Del pase sin mirar al compañero de Michael Laudrup a la 'croqueta' de Iniesta pasando por la ruleta de Zinedine Zidane. Gestos, detalles, que a vista de cualquier aficionado, puede resultar fácil a la par que bello. Entre los tres jugadores, que han ocupado un sitio similar en el campo, apenas han sumado un Balón de Oro, el que consiguió el francés en 1998 tras alzar el Mundial.

Pese al poco reconocimiento mediático a estos jugadores, los aficionados sí que han sabido agradecer lo que han ofrecido al mundo. Desde el debut del danés, allá por 1982, hasta la actualidad con el jugador manchego, 31 años disfrutando domingo tras domingo de manera prácticamente ininterrumpida de un fútbol precioso, de muchos quilates. Un fútbol elegante.

Michael Laudrup, el último pase del fútbol

Michael Laudrup, (Frederiksberg, Dinamarca 1964) comenzó su carrera profesional en el Brondby de su Dinamarca natal aunque no tardó en emigrar al Calcio italiano en el que militó desde el año 1983 hasta el 1989, momento en el que recaló en el FC Barcelona por expreso deseo del entrenador azulgrana, Johan Cruyff.

"Enjoy Laudrup" rezaba una pancarta en el Gol Norte del Camp Nou

Antes, en Italia, Laudrup había compartido vestuario con enormes jugadores de la talla de Michel Platini o Paolo Rossi, pero el excelente centrocampista danés no tuvo la fortuna suficiente como para triunfar allí y tuvo que emigrar a la Ciudad Condal, lugar en el que se ganó un sitio en la eternidad futbolística.

Tras jugar más de 160 partidos y formar parte del, hasta entonces, mejor Barcelona de la historia, popularmente conocido como "Dream Team", salió rumbo al eterno rival para vestir la camiseta blanca durante dos campañas para finalmente emigrar a Japón y poco después finalizar su carrera en el Ajax de Amsterdam.

El artista del "Dream Team"

Futbolísticamente, Laudrup era un privilegiado. El mediapunta danés era un auténtico maestro en el uno contra uno y tenía una visión de juego sencillamente genial. Pocos jugadores en la historia del fútbol han tenido la facilidad del bueno de Michael para dar un último pase desde 35 metros.

Durante su época de azulgrana,Laudrup fue considerado como el mejor asistente del mundo ya que su habilidad para hacer fácil una asistencia, prácticamente, imposible no la disponía nadie. La asistencia marca de la casa, aquella mirando a otra zona, consiguió el reconocimiento del mundo del fútbol. La admiración que generó el fútbol del danés fue tal que durante mucho tiempo, cuando el Barcelona jugaba en el Camp Nou, una pancarta que rezaba "Enjoy Laudrup" colgaba de la grada del estadio azulgrana. Con ese lema se reconocía el disfrute de la Gent del Barça hacia su juego.

Su fuerte carácter, tanto dentro como fuera del césped, marcó también su exitosa carrera. Sus continuas discrepancias con Johan Cruyff, que elegía a Koeman, Stoichkov y Romario como extranjeros en los partidos de mayor renombre provocó la salida del danés al eterno rival azulgrana, el Real Madrid. La fatídica final de Atenas en 1994 ante el Milan fue la gota que colmó el vaso. Michael quería disputar sí o sí esa final ya que su hermano, Brian, formaba parte de aquel Milan de Fabio Capello. Johan no pensó lo mismo y lo sentó en el banquillo.

Con el técnico holandés no fue con el único con el que tuvo diferencias, en 1992, Dinamarca se proclamó campeona de Europa en Suecia pero la que debería haber sido su máxima estrella, Michael, se quedó en Barcelona por discrepancias con el seleccionador de aquella época. Su hermano Brian reculó a tiempo para viajar con su país y levantar así tan preciado trofeo. Con el paso del tiempo, Michael limó asperezas con el seleccionador y acabó volviendo al combinado nacional para conquistar en 1995 la Copa Confederaciones en Arabia Saudí.

Así jugaba 'Enjoy Laudrup', quizás, el mejor pasador de la historia.

Zinedine Zidane, poesía francesa

Zinedine Zidane, (Marsella, Francia 1972) exfutbolista que comenzó su carrera como profesional en su Francia natal en el AS Cannes a la edad de 17 años. Tras cuatro temporadas en el modesto club del país vecino 'Zizou', como también se le ha conocido futbolísticamente, llegó al Bordeaux en el que consiguió saltar a la fama mundialmente. Con el club francés consiguió una Intertoto y un subcampeonato de la UEFA en la que dejó un memorable tanto ante el Betis.

Tras su gran papel en el Girondins, Zidane recaló en la Juventus, equipo que le dio la fama a nivel de individual y colectivo. Militó durante cinco campañas en el club bianconero acompañado de grandes figuras de la talla de Del Piero, Davids, Deschamps o Inzaghi y consiguió un gran número de títulos.

