les sobra a los jugadores que componen la plantilla del líder del grupo II de Segunda B. Tras quedar quintos en 2010, perdiendo el billete para el playoff en la última jornada en casa ante el Pontevedra, tras caer en la segunda eliminatoria de la fase de ascenso ante el Lugo en 2011 y no llegar a estar entre los cuatro primeros el pasado mes de mayo la directiva albiazul ha optado por un conjunto con jugadores del entorno y menos costoso en el que los hombres son más importantes que los nombres.

Un proyecto comandado por Javier Zubillaga en la secretaría técnica, ex secretario técnico hace casi dos décadas de la entidad vitoriana, y por Natxo González en el banquillo. El entrenador alavés, tras pasar un año alejado de los banquillos, ha sido el hombre elegido para llevar al Alavés a Segunda. Su experiencia dentro de la casa, donde estuvo 9 temporadas en todas sus divisiones, y su gran trabajado en el Sant Andreu, donde rozó el ascenso a la división de plata, le han traído de vuelta a Mendizorroza. Un entrenador que ha implantado en sus jugadores un carácter competitivo y luchador con el rigor defensivo como principal seña de identidad.

Solidez defensiva

La principal cualidad del Alavés, y la que intentará explotar ante el Barcelona, es la solidez defensiva. Un valor seguro en Segunda B que en las últimas temporadas ha conducido a los equipos que la han tenido al éxito y que ha condenado al Alavés, que la ha adolecido, a seguir en la categoría de bronce. Desde el primer día Natxo González quiso inculcar en sus futbolistas ese sacrificio y los jugadores alavesistas cogieron el guante. El equipo albiazul es el equipo menos goleado de su grupo (4 goles encajados). Hasta la jornada seis no perdió ni encajó ningún gol en liga. En Ipurua, ante el Eibar, los vitorianos dejaron su blancura atrás al recibir tres tantos. Esta solidez y la presión adelantada, con las líneas muy juntas, son las principales señas de un Alavés que por ahora comanda su lote con autoridad.

Los albiazules son líderes con 24 puntos y el equipo menos goleado del grupo II de Segunda B

Con la presión de sus dos pivotes y sus hombres ofensivos, los albiazules intentan robar en campo rival y salir con la velocidad que tienen sus mediapuntas y laterales en busca del gol. El Alavés, además, es un equipo que no renuncia a la posesión, sobre todo en Mendizorroza, aunque ante el Barça monopolizar el balón parece una quimera. Una utopía.

Línea por línea

En la portería, el experimentado Miguel (que debutó en Primera con el Zaragoza) y el joven vitoriano Urtzi Iturrioz compiten por la titularidad. De momento, la sobriedad y la experiencia de Miguel le han llevado a ocupar la meta en los momentos claves, como ante el Huracán, aunque sus fallos ante el Eibar le han restado parte de su jerarquía.

En defensa, Óscar Rubio, uno de los tres futbolistas que sobreviven de la temporada pasada en la entidad, y Manu García, reconvertido de medio izquierdo a lateral, están dando un rendimiento notable. Los dos son rápidos y buenos marcadores que se suman al ataque con fuerza y calidad, sobre todo García con su buen golpeo de balón. La reconversión del ex del Logroñés en lateral es uno de los mayores aciertos de González que sin un lateral puro para ocupar el carril zurdo en defensa ha apostado por situar al medio vitoriano en esa demarcación. El ex barcelonista Sergio Ayala, joven defensa y lateral zurdo cedido por el filial culé, también es una opción válida aunque aún no ha sido testada.

En cuanto a los centrales, Luciano (ex Murcia) y Javi Hernández (ex Alcorcón) han sido indiscutibles hasta ahora. Contra el Barça el técnico albiazul se verá obligado a variar el eje de su defensa ya que Luciano no podrá actuar por sanción. Su lugar lo ocupará, casi con total seguridad, Agustín, indiscutible en el Sabadell las últimas temporadas y que se perfilaba como titular cuando llegó a Mendizorroza. Una lesión en el ligamento exterior de su rodilla le mantuvo fuera en el inicio de campaña aunque ya está entrando poco a poco en el equipo y mostrando parte de sus credenciales: la buena salida de balón y la seguridad defensiva. Unos centrales que también destacan en el juego aéreo, tanto defensivo como ofensivo, sobre todo Hernández, un peligro en las jugadas a balón parado.

