El actual último eslabón de la Selección Española tuvo que buscarle bien las vueltas a un buen conjunto de cadetes italianos, para poder imponerse en su partido inaugural del Torneo de Desarrollo de la UEFA. Una iniciativa Sub-16 en la que España ya es líder por su mejor diferencia de goles frente a Francia, que también venció a la República Checa en su primera partido (3-2).

No lo tuvieron fácil los Sub-16 de Santi Denia. Italia no cejaba en su presión a los defensores españoles, en una estrategia en la que acumulaban hasta cuatro hombres. Los nuestros intentaban su habitual progresión a partir del toque, pero el desgaste físico del rival ocasionó bastantes momentos de dudas. Todo, hasta que apareció el refugio local en la banda derecha.

El españolista Maffeo ya había dado muestras de solvencia, pero fue Sergi Canós, un atacante azulgrana que suele abrirse a la derecha, quien en una arrancada a todo pulmón fue deshaciéndose de rivales hasta llegar a la línea de fondo. Allí, cuando incluso a los espectadores les faltaba el aire, tuvo tiempo de ver al omnipresente Aleix García y ceder el balón hacia atrás, en lo que fue el primer gol del encuentro.

Es cierto que el gol italiano llegó solo siete minutos más tarde, pero no lo es menos que se debió a un exceso de confianza del portero español Marín. Lo que sí se dio con seguridad fue el ascenso de Pablo Maffeo en el partido. Pleno de confianza, potencia y habilidad, el lateral catalán superó una y otra vez a sus rivales con carreras interminables.

Su infatigable encuentro quedará para la memoria de los buenos espectadores del encuentro en la jugada del segundo gol, en el que asistió al sportinguista Steven, con una ruleta previa solo apta para los osados. Esta generación del 97 cuenta con jugadores de una importante contextura física, a la que unen ese aditivo de los recursos inesperados.

Con el paso de los minutos, ya en esa segunda mitad, España fue perdiendo sensación de bloque, aunque llegara un tanto más, tras el penalti provocado por el escurridizo y debutante David González. El canario entro a última hora en los planes y dejó detalles de electricidad en sus gestos y manejo con las dos piernas. Pero poco más se pudo apreciar de las incorporaciones. El capitán Chirivella anotó el penalti y el partido se perdió en la insustancialidad.

Buenas sensaciones ante un rival potente, pero toca ya pensar en lo que viene mañana (España-República Checa, 19:00, en diferido por Marca TV). Seguro que habrá muchos cambios en el equipo español y los checos llegarán con hambre de revancha, tras su derrota ante Francia. Pero se percibe un buen bloque en España, aunque quede el poso de que haya que mejorar en el juego interior.

Foto: Pablo Maffeo (FUERZAPERICA.com)

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Sobre el autor
Víctor Sancho Ferrer
Digamos que soy un periodista, especialista en fútbol, de dentro a afuera. Soy un ojeador global del balón pero conociendo primero mi propio medio: desde las categorías inferiores al fútbol de élite, y así luego me abro al mundo. Creo que si no eres capaz de valorar lo que tienes al lado, la opinión que te formes de lo que veas más allá de tus fronteras no será tan real.