Con recuerdos frescos. Los últimos días de diciembre habían deparado muchas sensaciones distintas en Martiricos. Demasiadas para unas vacaciones de invierno en las que el Málaga. Con la última victoria y esplendorosa victoria del Málaga en 2012 ante el Real Madrid, el conjunto de Pellegrini había tocado techo en liga. Cuarto con 31 puntos en 17 partidos, la mejor puntuación a esas alturas de la historia del club. Así arrancaba el Málaga el año 2013, con la mente claramente puesta en repetir en mayo clasificación para la Champions League y soñar con más hazañas en la segunda parte del sueño que fue la temporada 2012/2013, seguramente la más intensa, la más inolvidable de todas. Claro que no era oro todo lo que relucía. Justo antes de que concluyera 2012, el Málaga recibió la peor noticia posible. La UEFA le había sancionado con 4 años sin poder participar en competiciones europeas, además de 300.000 euros de multa, acusado de impagos a acreedores, empleados, jugadores, Hacienda o antiguos traspasos. Un correctivo muy fuerte que mostró la unión de toda una ciudad y el amor a los colores de su equipo. Esa medida se conocía en un contexto en el que el Málaga había superado la fase de grupos y ya sabía que le esperaba el Oporto en octavos, un rival duro de roer, con el que se vería las caras en febrero.

La primera piedra de toque en 2013 era el Deportivo de la Coruña, colista de la liga hasta ese momento, que había destituido a Oltra y contratado a Domingos Paciencia para salvar al club gallego del abismo. El conjunto costasoleño sufrió el debut del técnico portugués, cayendo en Riazor por 1-0, en el que fue el Málaga más apático visto hasta entonces en liga. Con toda seguridad, esta derrota marcaría la trayectoria del equipo a lo largo del nuevo año. Un Málaga ascendente que con ese traspié empezaba a acusar una temporada muy exigente.

La serie contra el Barça

Lo que vino después para empezar el año con nuevos retos era extraordinario. El Barcelona estaba en el horizonte. La victoria en casa frente al Eibar hacía que el Málaga se tuviera que medir en octavos de Copa del Rey ante el conjunto de Tito Vilanova. Tres partidos en once días entre liga y copa que iban a suponer un auténtico estímulo para un Málaga que ya sabía codearse con los grandes. El choque de apertura, en el escenario liguero, fue de superioridad manifiesta del Barça, que pasó por La Rosaleda como un ciclón en un partido que acabó 1-3. Un error de Camacho en un pase atrás lo aprovechó Messi para inclinar la balanza existente en la primera media hora. No pudieron rehacerse los blanquiazules y sucumbieron sin oposición ante los culés. Tres días después, la Copa. En el Camp Nou, el Málaga mostró su versión más efectiva en un encuentro en el que los dos equipos hicieron rotaciones. Entre los fallos en la definición de Alexis y la picardía de Iturra, pusieron al Málaga por delante. Remontó el Barça poco después aprovechando dos errores defensivos de la zaga malacitana, pero Camacho igualó la eliminatoria en el tiempo de descuento para devolver una ligera ventaja a los malaguistas.

Iniesta | eleconomista.es

El desenlace de la eliminatoria en La Rosaleda fue para vivirlo. El Málaga quería hacer historia tumbando al todopoderoso Barça invicto en España hasta una semana antes. El Barcelona fue a por todas desde el primer momento y el Málaga mantuvo el tipo ante los golpes de los azulgrana. Pedro estrenó el marcador en el minuto 9, pero Joaquín reestableció el equilibrio en la eliminatoria apenas unos minutos después. El choque tuvo muchas alternativas y tensión, en una batalla de poder a poder. El conjunto de Roura volvió a tomar ventaja con un gol de Piqué a pase de un excepcional Iniesta. De nuevo respondió el Málaga, con Santa Cruz anotando un gol trascendental. Aun así, Iniesta y Messi acabaron con la eliminatoria en cinco minutos, un nuevo golpe que sería KO para los boquerones, pese a ello, forzaron al campeón hasta la extenuación.

