La capital de Galicia volverá a contar con un representante en la categoría de bronce tras tres temporadas de ausencia. La SD Compostela consumó su ascenso este domingo al vencer en Cieza por 2 a 0. Lo hizo tras dominar un partido que supo leer de principio a fin. La garra y el tesón de los albicelestes fueron argumentos válidos en una eliminatoria que resolvieron por un tanteo de 4 a 0. Los picholeiros igualaron el resultado de la ida, donde lograron una importante ventaja de dos goles que les permitió jugar con desahogo este último encuentro de la temporada.
 
Poderío galaico en la fase de ascenso
 
La Tercera gallega ha logrado colar a tres de los cuatro representantes que participaron en la fase de ascenso a Segunda B. El Compos se une a Celta B y Racing de Ferrol, que formarán parte del grupo 1 del tercer escalafón de nuestro fútbol. Se unen así al CD Ourense y al Coruxo FC, hasta ahora, únicos representantes de la comunidad norteña en esta categoría.
 
El equipo santiagués repite la gesta lograda en 2008 / 2009, cuando logró el segundo ascenso consecutivo, tras alcanzar la Segunda B después de pasar un solo año en Tercera, a la que había subido un año antes. Una nefasta campaña dentro y fuera del campo hizo que la temporada 2009 / 2010 fuese la del doble descenso. Tras finalizar en vigésima posición en el campeonato regular, el Compostela pasó de la Segunda B al infierno de la Preferente. Como si de un efecto 'boomerang' se tratase, los gallegos siguieron el camino inverso en la campaña 2011/2012, en la que ascendieron a Tercera. En la presente campaña el equipo terminó en tercera posición, hito que le permitió disputar la fase de ascenso, que finaliza con rotundo éxito.
 
Los gallegos, invictos en las eliminatorias
Antes de someter al Cieza, segundo clasificado del grupo murciano de la Tercera División, los hombres de Fredi derrotaron al CD Ebro en la primera eliminatoria y al AD San Juán en la segunda. El equipo capitalino concluye esta fase de ascenso sin conocer la derrota. Su buen hacer como local ha sido suficiente para solventar todos y cada uno de los pasos en su carrera hacia Segunda B
 
La presión local no fue suficiente
 
El reto de la visita a territorio murciano era grande. La presión de la afición, el escaso número de goles encajados por el Cieza como locales y las buenas actuaciones de los rojillos en los partidos de casa en esta fase de ascenso, eran un ideario futbolístico frente al que el Compos tuvo que esgrimir paciencia y arrojo. Estas dos armas, a las que hay que unir la veteranía de muchos de los miembros del conjunto gallego, fueron eficaces en la defensa de la ventaja adquirida en San Lázaro. 
 
EL Cieza, más impreciso que de costumbre
Joselu, máximo goleador del grupo de la Tercera gallega con 26 tantos, fue el primero en avisar. La Arboleja tembló con su primera internada. El equipo visitante dejó claro desde un primer momento que no había viajado para asegurar el resultado. El Cieza no se sintió cómodo en ningún momento del partido y acabó pecando la falta de acierto en la salida del balón. Los visitantes presionaron muy arriba, su trabajo entre líneas les permitió cortar un buen número de pases, para desgracia de los medios locales.
 
Las mejores jugadas de los ciezanos llegaron a balón parado. Su mayor poderío por alto les permitió mantener vivas las esperanzas de remontada en los primeros minutos. El buen hacer del meta Adrián impidió que los testarazos de los atacantes rivales llegasen a más. Tan solo los más atrevidos como Kiki pusieron a prueba los reflejos del compostelano. Un buen tiro del rojillo en el 17 de la primera puso un nundo en la garganta de los compostelanos. La primera acometida trajo consigo una sucesión de buenos minutos locales  en los que abrieron líneas. Pese a los esfuerzos el gol se les resistió una y otra vez.
 
Con el final de la primera parte sobrevolando La Arboleja, la 'esedé' recuperó el aliento perdido y finiquitó la primera mitad con una buena ocasión de Joselu, y lo que es mejor, con cero goles encajados. La Segunda B estaba al alcance de sus botas, tan solo 45 minutos separaban a los gallegos del ansiado ascenso. Con todo, la precaución era una máxima a respetar en lo que quedaba de partido. 
 
Un segundo acto de rendición y redención
 
El refresco permitió a los de Fredi aclarar ideas. En la segunda mitad salieron en tromba, prestos a dejar sentenciada la eliminatoria. El encargado de hacer realidad este objetivo fue Jordan. Un disparo suyo en el 47 de partido hizo posible el primer gol del partido para los gallegos, un tanto convertido en puñal, que se clavó en las ya de por sí escasas posibilidades rivales. Fue un zarpazo del destino. Un tiro inofensivo convertido en una peligrosa parábola por culpa de un defectuoso despeje.
 
La toalla cayó en el suelo de La Arboleja. A pesar de ello, los hinchas locales quisieron agradecerle al equipo la excelente temporada realizada. Estos le devolvieron la gratitud luchando por cada balón como si fuera el primero. Pero los santiagueses hicieron lo propio y no cesaron en su empeño por bordar la temporada.  Un gol anulado a David Karanka en el 60' de partido confirmó el desastre local. Los ciezanos apretaron hasta el final motivados por el honor. Pero la portería de Adrián estuvo en la tarde del domingo vedada, cubierta de la gloria de un equipo ascensor que las tuvo todas consigo.
 
La faena compostelana acabó por redondearse con un gol de Marcos Suárez en el 82 de partido. La locura de la afición visitante fue total con el 2 a 0. El Compostela había superado la última definitiva eliminatoria sin haber encajado un solo tanto. Las expresiones de júbilo invadieron los rostros de los compostelanos, que se contuvieron durante los instantes posteriores al pitido final, en los que saludaron a los ciezanos, un gesto de deportividad que se une al resto de méritos alcanzados en esta gloriosa temporada.