Son Lugo y Racing dos clubes con un largo historial de enfrentamientos en Segunda B y en la antigua Tercera División, que alcanzaron su cénit en los años 90, cuando coincidieron durante siete años consecutivos en la categoría de bronce, y tras el ascenso del Racing a Segunda División sus caminos se separaron hasta encontrarse de nuevo seis años después, otra vez en Segunda B. A lo largo de todas estas temporadas una gran cantidad de jugadores han militado en ambos conjuntos.

Exjugadores carismáticos que vistieron de rojiblanco y de verde

Para empezar, podemos destacar entre todos ellos la figura de Pablo Rodríguez Méndez, que fichó por el Racing procedente del Lugo en el año 99 con el claro objetivo del ascenso y vaya si lo consiguió. Se convirtió en ídolo, capitán y alma máter local durante cinco temporadas. Suyo fue el inolvidable gol de penalti por la escuadra ante el Ceuta en el año 2000 que devolvía al equipo departamental a Segunda División tras 21 años. No deja de ser curioso que ambos clubes ascendiesen a Segunda tras un par de décadas sin pisar la categoría con goles de penalti de dos jugadores gallegos, que aunque no de la casa ni canteranos, si que podemos considerar a Pablo como ferrolano de adopción así como al ourensano Manu como lucense adoptivo. Ambos muy queridos para sus respectivas aficiones por su entrega y humildad: el lateral izquierdo Manu, en el caso del Lugo, con aquel histórico gol en la tanda de penaltis ni más ni menos que en un campo mítico como el Ramón de Carranza, y Pablo para el Racing, que se desenvolvió a lo largo de sus cinco temporadas en Ferrol en distintas posiciones en el campo, incluída la del lateral, y era uno de los grandes especialistas del equipo a balón parado. El jugador viveirense, tras su lustro en Ferrol, volvería a jugar en el club de la ciudad amurallada en una segunda etapa.

También viveirense y exjugador en ambos bandos era el malogrado Antonio Tarrío, aquel delantero de botas blancas que hizo el camino inverso a Pablo, ya que tras militar en el Racing durante la temporada 1998/99, en la que marcó 11 goles en 24 partidos, ficharía por el club rojiblanco en el año 1999, en el cual firmaría otro buen año aunque bajando un poco su rendimiento, con 7 goles en 35 encuentros. La trágica noticia de su fallecimiento tras una enfermedad hepática llegaría en agosto del año 2000, con apenas 26 años. No podemos olvidar tampoco aquella dedicatoria en uno de los goles del ascenso contra el Ceuta del jugador racinguista Manel, mostrando una camiseta con la leyenda de “Ánimo Tarrío: va por ti” en aquel junio del 2000, cuando ya se sabía de su enfermedad en el mundillo, lo que daba una idea de su calidad humana y el cariño que despertaba entre sus compañeros aquel cazagoles.

Son muchos otros los jugadores que han vestido ambas camisetas, en algunos casos con mejor o peor suerte, por ejemplo es el caso del delantero asturiano Vicente Borge, que tras golear en el Lugo en la temporada 1994/95, fichó en la siguiente por el Racing, donde con 10 goles no rindió al nivel esperando tras quedarse en 10 goles, por lo que regresó al club lucense en el que llegó a marcar 37 goles en las dos siguientes temporadas. También podemos citar a otros como Ramiro Sorbet, Alberto Casal, Luisito, Trigo, Míchel Ponte, Sito Castro, Ángel Cuéllar, Vicente Uriz, Sebastián Trigo, Miguel Escalona, Mauro Poratti, Rafa Casanova, Sergio Arias, Diego Garrido, Diego Rivas, Miguel Ángel Tena...

Más que un partido: rivales acérrimos

Sin riesgo a equivocarnos, de entre todos los derbis gallegos estamos ante uno de los más pasionales que se viven en la comunidad, y lo mismo se puede decir que sucede entre los seguidores de ambos equipos. Y no deja de ser curioso, ya que son Lugo y Ferrol dos ciudades hermanadas a nivel institucional y de hecho, uno de los días grandes de las tradicionales fiestas lucenses de San Froilán es el conocido como “Día de Ferrol”. Asimismo, el día de San Julián, patrón de Ferrol, desde hace muchos años el alcalde lucense rinde visita a la ciudad departamental acompañado de su corporación, donde además del típico intercambio de regalos, degustan el tradicional arroz con leche.