El Málaga se despedía así de la Copa del Rey en un año en el que existía especial ilusión por llegar lejos en la competición copera. De vuelta a la realidad, el panorama de La Coruña no cambiaba para un Málaga, al que le costaba coger el ritmo a la liga. El Celta y el Zaragoza, equipos de la zona baja, rascaron un punto de La Rosaleda, donde el Málaga comenzaba a flaquear y a dejarse puntos inesperados. En Mallorca sí se lograron los tres puntos en el encuentro final de enero. Eso sí, con mucho sufrimiento ante un cuadro bermellón que mereció más.

Movimientos en el mercado invernal

El cierre del mercado invernal dio que hablar en la ciudad. El Málaga tenía planeado acudir para reforzar posiciones delicadas como la de central, donde Onyewu no daba el nivel, o añadir un complemento más en tres cuartos de campo. Lo que no se preveían eran salidas de jugadores con destino a otros equipos, por lo menos de jugadores importantes en el equipo. Buonanotte, Recio y Juanmi hicieron las maletas para dejar el club. Los canteranos como calidad de cedidos, mientras que el menudo argentino decía adiós al club que le dio el salto a Europa para irse al Granada. El trágico bombazo llegó el día 31 de enero, el último para poder fichar o vender futbolistas. A mediados de la tarde, se hacía oficial la venta de Nacho Monreal al Arsenal por cerca de nueve millones de euros más variables. Esta marcha, junto con la de Cazorla en verano, echaba abajo el crecimiento del proyecto de expansión del equipo, y los aficionados ya alcanzaban a entender la que sería la nueva realidad del club.

Como refuerzos, el Málaga compró a bajo coste jugadores que pudieran asegurar rendimiento y continuidad en el club. Un lateral portugués de 24 años, llamado Vitorino Antunes, llegaba desde el Paços de Ferreira, sonado como unas de las revelaciones de la liga portuguesa, para cubrir el vacío dejado por Monreal. También en la línea defensiva el experimentado central, Diego Lugano, como recambio de la pareja Demichelis-Weligton. Para el ataque, se incorporaron a Lucas Piazón, cedido del Chelsea hasta junio, y a Pedro Morales, un volante diestro chileno proveniente desde el Dinamo de Zagreb que no podría debutar por lesión hasta marzo.

El mejor fichaje: Julio Baptista

El brasileño reapareció catorce meses después con la camiseta blanquiazul después de su última comparecencia ante el Getafe, en noviembre de 2011. Contra el Zaragoza participó en sus primeros minutos después de todo ese tiempo, disputando los veinte minutos restantes. Apenas días después, dispuso de su primera titularidad, ante el Athletic. No era “la Bestia” de antaño porque físicamente no estaba en su estado óptimo, pero contribuyó con su presencia como recurso para Pellegrini e incluso dio puntos al Málaga en algunos partidos.

Febrero sirvió para enderezar al conjunto de Pellegrini en liga y coger de nuevo una dinámica de victorias, mientras el equipo recobraba su mejor nivel. Estas se lograron en Levante, ante el rocoso equipo de Juan Ignacio Martínez, y en casa ante el Athletic, de forma consecutiva. Isco fue el protagonista en la ciudad levantina, marcando los goles del triunfo, el segundo de bella factura. Contra el Athletic, sirvió un solitario gol de Saviola para imponerse al Athletic, en un encuentro en el que Caballero brilló como en tantas tardes y Piazón hacía su primera aparición dejando buenas sensaciones en el equipo, algo que no se repetiría durante su estadía en la Costa del Sol.

