Con siete caras nuevas, el plantel de Pepe Mel inició la competición en San Mamés, en la que sería la última aparición bética por ese campo. Estos eran Campbell, Perquis, Nosa, Agra, Juan Carlos, Rubén Pérez y Ángel. Además, se concretó la continuidad de Paulao que había llegado cedido el invierno anterior.
Dadas las características globales del nuevo equipo, parecía que el estilo de juego iba a cambiar. Se pasaría de dominar la pelota y generar ocasiones mediante el toque a un juego más directo aprovechando la velocidad en banda de jugadores como Campbell, Juan Carlos o Agra. Victoria por 3-5 en San Mamés. El inicio de un gran año. La primera prueba de fuego fue San Mamés y el Betis cumplió. A la media hora ya ganaba 0-3 pero en los primeros minutos del segundo acto, el Athletic le dio la vuelta hasta 3-3. Dos goles en los instantes finales de Pozuelo y Molina, certificaron la victoria bética por 3-5.
El duelo de la semana siguiente ante el Rayo en el Villamarín volvió a instaurar las dudas en la Palmera. Un Betis sin ideas sucumbió ante un Rayo mucho más práctico y que aprovechoó dos errores béticos para llevarse el partido por 1-2. Chica y Fabricio fueron muy criticados por sus actuaciones y una declaraciones del propio Fabricio le llevaron al ostracismo durante el resto de la temporada. El siguiente partido contra el Atlético de Madrid se aplazó por la Supercopa de Europa.
Hubo que esperar tres semanas para el siguiente partido del Betis. Fue en Valladolid y un afortunado gol de Rubén Castro (tras error de Jaime) en los compases finales permitió que los tres puntos viajasen a Sevilla. Casi sin descanso, a los cinco días, otra victoria del Betis ante el Espanyol le permitió ver de cerca los puestos europeos.
Las dos siguientes semanas fueron nefastas para el Betis. Entre semana se jugó el partido aplazado contra el Atlético de Madrid. Un mal arbitraje condenó al Betis a la derrota ante un Atlético de Madrid que enseñaba lo que era capaz de hacer. Fue una semana movida en Heliópolis que terminó con una abultada derrota en Málaga (4-0) en el debut de Adrián en la portería bética. Un mal partido que tuvo como resultado positivo el haber descubierto ese portero. Antes de un nuevo parón por compromisos de la selección, los verdiblancos recuperaron sensaciones batiendo a la Real Sociedad por 2-0.
Tras el parón, un empate a cero en El Sadar permitió seguir sumando puntos en la lucha por la salvación y dos victorias en los dos siguientes partidos hicieron ver que el Betis podía luchar por algo más. Ante el Valencia en el Villamarín, un solitario gol de Salva Sevilla en el minuto 15 valió tres puntos para el Betis. En el Coliseum, una espectacular segunda parte goleadora, con un gran Beñat, hizo que el Betis ganara por 2-4 y se colocase en puestos de Champions League.
Parecía que el Betis podía ganar a cualquiera, pero los malos momentos llegarían. A los cuatro días de ganar en Getafe, un Granada hundido en la tabla se hizo con los tres puntos en Sevilla. No fue un palo para el Betis, con una puntuación bastante holgada, pero hizo ver las carencias del equipo, entre ellas, el físico. El fin de semana siguiente llegó el peor partido de la temporada. Era el derbi sevillano, en el Pizjuán y todo comenzó como acabaría. Reyes marcó el 1-0 a los 14 segundos para finalmente acabar 5-1. La semana siguiente fue un drama en Heliópolis.
Históricamente, el Betis ha sido capaz de lo mejor y de lo peor. De ganar partidos imposibles y de perder los que parecían fáciles. De ir a Europa en una temporada que parecía que se lucharía por la permanencia a bajar a Segunda con una plantilla diseñada para la Champions. Análogo a eso ocurrió la penúltima semana de noviembre. Se pasó de perder 5-1 ante el Sevilla a hacer que un gol de Beñat valiese para derrotar al Real Madrid ante un Villamarín enfurecido.
En los cuatro siguientes partidos, el Betis perdió en casa ante Barcelona y Mallorca pero las victorias a domicilio en Riazor y Balaídos, unidas a las dos primeras de 2013 ante Zaragoza y Levante, permitieron al Betis certificar una primera vuelta para enmarcar, consiguiendo 34 puntos, unos guarismos para enmarcar. Durante este último mes, se consiguió remontar ante el Valladolid en Copa del Rey (3-1) y eliminar a Las Palmas tras empatar en el Estadio de Gran Canaria. La siguiente ronda, la de cuartos, fue ante el Atlético y el Betis cayó eliminado.
Una plaga de lesiones en el mes de Enero dejó al Betis con 13 efectivos disponibles. Esto mermó el poder competitivo del Betis y solo fue capaz de sumar dos puntos en los siguientes cinco partidos. Dos empates ante Athletic y Valladolid no pudieron hacer sombra a las derrotas ante Rayo, Atlético y Espanyol. 33 jornadas en puestos europeos y varias de ellas en Champions League Una nueva dinámica se hizo patente tras lograr una victoria al Málaga por 3-0. Era la primera de la segunda vuelta y vino acompañada por un empate ante una Real Sociedad de Champions y una victoria 'in extremis' ante Osasuna. Esos siete puntos hicieron que el Betis volviese a asentarse en la Europa League.
En total fueron seis los partidos consecutivos sin perder, ya que se consiguieron dos empates más, los dos en casa. 0-0 contra el Getafe y 3-3 en la vuelta del derbi sevillano, tras una antológica remontada del 0-3 inicial sevillista. En el partido intercalado entre ambos, en Granada el Betis jugó otro de los mejores partidos de la temporada, utilizando el nerviosismo nazarí para imponerse por 1-5.
En los desplazamientos al Bernabéu y Camp Nou el Betis fue incapaz de puntuar, perdiendo por 3-1 y 4-2, respectivamente. Entre ambos, consiguió un empate a uno ante el Deportivo, que venía en racha. La clasificación europea estaba cerca y para conseguirla, el Betis debía amarrar los seis puntos que le restaban por jugar en casa. Así lo hizo, ganó por 1-0 al Celta y con contundencia, 4-0, al Zaragoza. Un punto en el campo del Levante le sirvió para certificar la presencia europea para el próximo año ya que no consiguió puntuar en el penúltimo choque lejos del Villamarín, 1-0 en Mallorca.
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