Sin embargo, a nivel deportivo no hay lazos de hermandad que valgan y el derbi se vive con mucha pasión, demasiada en algunos casos, como en este mismo verano cuando se vivieron incidentes violentos entre aficionados de ambos conjuntos en la previa del partido amistoso que enfrentaría a Racing y Lugo en A Malata, saldado con empate final en el marcador. Separadas por poco más de 100 kilómetros y apenas una hora en coche, son muchos los lazos de amistad que unen a las dos ciudades y entre muchos ferrolanos y lucenses, aunque a la hora de hablar de fútbol, la cosa se transforma y nadie quiere perder en este duelo por lo más mínimo.

Y es que la historia de esta rivalidad deportiva viene de lejos, ya que si bien Lugo y Racing llevan toda una vida enfrentándose, el motivo de esta enorme rivalidad que se vive cada vez que se enfrentan en el plano futbolístico se fraguó en gran parte en los años 80 y principios de los 90, cuando se enfrentaban en el parqué de baloncesto OAR ferrolano y Breogán lucense, los dos clubes con mayor tradición e historia en el baloncesto gallego y que luchaban en aquellos años por la supremacía del baloncesto galaico. Eran duelos encarnizados que se jugaban a cara de perro pero con mucho respeto entre los grandes jugadores gallegos de la época como Manel Sánchez, Miguel Loureiro o Ricardo Aldrey acompañados en cada bando de la siempre imprescindible pareja de americanos de la época.

Dos técnicos de moda con pasado en ambos clubes

Incluso el actual técnico racinguista José Manuel Aira tiene pasado en ambos clubes ya que jugó en Segunda División con el Racing en dos etapas distintas, luego pasaría cuatro años en el Lugo para acabar regresando a la ciudad departamental cuando el Racing sucumbió en la Tercera División. Tras su regreso, solo llegó a jugar temporada y media ya que el presidente racinguista, Isidro Silveira, le ofreció las riendas del vestuario, Aira aceptó el reto de dirigir a sus excompañeros y logró el objetivo de retornar al club verde a la Segunda División B. Vistiendo la elástica rojiblanca se enfrentó en 4 ocasiones al Racing de las cuales el Lugo solo pudo obtener una victoria, por dos derrotas y un empate. En las filas del Racing, Aira nunca llegó a enfrentarse al Lugo al no coincidir ambos clubes en la misma categoría durante su estancia.

Tampoco podemos olvidar a Fernando Vázquez, actual entrenador del Deportivo y exentrenador de ambos clubes. El de Castrofeito, tras sus inicios en el Lalín, al que ascendió desde la Preferente gallega a Segunda B, consiguió ascender al Racing de Tercera a Segunda B en su única temporada en Ferrol en 1992. Posteriormente se incorpororaría a la disciplina del club lucense, al que entrenaría durante otra temporada antes de ser reclutado para entrenar al Compostela de José María Caneda en Primera División. Desde entonces, su trayectoria es bien conocida, siendo un auténtico trotamundos de los banquillos españoles con mejor o peor suerte: Oviedo, Betis, Mallorca, Las Palmas, Rayo, Celta...

El Lugo disfruta de sus mejores días y el Racing quiere recuperarlos

Se trata, para ir finalizando, de dos enemigos íntimos y es en la actualidad el Club Deportivo Lugo quien milita en la división de plata, categoría  en la que a lo largo de la historia el Racing ha militado en 34 temporadas y que tras sus tres años en la Tercera gallega intentará recuperar poco a poco. Por su parte, el equipo rojiblanco es una de las sensaciones de la Segunda División, en la que parece más que asentado, y esta temporada cumple su 2ª temporada consecutiva en la categoría (tras la luna de miel de la 92/93), sumando un total de 6 temporadas con la actual a lo largo de la historia entre los equipos lucenses que han militado en Segunda, Club Deportivo Lugo y su predecesor, la Gimnástica Lucense.

En el global de enfrentamientos ligueros, el Racing domina con un total de 21 derbis ganados frente a los 17 del Lugo, saldándose en empate los 10 restantes. La mayor goleada como local del Racing llegó en la temporada 1994/95, al conseguir endosarle umn 5-0 al conjunto rojiblanco. Por parte del Lugo, su mayor goleada como local data de la temporada 1996/97, tras ganar por 4-0 al Racing. A domicilio, las mayores goleadas son un 1-4 del Lugo al Racing en la temporada 1961/62 y un 0-4 del conjunto verde en el Ángel Carro, en la temporada 1995/96.