Esas dos victorias llegaban en el mejor momento, justo antes de partir hacia Oporto para continuar el sueño de la Champions League, en el que el Málaga se plantaba en octavos de final sin haber perdido ningún partido en fase de grupos. En Do Dragao, el cuadro malacitano acusó el vértigo de las eliminatorias y fue inferior a un Oporto agresivo, que dificultó enormemente el juego de los andaluces, aunque ese dominio del músculo de los dragones no terminó de traducirse en claras oportunidades de gol. Al final, Joao Moutinho dio la victoria a su equipo mandando a la red un servicio de Álex Sandro a la hora de partido. Un gol que no debió subir al marcador por la posición adelantada el medio portugués. El partido concluyó con esa renta a favor de los lusos y cuya resolución se aplazaba hasta tres semanas después con La Rosaleda como testigo de excepción.

Debilitado en liga

Con el duelo contra el Oporto centrando la mayor parte de la atención de la plantilla y las pocas esperanzas de poder combatir la sanción de la UEFA, el Málaga se dejó ir en liga y empezó a caerse. El desgaste de Porto pasó factura en la estrepitosa derrota en Heliópolis ante el Betis, un partido para olvidar de los de Pellegrini, que se fueron 3-0 abajo al descanso y se quedaron con diez posteriormente por la expulsión de Camacho. Duro tropiezo de un Málaga que encaraba al Atlético de Madrid en otro encuentro de máxima exigencia para la temporada que estaban haciendo los colchoneros, aun encaramados en la segunda posición. Un encuentro aguerrido, disputado, con pocas ocasiones de gol y lucha que se saldó con un 0-0 entre las que eran las mejores defensas de la liga, que lo demostraron. El Málaga encadenaría otro empate en Valladolid a la semana siguiente, en el que el tempranero gol de Demichelis se vio replicado por Manucho. Un empate que garantizaba una semana más la cuarta plaza para los malacitanos.

El sueño europeo continúa

Y es un 13 de marzo la fecha señalada en el calendario de todos los malaguistas. Ese día el Oporto visitaba La Rosaleda. Había que remontar el 1-0 en contra de Do Dragao, algo en lo que creía toda la parroquia malaguista, al canto de “Sí se puede”. El Oporto de Vitor Pereira peleaba por el título en Portugal y quería alcanzar unos cuartos de final de Champions League que se resistían desde hacer varios años. Era una oportunidad histórica para el Málaga de meterse entre los ocho mejores del continente. La primera media hora fue una pesadilla para el Málaga, incapaz de desbordar a un Oporto, que dominaba el partido y al que le faltó la puntilla para transformar su ofensivas en goles. El punto de inflexión del partido llegó en un gol anulado de forma inexplicable a Saviola, empujando a puerta vacía tras un mal despeje de Helton, que el árbitro señaló como falta al portero. Ese fue el acicate del Málaga para obrar la remontada. Al borde del descanso, Isco gambeteó cerca del área y se abrió para un disparo de empeine que se coló cerca de la escuadra de Helton. El conjunto de Pellegrini creció desde la reanudación y además, vió como Defour se iba expulsado por su segunda amarilla. Con uno más, el Málaga se lanzó a por el partido hasta que Roque Santa Cruz logró otro tanto para la posteridad, imponiéndose en un córner a los zagueros portugueses. Con algo de sufrimiento al final, el Málaga, con toda la ciudad volcada, consiguió la hazaña de conseguir el pase a los cuartos de final de la Champions League en un día grabado en la memoria.

En el siguiente escollo liguero, el Málaga volvió a acusar el empeño en la competición intercontinental. El Espanyol se llevó los tres puntos de La Rosaleda un domingo por la mañana, realizando un partido práctico y aprovechándose del desgaste de los malacitanos, que cayeron de la “zona Champions” ocho jornadas después, desde el empate ante el Celta.

En Vallecas, el cuadro malacitano compensó ese tropezón ante el Espanyol, ganando por 1-3 al Rayo Vallecano en un partido estelar de Pedro Morales, que mostró su carta de presentación a la Liga BBVA con un golpeo maestro que le supuso un gol y una asistencia. Fue el colofón a tres meses muy cargados en los que el Málaga tuvo que dosificarse para las grandes citas, sin resentirse del todo en liga.