Zidane fue decisivo en las finales del Mundial y de la Champions

Probablemente el único 'lunar' en la Vecchia Signora fue la no consecución de la UEFA Champions League, pese a disputar dos finales ante Borussia Dortmund y Real Madrid, en las que se vieron superados por sus rivales. En el año 2001 y con la llegada de Florentino Pérez a la presidencia del conjunto de Chamartín se produjo un movimiento mediático que provocó el fichaje de un grupo de estrellas de primer nivel, un equipo forjado para ganar títulos importantes, un equipo conocido popularmente como 'los galácticos'. Jugadores de la talla de Raúl, Roberto Carlos, Figo y el propio Zidane, que se convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol, se juntaron para conquistar la novena y por el momento, última Copa de Europa del conjunto blanco. Zidane brilló por encima de cualquier otra y con una maravilla en forma de gol dio al conjunto dirigido por Vicente del Bosque tan preciado trofeo.

En 2006 y tras protagonizar una gran Copa del Mundo llegó el momento de la retirada. Zidane, que fue expulsado en la final del Mundial, no pudo culminar su impresionante carrera con otro Mundial como ya hiciera en 1998. año en el que fue galardonado también con su Balón de Oro. Tras casi 800 partidos y más de 150 goles, en julio de 2006 se retiraba el que, posiblemente, haya sido junto con Platini el mejor jugador francés de la historia del fútbol.

El héroe de Glasgow

'Zizou' mezclaba potencia con habilidad, fuerza con estética, era un jugador, prácticamente, perfecto técnicamente. Si Laudrup tenía un último pase para el recuerdo,Zidane era el que caracoleaba dentro del área para después colocar el cuero en la escuadra, el recorte con definición, el hombre de los controles imposibles.

Elegante con el balón en los pies, al arrancar desde su propio campo hacía que el tiempo se parase solo para observar como un genio conducía el cuero con una sutilidad innata, como el don que pocos futbolistas poseen. Zidane, que deslumbraba partido sí partido también, poseía esa virtud de llenar el campo con su sola presencia. El aficionado pagaba su entrada para ver al francés pisar el verde y hacer las delicias al respetable.

Además de fútbol, el francés tenía una facilidad innata para hacer goles, goles importantes. Zidane no se caracterizó nunca por ser un medio goleador, pese a jugar en esa posición de media punta. Pese a eso, los goles de 'Zizou' se podían dividir en dos grupos, los de bella factura y los importantes, los que daban títulos. A veces, incluso, esos tantos decisivos tenían un gran valor visual.

El francés se destapó mundialmente en París, en 1998. Llegaba la Copa del Mundo a su Francia natal y el astro no estaba protagonizando un gran torneo, muestra de ello fue la expulsión que sufrió en la fase previa ante Arabia Saudí. Pero como solo los grandes jugadores saben, Zidane apareció en el lugar oportuno en el momento idóneo.

Cuando Zidane controloba un balón parecía que el tiempo se parara

Saint Denis fue testigo del Francia 3-0 Brasil en una final del Mundial que llevó a Zidane, autor de dos de esos goles, al olimpo del fútbol. Sus dos únicos tantos en la competición los consiguió en la final, ante la, por entonces, tetracampeona mundial que llegaba con un Ronaldo en un momento espectacular de forma y que fue galardonado con el mejor jugador del torneo.

Con la consecución de la Euro'00, Zidane había conseguido prácticamente todos los títulos importantes pero le faltaba uno, que había rozado en dos ocasiones y que no fue hasta el año 2002 cuando lo consiguió y siendo además el protagonista de la final como ya ocurriera en París cuatro años atrás.

El '5' del Real Madrid fue el héroe de la última UEFA Champions League conseguida hace ya diez años en Glasgow. 'Zizou' hizo el que, probablemente, sea el gol más bello visto en una final de una Champions League. Con 1-1 en el marcador un centro deRoberto Carlos fue empalado por el francés con pierna izquierda. El golpeo, espectacular, se coló en la escuadra y subió al marcador para hacer el definitivo 2-1. Con ese gol, el francés completó un palmarés idílico, con Mundial, Eurocopa, Champions League y Balón de Oro. Pocos jugadores pueden decir que ganaron todo eso y siendo decisivo en los momentos clave. Además de los títulos, Zidane fue grande por algo más fue grande por el fútbol, por la magia que dejaba en los terrenos de juego.

Zinedine Zidane, fútbol y elegancia hecho uno.

Andrés Iniesta, la sencillez hecha fútbol

Andrés Iniesta (Fuentealbilla, Albacete 1984) es, de los tres, el único futbolista en activo en la actualidad. Su carrera como profesional tiene, por el momento, un solo equipo: el FC Barcelona. Llegó a La Masía en 1996, a la edad de doce años, procedente de suAlbacete natal. El jovencísimo jugador deslumbró a propios y extraños en el Torneo Nacional de Fútbol-7 que se celebra cada año en Brunete, Madrid. Ese mismo año, en septiembre, viajó a Barcelona para instalarse en la residencia donde conviven las mayores promesas del deporte del equipo de la Ciudad Condal.