El doble pivote formado por Beobide y Jaume es innegociable para González para dar solidez al equipo

El doble pivote no tiene discusión para González. Antes de la lesión de Miki, el arquitecto y el pasador albiazul que gozó de la titularidad en el inicio de campaña, el técnico alavés apostó por la dupla Beobide-Jaume para dotar de carácter y solidez a la medular vitoriana. El gipuzcoano Beobide destaca por su intensidad y su facilidad para presionar y robar balones. Un futbolista que mezcla muy bien con el ex del Lleida Jaume, jugador físico y de envergadura más predispuesto a guardar la posición que a irse a la aventura ofensiva. Ambos forman un muro que roba y corta con intensidad e inteligencia. Dos futbolistas con los que el Alavés intentará ahogar a Cesc, Iniesta o a cualquiera de los violinistas que juegan en la sala de máquinas culés tratando de impedir que triangulen con comodidad y fluidez.

Velocidad en la salida

Cuando Jaume o Beobide roban el Alavés sale con precisión y velocidad a por el gol. Esas son las principales cualidades de los hombres ofensivos albiazules.

En la línea de tres mediapuntas que suele dibujar González sobre el verde, Guzmán y Jonan García son indiscutibles. Guzmán, desde la parte diestra del ataque albiazul, es el máximo goleador del equipo con cinco tantos. Su velocidad, oportunismo y su regate son las principales armas de un futbolista que la pasada campaña anotó 15 goles en el Ceuta y que también sabe lo que es marcarle al Barça en Copa. Jonan García, hábil mediapunta, es la diferencia del Alavés. Es el futbolista que filtra pases y asiste a los extremos. Es la contraposición técnica y menos física a Jaume y Beobide.

En la banda izquierda del once albiazul suele actuar Sendoa, capitán y fichaje estrella del proyecto de la temporada pasada que estuvo fuera de la entidad el pasado verano. Con una gran técnica y un notable golpeo su veteranía le impide rendir al cien por cien los 90 minutos. Ese hueco ha sido aprovechado por Asier Barahona, joven futbolista cedido por el Mirandés, para disfrutar de instantes de calidad y demostrar su velocidad y capacidad goleadora. Otras opciones como Luismi, Salcedo, el multiusos albiazul, o el canterano Sergio Llamas han tenido, por lesión o decisión, menos minutos.

El extremo Guzmán es el máximo goleador del Alavés con 5 tantos

En la delantera, las cosas han cambiado en la última semana en el Alavés. Rubén Negredo, hermano del internacional del Sevilla y goleador con amplía experiencia en Segunda B en equipos como el Barakaldo o la Gimnástica, se rompió el ligamente cruzado de su rodilla y estará seis meses fuera. Una baja muy sensible para Natxo González que hasta entonces había contado en ocho de los diez partidos de liga con Negredo en punta. Un delantero a la antigua ausanza, un killer que fija a los defensas y prolonga balones que había marcado un tanto en toda la competición. Sin él, Borja Viguera, ex canterano de la Real Sociedad, será la punta de lanza de los albiazules. Viguera es un futbolista más técnico, más móvil que ha tenido la misma transcendencia goleadora que Negredo en liga pero que tiene características totalmente opuestas. Con más movilidad y más calidad que su compañero ofensivo el atacante riojano es un futbolista al que le gusta caer a las bandas y combinar con el medio campo.

Viguera ya dejó muestras de su calidad anotando el tanto de la victoria, tras dejar a cinco defensas atrás, en la prórroga ante el Huracán en la anterior eliminatoria de Copa. El tercer delantero del plantel, el espigado Juanma, que anotó en Manises su primer gol albiazul, no estará ante el Barça por sanción por lo que Viguera será el atacante que use Natxo González ante los blaugranas.

4-2-3-1 o 5-3-2

Vilanova se enfrentará a un Deportivo Alavés con muchas variantes tácticas. El esquema base de González es el 4-2-3-1, con el sólido doble pivote formado por Beobide y Jaume, con Jonan en la mediapunta escoltado por Sendoa y Guzmán y Viguera en punta. Sin embargo, en los últimos minutos ante el Osasuna B en liga y ante el Huracán en Copa, el técnico alavés apostó por colocar un 5-3-2 con Óscar Rubio y Manu García como laterales largos en una línea de tres centrales, con el inamovible doble pivote, con Guzmán de mediapunta y dos delanteros. Dos esquemas diferentes a los que se podría sumar el 4-4-2 que en ocasiones ha usado en Mendizorroza con Viguera y Negredo en punta en detrimento de Jonan en el enganche. Un once que difícilmente se repetirá ante el gigante culé al estar el ex atacante de la Gimnástica lesionado.

Un fútbol que intentará ahogar al Barça en un Mendizorroza abarrotado que volverá a vibrar con su equipo y que seguirá, como hace todas las semanas, animando al Alavés sin parar. Desde 2007, cuando el Barça de Deco y Ronaldinho eliminó con cinco goles de Saviola a los vitorianos, el equipo albiazul no disfruta de una gran noche copera. Ha pasado tanto tiempo…