Duro adiós al sueño de la Champions

El mes de abril comenzaba como uno de lo más importantes de la historia para la institución del Málaga CF, ya que durante sus dos primeras semanas se disputaría la eliminatoria de cuartos de final de la Champions League ante el Borussia Dortmund. Esta eliminatoria comenzaba en La Rosaleda con el partido de ida, en el que españoles y alemanes disputaron un magnífico partido en el que ambos conjuntos mostraron su estilo de juego, con numerosas posesiones largas y jugadas trenzadas que maravillaron a los aficionados del templo malagueño. A pesar del buen juego desplegado por los dos equipos, el marcador final sería de 0 a 0, empate con el que se quedaba todo abierto para el partido de vuelta. Tan sólo 6 días después, llegaba la cita más importante en la historia malacitana, la visita del Málaga al Signal Iduna Park, dónde se iba a jugar su pase a las semifinales de la competición de clubes más importante del mundo.

El partido comenzó de manera totalmente diferente a la que se esperaba, debido a que el Málaga se dejó los nervios y la poca experiencia en estas citas en casa y salió a llevarse el partido. Los malagueños golpearon primero con un gol de Joaquín, pero justo antes del descanso Reus ponía el empate en el marcador. La segunda parte avanzaría sin novedades, hasta que se alcanzó el minuto 81, minuto en el que Eliseu ponía el 2-1 en el marcador, dejando a los malacitanos con pie y medio en las semifinales de la Champions, ya que el Borussia Dortmund necesitaba dos tantos en 9 minutos para clasificarse. Pues esto que parecía imposible, ocurrió. Los alemanes con un gol de Reus en el minuto 91 y otro del central Santana, el cual anotó el tanto de la clasificación en claro fuera de juego y tras caerle el rechazo de un centro en el que había cuatro jugadores amarillos por delante de la defensa del Málaga, dejaba de manera muy dura a los malagueños fuera de la competición europea. A pesar de la cantidad de jugadores y de su clara posición antireglamentaria, ninguno de los tres árbitros implicados en esa jugada vieron el claro fuera de juego de los hombres de Jurgen Klopp. El colegiado escocés Craig Thomson, despertó, en esta noche del 9 de abril, al Málaga del mejor sueño que ha tenido en su larga vida.

Resurrección tras la derrota de Dortmund

Tras esta injusta eliminación, el equipo malagueño debía seguir luchando en la competición ligera y dar la cara hasta el final para lograr un puesto de Europa League. El primer paso para conseguirlo se dio en La Rosaleda, dónde la afición recibía como héroes a unos chicos que habían estado regalándole felicidad semana tras semana y que ahora necesitaban a esta afición más que nunca. El recibimiento de los aficionados malagueños fue apoteósico, tanto a jugadores como a uno de los mayores culpables del buen año del equipo, Manuel Pelegrini, al que se le apoyó especialmente debido al fallecimiento de su padre en esa misma semana.

El partido ante Osasuna se saldó con un gran triunfo en el último minuto, victoria que se celebró como un título en los asientos del estadio de Martiricos y que dio vida a los de Pelegrini para seguir hacia delante y terminar en esos ansiados puestos europeos. A esta necesitada victoria, especialmente en el ámbito anímico, le siguieron dos duras goleadas, una en Mestalla y otra, algo más esperada, en el Santiago Bernabéu. Pero si este equipo se ha caracterizado por algo en este año 2013, ha sido por su capacidad de reponerse ante las adversidades y esto es lo que hicieron los blanquiazules. Primero, con una victoria en casa ante el Getafe, luego a falta de dos jornadas conseguía un importante punto en la visita del Sevilla a Málaga y finalmente cerraba la temporada con un espléndido partido en La Rosaleda, en el que se venció por tres a uno al Deportivo de la Coruña, poniendo el colofón a la liga con un gran gol de Isco, el último en La Rosaleda, y con un merecido sexto puesto, que daba el pase a la Europa League, a la espera de la resolución del TAS.