Sus goles en Stamford Bridge y en el Soccer City permanecerán en la historia del fútbol

Con el club azulgrana, Andrés está viviendo una carrera plagada de títulos y reconocimientos. Con apenas 15 años, Serra Ferrer le citó para comenzar a entrenarse con la primera plantilla azulgrana, pero no fue hasta la campaña 2002/03 cuando el joven de Albacete debutó. Louis Van Gaal le citó en numerosas ocasiones y durante esa temporada y la posterior iba alternando su equipo, el FC Barcelona "B", con las oportunidades que le brindaban con los 'mayores'.

Su salto definitivo hacia el fútbol de élite llegó en la temporada 2004/05, de la mano deFrank Rijkaard, Iniesta fue pieza clave en el título liguero conseguido esa campaña pese a no ser de la partida en la mayoría de encuentros, el manchego solía ser el primer cambio en el equipo azulgrana. En esa su primera campaña como futbolista del primer equipo, Andrés disputó hasta 37 encuentros ligueros, siendo el futbolista, junto con Eto'oque participó en más partidos. En su siguente temporada, Andrés fue fundamental en la conquista de la UEFA Champions League en Saint Denis. El '24' azulgrana fue titular y jugador destacado de las semifinales de la competición europea ante elAC Milan y pese a partir desde el banquillo, también fue un jugador clave en la final disputada en la capital francesa.

A partir de esa final, el papel de Iniesta creció hasta convertirse en lo que es hoy en día, uno de los mejores jugadores del mundo.

El hombre de los goles decisivos

Andrés Iniesta es clase, habilidad, trabajo, magia, es fútbol. La progresión del manchego hasta convertirse en lo que es hoy en día ha sido larga pero en estos momentos ver al '8' del FC Barcelona es disfrutar. Su conducción de balón es, simplemente, majestuosa. Los controles, primorosos.

Elegante con el cuero pegado al pie, difícilmente se le ve perder un balón. Cuando Andrés comienza a conducir el balón sobre el césped del Camp Nou parece como si el tiempo se parase y fuese el manchego el único que levitase sobre el verde. Técnico, preciso, habilidoso, elegante, muchos son los adjetivos que se le pueden asociar al campeón de Europa y el Mundo con la Selección Española pero si hay uno que no se le puede adjuntar ese es el de goleador.

El manchego nunca se ha caracterizado por ser un centrocampista con excesiva llega, como si era el caso de Laudrup. Sin embargo, el excelente jugador azulgrana, ha sido artífice de los goles más importantes en la historia del FC Barcelona y de 'la Roja'. Stamford Bridge y Johannesburgo fueron testigos de la magia de Don Andrés Iniesta.

El 5 de mayo de 2009 el FC Barcelona visitaba Londres para medirse al Chelsea de Hiddink en la vuelta de las semifinales de la UEFA Champions League. Culés y 'blues' firmaron tablas a nada en el Camp Nou por lo que todo se decidiría en la capital inglesa.Essien, a los diez minutos, anotó un golazo que se coló cerca de la escuadra de Víctor Valdés. El duelo lo dominó en su totalidad el conjunto londinense que tuvo incontables ocasiones para certificar su pase a la final de Roma, en la que ya esperaba el Manchester United, sin embargo el meta catalán salvó a su equipo en numerosas ocasiones.

Iniesta se acordó de su amigo Dani Jarque tras anotar el gol más importante de la historia de España

El partido agonizaba y el Barcelona, que jugaba con 10 por la expulsión de Abidal, se veía fuera de la gran final hasta que en el minuto 93 y en el único disparo del conjunto azulgrana a lo largo del partido apareció el de Fuentealbilla para poner el balón en la cruceta de Petr Cech y sellar la clasificación de un equipo que hizo historia al conseguir todos los títulos posibles en un año. El golpeo de Iniesta fue perfecto, "le pegué con el alma" comentó el siempre tranquilo futbolista azulgrana. Ese gol supuso un punto de inflexión en la carrera de Andrés que a partir de ahí comenzó a obtener el reconocimiento que tanto se merecía.

Y por si fuera poco el gol que anotó en Inglaterra, llegó el día 11 de julio de 2010. El Soccer City de Johannesburgo era el escenario para la final del Mundial de Sudáfrica que disputaron las Selecciones de España y Holanda. El partido fue intenso, con alternativas y ocasiones para ambos equipos pero ninguno de los conjuntos lograba perforar el marco rival por lo que el encuentro finalizó con empate a 0 y dio paso a una prórroga épica.

Tras la salvación de Casillas ante Arjen Robben apareció el manchego para firmar el tanto más importante de la historia de la Selección. Corría el minuto 116 cuando, tras una contra, el cuero llegó a Iniesta, que golpeó el balón al fondo de la portería de Stekelenburg para delirio del combinado nacional, que alzó por vez primera el título de campeón del Mundo.

Y así Iniesta inscribió su nombre con letras de oro en la historia de la Selección Española como antes ya lo había hecho en la del FC Barcelona. Aunque goles aparte, al '8' azulgrana se le recordará por la magia, por la ilusión que despertaba en la gente, por el fútbol que salía de sus botas.

Andrés Iniesta, el héroe sencillo