Corría el año 1937, en plena Guerra Civil española, cuando cuatro equipos del fútbol español iban a enfrentarse por la conquista de la Copa de la España Libre. Dos conjuntos valencianos y otros dos catalanes -el Valencia FC, el Levante FC, Gerona FC y el CD Espanyol- formarían parte de este torneo que suponía la evasión para muchos españoles y que, finalmente, cosecharía el conjunto granota.

Con el escenario de la Guerra Civil, se suspendió la competición estatal de 1936/37 aunque en la zona republicana se celebraron dos campeonatos regionales, el Campeonato de Levante y el Campeonato de Cataluña donde el Valencia FC y el CD Espanyol fueron los vencedores de sus respectivos campeonatos.

En mayo de 1937, el por entonces presidente del Valencia FC, Josep Rodríguez Tortajada, siguiendo el formato que se había mantenido en España durante los años precedentes con el binomio Liga y Copa, propuso a la Federación Valenciana crear un Campeonato de Copa con el beneplácito de los equipos valencianos más importantes. Esta propuesta fue transmitida a la Federación Catalana y luego a la Federación Española de Fútbol, bajo la supervisión de Ricardo Cabot, su secretario general, y se autorizó la disputa de este histórico torneo.

En un principio, los participantes elegidos para luchar por el campeonato fueron los dos primeros catalanes y valencianos clasificados en la I Liga Oficial Cataluña-Valencia concluida en mayo de 1937, en la que el FC Barcelona fue el club vencedor. Finalmente, el conjunto catalán, al estar inmerso en su gira americana con el fin de recaudar fondos, decidió cederle su puesto al Gerona FC.

El 'pequeño' derrotó al 'grande'

El 6 de junio se inicia el torneo bajo la denominación ‘Copa de la España Libre’ haciendo alusión que en este campeonato sólo figuran clubes fieles a la II República, quedando sin representación la España ocupada por los sublevados. Los dos conjuntos valencianos, el Levante y el Valencia llegaron a la final en detrimento del CD Espanyol y el Gerona FC que quedaron eliminados. El encuentro definitivo se celebró en Sarriá (Barcelona) el 18 de julio de 1937, curiosamente cuando se cumplía un año después del golpe de Estado. En la gran final los levantinistas se impusieron a los valencianistas por 1-0 con un gol de Nieto y se proclamaron campeones con un equipo formado por Valero, Olivares, Calpe, Dolz, Calero, Rubio, Puig II, Nieto, Martínez-Catalá, Gaspar Rubio y Fraisón.

La Copa olvidada

La Copa de la España Libre, un torneo que equivale a la actual Copa del Rey, es el primer trofeo de la historia del Levante que durante 70 años ha estado sin ser reconocido. Muchos son los que se preguntaban el por qué, pero los motivos sólo eran burocráticos, ya que no existía un documento físico del acta de aquella final de 1937.

En el año 2007 el Levante consiguió el reconocimiento de aquel merecido título copero. El Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad instar a la federación a reconocer la copa, tras una reivindicación histórica llevada a cabo por los fieles seguidores granotas en su lucha por algo que les correspondía, un triunfo que ganaron dentro del campo y que parecía haberse quedado en el olvido. Nunca es tarde si la dicha es buena, que reza el refrán.

Hoy en día, la copa ocupa un lugar privilegiado en las vitrinas del Museo del Fútbol de Las Rozas. Desde el pasado 20 de mayo de 2013 está situada en el mismo salón en el que se encuentran las dos Eurocopas y la Copa del Mundo conquistadas por la selección española.

En una época donde había hambre y bombardeos, el fútbol era una vía de escape para evadirse del mundo real y suponía la felicidad para muchos españoles, sobre todo para los seguidores levantinistas que el 18 de julio de 1937 vieron cumplido un sueño, la cosecha de algo más que un título.

Fotos: pobladores.es y levanteud.com