Cita con el TAS e inicio del mercado de fichajes

En los primeros días del mes de junio, una expedición del Málaga CF encabezada por Moayad Shatat, el director general Vicente Casado y el abogado que defendería los intereses malaguistas, Juan de Dios Crespo, entro otros, visitaba Lausana con la intención de convencer al TAS de que esa sanción de un año sin competiciones europeas que cayó sobre el Málaga debería desaparecer y por lo tanto, dejar disputar a los blanquiazules durante la próxima temporada la Europa League.

Pero la respuesta que llegó ochos días después desde Lausana (Suiza), no fue para nada positiva, ya que El TAS desestimó el recurso del Malaga CF, dejando así a los malacitanos sin poder disputar la Europa League, después de haberse ganado esa clasificación en los terrenos de juego realizando una brillante temporada. Esto significó un nuevo jarro de agua fría para la entidad, a la cual solo le quedaba renacer de nuevo y afrontar un movido mercado de fichajes.

Este mercado daba comienzo con una llegada y una salida. La primera llegada era la de Vitorino Antunes, que tras pasar la temporada por la que había firmado aquí en Málaga, decidió alargar su contrato con el club de Martiricos. La primera salida de grandes jugadores de esta plantilla, fue la de Joaquín, que tras haberlo dado todo durante los dos años en la Costa del Sol, decidió salir rumbo a la Fiorentina.

Después de la salida de Pellegrini, uno de los entrenadores más importantes de la historia del Málaga CF, era la hora de buscar un nuevo inquilino para el banquillo malaguista y tras varias semanas de búsqueda la directiva lo encontró, este era, Bernd Schuster, otro entrenador con pasado madridista y con experiencia tanto en la Liga española como en ligas internacionales.

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A la salida Joaquín, le seguiría la de otros dos jugadores claves para el plantel malaguista. La de Manuel Iturra, que se marchaba al conjunto vecino del Granada y la salida que ningún malaguista quería, la de su estrella Isco, que después de varios tira y afloja con Real Madrid y Manchester City, se decantaba por el conjunto madrileño, llegando así la perla del Arroyo de la Miel a uno de los mejores equipos del mundo. De esta manera el mes de junio llegaba a su fin con bastantes bajas importantes de cara a la nueva temporada y con pocas llegadas, tan solo la renovación de Vitorino Antunes y la incorporación del nuevo entrenador Bernd Schuster.

Con el verano llega la remodelación del equipo

El mes de julio empezó marcado por un esperado regreso: Abdullah Ghubn volvía a La Rosaleda tras más de un año ausente. El vicepresidente del club reiteraba el deseo del jeque de convertir al Málaga en algo grande, aunque sus aspiraciones se hubieran visto frenadas por la aparición de leyes como la del “fair play financiero”. Aseguró que acatarían todas las leyes, pero se mostró molesto por la actuación de la UEFA y su director, Platini, para con el club blanquiazul. Acusó a la entidad de utilizar al Málaga como ejemplo sin haberse atrevido a tocar otros clubs europeos con más deudas, pero también más grandes. Aún dolido por la actuación arbitral del partido del Dortmund , también tuvo palabras de agradecimiento para la afición.

La venta de Isco fue dura para el club pero en período estival las marchas continuaron. Toulalan se marchó al Mónaco, dejando buenos recuerdos y 5 millones en las arcas del club, de igual forma, Baptista se despidió de la ciudad asegurando llevarse mucho cariño, pero queriendo cumplir su deseo de volver a Brasil, en concreto al Cruzeiro.

Sin embargo, no todo fueron despedidas. El argentino Tissone llegó libre desde Mallorca en julio, al igual que Bobley Anderson. También hubo incorporaciones para el equipo técnico: el veterano Salva Ballesta fue elegido para entrenar al filial del club, y un jovencísimo Adrián Espárraga, presentado como el nuevo secretario técnico. El joven de solo 22 años, lleva cuatro años colaborando con la entidad de Martiricos, y estuvo en el punto de mira de Pellegrini cuando se marchó a Inglaterra, pero decidió quedarse con su club de toda la vida.

