Nombre:  Raúl Sánchez Soler.

Fecha de nacimiento:  1 de diciembre de 1976.

Lugar de nacimiento:  Almería (Almería).

Posición:  delantero centro.

Temporadas:

  •     2001-2002: Segunda División B, grupo IV.

La Unión Deportiva Almería fichaba a un por aquel entonces joven atacante que ya era conocido en la ciudad tras haber pasado anteriormente por la plantilla del Almería C. F. Raúl recaló en la UDA para ponerse a los mandos del míster Casuco y para fomar tándem con Ortiz y después con Francisco (que fue contratado en el mercado de invierno). Este trío almeriense hizo las delicias de una afición en horas bajas en un momento en que necesitaba nuevas y necesarias emociones.

El killer

El Almería no se podía permitir más sufrimiento y al hacerse con este delantero de la tierra el club apostaba por el gol. Y no se equivocó. Raúl marcaba la mayoría de sus tantos con la pierna derecha, pero también usaba bastante bien su testa y, además, era el encargado de lanzar los penaltis. A pesar de que la entidad mediterránea seguía teniendo problemas, él empezó aquella temporada marcando un gol en el minuto cuatro del primer partido y consiguió edificar una racha de once goles en las trece primeras jornadas, incluyendo un hat-trick al Motril, el rival a batir aquel año en el grupo IV. Jugó de titular en los treinta y dos partidos que disputó de liga regular, casi sin ser sustituido en ninguno. Al final, agregó a su saco particular un esplendoroso total de veintidós goles. Era un futbolista lento en sus movimientos en las distancias cortas, pero fuerte y alto. En Segunda B fue un jugador casi imparable y aprovechaba cualquier error del rival para hacer un gol fácilmente.

El eslabón de la liguilla

La palabra que define lo que hizo Raúl en la liguilla de ascenso a Segunda es imposible que sea más clara y concisa: clave. En estos casos es sencillo recuperar datos numéricos de los goles o las tarjetas, pero lo complicado es recordar las sensaciones no escritas y es aquí donde Raúl fue la pieza decisiva del ascenso. La fama que adquirió a posteriori se la debe en gran medida a cómo jugó en aquella liguilla del 2002. En dicha fase de ascenso, Raúl fue el jugador determinante y temible, a pesar de su falta de velocidad, provocaba jugadas y faltas peligrosas, no rehuía el contacto con los centrales, se desmarcaba constantemente de su posición, pedía el balón por arriba y por abajo, controlaba el juego de espaldas, etcétera. Raúl no fue solo un realizador y la referencia arriba en ataque, sino que también se dedicó acertadamente a repartir asistencias, sobre todo a Ortiz.

Inevitablemente se han de mencionar los tres goles que hizo, dos de ellos en la victoria por 4-1 ante el gigante Real Madrid B. Bien es verdad que la UDA subió en el último partido en Pontevedra, pero los aficionados rojiblancos con experiencia siempre sentirán aquel partido como el del ascenso. El otro gol lo encajó el Espanyol B en su feudo, otro rival de alta alcurnia. Era el último tren que pasaba por la extasiada ciudad y Raúl hizo las veces de maquinista en esta histórica e inolvidable liguilla de ascenso. Su trabajo fue fulgurante.

Raúl decidió no debutar en Segunda con la UDA y se marchó al Salamanca. A partir de ahí, y siempre en Segunda, pasó por las filas del Castellón, Tenerife y Deportivo Alavés. Curiosamente, Raúl finalizó su carrera marcando un gol en otra fase de ascenso a Segunda, en este caso en el Poli Ejido en 2010.

El Almería y su afición le deben mucho a este futbolista por lo que hizo en aquella brillante campaña. Sí, fue solo una, pero su potencial, su superioridad y sus goles marcaron un auténtico cambio de era en el fútbol almeriense en pro de la unión y de la Unión. Raúl Sánchez, un delanterazo de categoría.