Mientras el conjunto pasaba la pretemporada en Bitburgo (Alemania), alejados de los problemas externos que salpicaban al club, la entidad ponía a la venta las nuevas camisetas, salían los nuevos abonos para la temporada 2013/2014, los cuales volvían a venderse con gran éxito y tras horas y horas de espera en las taquillas del estadio, y se ponían en funcionamiento cinco líneas de autobuses desde distintos puntos de la provincia para facilitar el desplazamiento de los aficionados en los días de partido.

Deportivamente, la era Schuster no podía comenzar mejor. El 17 de julio el conjunto del técnico alemán disputaba su primer partido ante el Genk belga, y salía victorioso por la mínima con un gol del veterano Duda. Otros enfrentamientos de esta pretemporada fueron ante el Galatasaray turco, el Augusburgo, o el Wydad de Casablanca. El club también conseguía un nuevo patrocinador, el BlueBay Hotels&Resorts, con imagen en la equipación del club, lo que supuso una inyección económica necesaria para los blanquiazules.

Agosto llegaba con tres nuevas incorporaciones al equipo, y otra más de carácter técnico. Víctor Varela era destituido como director de comunicación y el periodista Ángel Rodríguez se hacía cargo del puesto. En lo deportivo, el panameño Chen se incorporaba el primer día del mes y, el polaco Pawlowski, tras un culebrón veraniego de problemas con permisos y transfers, también llegaba a la Costa del Sol. El Hamdaoui, a finales de agosto, también se unía a la rutina del club llegado desde la Fiorentina.

Problemas en el arranque

El último partido de pretemporada era en Inglaterra. Los de Schuster se enfrentaban al Aston Villa y caían por 3-2 en un partido en el que despertaron demasiado tarde. Este último encuentro marcaría el inicio de temporada en la Liga BBVA. Un inicio difícil en el que se enfrentaron a tres equipos fuertes. El primer partido de esta temporada los hacía viajar hasta Valencia para enfrentarse al conjunto ché el 17 de agosto, donde caerían con un gol en contra. Los siguientes partidos tampoco mejoraron mucho el resultado. Aunque la imagen dada por el conjunto era buena, los blanquiazules cayeron en La Rosaleda ante el Barcelona (0-1) y en Sevilla empataron a dos goles. Con este punto salvado en tierras sevillanas, la racha del Málaga mejoró en cuanto a resultados.

Portillo y Caballero renovaron con el club a principios del mes de septiembre por un año más, llegando a costar el guardameta actualmente 20 millones de euros. Estas renovaciones de dos figuras tan importantes dentro del vestuario fueron un revulsivo para la motivación del equipo, y los resultados positivos empezaron a llegar. Se impusieron por un contundente 5 a 0 al Rayo Vallecano en casa, después cosecharon un empate sin goles ante Real Sociedad, otra victoria en casa ante el Almería (2-0) y un nuevo empate en Valladolid (2-2). El fichaje de Vicente Casado como nuevo director de marketing del Málaga cerraba el verano blanquiazul.

Comienza la caída libre

Tras cinco jornadas sin volver a probar el sabor amargo de la derrota, el Málaga inició un estrepitoso descenso en el que pasó de ocupar la décima plaza del campeonato, para llegar a bajar hasta la dieciseisava posición de la tabla clasificatoria. El inicio de la caída libre comenzó con la derrota en La Rosaleda frente a Osasuna, un encuentro que, junto a la derrota en el Santiago Bernabéu en la jornada número 9, empañaron la imagen de equilibrio que parecía dibujar el plantel malaguista.

En aquel encuentro ante Osasuna, los blanquiazules tiraron el partido en los primeros 45 minutos, en los que los navarros fueron muy superiores. En los partidos ante Osasuna y Real Madrid, Willy Caballero se coronó como el héroe de los andaluces, evitando derrotas más holgadas.

Sin duda el partido en el que los malacitanos tocaron fondo fue el correspondiente a la jornada número 10, en el que el Celta de Luis Enrique visitó el feudo malaguista endosando un contundente 0-5. Por décima vez en el curso, el técnico alemán volvió a retocar el planteamiento, introduciendo variaciones con las que pocos contaban. El Hamdaoui y Roque Santa Cruz formaron pareja de ataque por primera vez en la temporada. El club de Martiricos vivió su tercera derrota consecutiva, con la consecuente caída hasta dieciseisava posición, la posición más baja en la que se ha situado el equipo en lo que va de Liga.

El Hamdaoui se baja del barco

Dicho encuentro ante el conjunto gallego supuso el fin de la era El Hamdaoui en el año 2013. El jugador holandés e internacional marroquí no participó más en el juego de los andaluces por unas molestias que decía sentir en su rodilla. Por pocos es sabido lo que realmente le pasaba al delantero cedido de la Fiorentina, lo cierto es que sus constantes visitas al gimnasio y su poca aportación en el último tramo del año, no sentaron nada bien a Bernd Schuster, quien en la rueda de prensa previa al partido contra el Getafe mandó un mensaje claro al futbolista: "Desde el día del Espanyol, hace ya bastantes semanas, se queja de la rodilla, y hasta ahora no hemos sido capaces de recuperarle. Sigue con ese tema. La pena es que el peso lo ha aumentado exageradamente, son factores que no se entienden y no hay manera de que vuelva. No hay fecha exacta ni sabemos cuándo puede estar de vuelta", afirmó el alemán.

Parece ser que aquellas palabras de Bernd Schuster despertaron al delantero y unos días antes del parón navideño comenzó a realizar ejercicios sobre el césped y a intensificar el trabajo físico. Según ha informado en los últimos días ‘Diario Sur’, Schuster todavía cuenta con el jugador y si éste recupera la forma física, “volverá a formar parte del grupo”.

¿Luz al final del túnel?

Dejando a un lado la historia de El Hamdaoui, el Málaga siguió con sus compromisos ligueros. Tras la goleada sufrida por el Celta de Vigo tocaba visitar el feudo del Espanyol, el Estadio de Cornellá-El Prat. Ambos equipos venían de sufrir una abultada derrota en la jornada anterior y mostraron un juego conservador que mantuvo, en todo momento, el empate a cero inicial (0-0).

En la siguiente jornada de Liga el equipo remontó hasta la duodécima posición, después de conseguir una importante victoria en el derbi andaluz en el que los blanquiazules se enfrentaron al Betis en La Rosaleda. El encuentro fue muy igualado durante los 90 minutos, pero un gol de Samu Sánchez, en los últimos suspiros, dejó los tres puntos en Málaga. Roque Santa Cruz y Eliseu fueron también artífices de la victoria anotando, cada uno, un gol. De esta manera el plantel malagueño volvió a encontrarse con la victoria más de un mes después (3-2).

La afición sentencia a Schuster

Los puntos logrados ante Espanyol y Betis solo fueron un espejismo y en las dos jornadas siguientes el equipo de Bernd Schuster mostró, de nuevo, su peor versión. Primero en su visita a Los Cármenes, en la que el Granada venció con superioridad a los blanquiazules, quienes, a pesar de adelantarse en el marcador por mediación de Samu, se borraron del encuentro en la segunda mitad y cayeron derrotados por 3-1.

El siguiente compromiso supuso un test crucial para el entrenador alemán, quien se reencontraba con la afición malagueña. Para su desgracia no pudo salvar el choque ante el Athletic de Bilbao y, una vez más, el Málaga salió de La Rosaleda con la cabeza agachada. Schuster apostó por la juventud y salió con Samu Sánchez y Juanmi de inicio. La pasividad del Málaga y la intensidad en el juego del equipo de Ernesto Valverde decidieron el definitivo 1-2. La afición sentenció a Schuster Ante el Athletic se escucharon por primera vez los gritos de “Schuster vete ya” en La Rosaleda. El equipo volvió a bajar posiciones en la tabla clasificatoria situándose en decimocuarto lugar.

Remontada en Liga con fracaso en Copa

En la jornada 14 los andaluces tiraron de orgullo y afrontaron de manera sorprendente un difícil encuentro contra el cuarto clasificado, el Villarreal. La visita a El Madrigal fue el inicio de la remontada en la competición liguera. Los de Marcelino no presentaron su mejor versión ante su afición, aun así, consiguieron adelantarse en el marcador gracias a un gol de Bruno en el minuto 31. Los futbolistas blanquiazules no cesaron en su intento por puntuar y en la última jugada del partido salvaron un punto gracias a un cabezazo de Weligton a saque de esquina que el propio Willy Caballero subió a rematar (1-1).

Ya en el mes de diciembre, el Málaga saboreó el dulce sabor de la victoria en Liga y la amargura de la eliminación en Copa del Rey.

El primer compromiso que presentaba el último mes del año era el choque de ida de los dieciseisavos de final de Copa. El sorteo realizado por la Real Federación Española de Fútbol, emparejó al plantel de Bernd Schuster con Osasuna. El partido de ida se disputó tras el empate logrado en El Madrigal y, tras dicho encuentro, el Málaga esperaba la visita de Osasuna para encarrilar la eliminatoria. El primer partido copero no empezó nada mal para los blanquiazules, quienes llegaron a adelantarse en el marcador con tres goles de diferencia, pero si algo destaca en el fútbol es que nada está escrito hasta el pitido final y en aquel duelo los malacitanos se llevaron una importante lección a su casa. Osasuna inició la remontada en el minuto 57 de partido cuando el Málaga vencía por 3-0 gracias a los goles de Sergio Sánchez, Antunes y Juanmi. Los tantos de Roberto Torres, Onwu y Armenteros, en el segundo tiempo, certificaron el definitivo 3-3. Volvieron a sonar en La Rosaleda las críticas hacia el técnico alemán. Los andaluces se complicaron su estancia en la competición copera y debían afrontar un resultado complicado en El Sadar.

Tras el primer partido de Copa, Schuster debía afrontar la jornada 16 ante un viejo conocido, el Getafe. Cuatro encuentros sumaba el Málaga sin conocer la victoria, y aquel día volvió a dar con ella. El protagonista de la misma no fue otro que Roque Santa Cruz, máximo artillero del conjunto malagueño con 4 dianas. El delantero saltó al césped a falta de 15 minutos y en la primera jugada en la que intervino forzó una falta que terminó cabeceando al fondo de la red, un gol que valía 3 puntos.

De nuevo tocaba partido de Copa, esta vez en el feudo navarro. En el primer minuto de juego los rojillos se adelantaron en el marcador con un gol en propia puerta de Weligton. Eliseu recortó distancias en el 61, pero el coraje de los andaluces no fue suficiente y el valor doble de los goles anotados fuera de casa dieron el pase a octavos a Osasuna (4-4 en el global de la eliminatoria).

A pesar de los altibajos sufridos durante el curso, el equipo blanquiazul consiguió cerrar el año con una victoria fuera de casa ante el Elche. Era el choque correspondiente a la jornada 17, último compromiso antes del parón navideño. El Málaga logró la primera victoria a domicilio en lo que va de temporada. No ganaban fuera de casa desde el 30 de marzo (Rayo 1-3 Málaga). Un gol de Camacho a los pocos minutos de iniciarse el juego, dio la victoria a los andaluces y supuso un broche de oro a un año encumbrado por los buenos y malos momentos vividos por el Club de Martiricos. La poca estabilidad que presenta el equipo no permite definir lo que deparará el 2014, lo que sí se puede esperar es que el equipo se refuerce en el mercado invernal con el fin de pugnar más fuertes por las plazas nobles de la clasificación.

Autores: Raquel Álvarez, Antonio Encinas, Laura Gómez y Carlos Rueda

Edición: Alberto Ardila

Imágenes: As.com, Marca.com, Archivo VAVEL, Diario Sur, Málaga CF y foromalaguistas.com