El Villarreal CF comenzaba el 2013, con el único objetivo de lograr el ascenso que se había prometido a la afición, desde el mismo día en que se consumió el descenso del 'submarino amarillo', tras la derrota del equipo en 'El Madrigal' por 0-1 ante el Atlético de Madrid, con un gol de Radamel Falcao.

El equipo empezaba el año en una situación complicada, ya que, no se estaba mostrando esa superioridad que todo el mundo esperaba que plasmara. Además, se encontraba en un momento en que no se sentían cómodos en su juego y habían comenzado a tener unos resultados muy irregulares que estaba creando una desconfianza en el entorno del club de cara a cumplir el propósito.

El último partido del año, se disputo en el Estadio Municipal de Chapín, que finalizó con un triste empate a 0. Un partido en que se vieron las carencias del equipo, sobre todo, la falta de gol, debido a que desaprovecharon grandes ocasiones para introducir el balón en el interior de la red. De esta manera, se comenzaba el año en la quinta posición de la clasificación con 31 puntos.

El 2013 llegaba cargado de optimismo por parte de la afición, jugadores y directivos que estaban convencidos de lograr el ansiado triunfo del ascenso. Julio Velázquez, era el técnico que estaba dirigiendo al equipo en este angustioso año por la categoría de plata. Sin embargo, los dos primeros partidos en el 2013 se vio reflejada una mala imagen del equipo, al perder en casa por 1-3 ante el filial del Barcelona y, el consiguiente empate a 1 ante el Almería en los Juegos del Mediterráneo. Estos resultados negativos y el mal juego del equipo, condujo a que la directiva del equipo castellonense tomara la decisión de un cambio de entrenador.

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Cambio de entrenador

"El técnico salmantino consiguió 32 puntos, repartidos en 8 victorias, 8 empates y 5 derrotas con un bagaje de 25 goles a favor y 19 en contra"

Julio Velázquez dejaba de ser entrenador del conjunto amarillo, después de haber estado 21 jornadas al mando del equipo amarillo. En ese tiempo, el técnico salmantino consiguió 32 puntos, repartidos en 8 victorias, 8 empates y 5 derrotas con un bagaje de 25 goles a favor y 19 en contra. Con estos números, el Villarreal CF acabó la primera vuelta en la séptima posición, a 6 puntos del Girona -segundo clasificado- y a 17 puntos del Elche -primer clasificado-.

El 14 de enero se decidió que el entrenador que tendría que dirigir al submarino de vuelta a la máxima categoría del fútbol español, sería Marcelino García Toral. El técnico asturiano estuvo entrenando, anteriormente, a Sporting Gijón (2003-2005), Recreativo de Huelva (2005-2007), Real Racing Club de Santander (2007-2008 y 2011), Real Zaragoza (2008-2009) y Sevilla FC (2011-2012).

El éxito de los fichajes en el mercado de invierno

La llegada del nuevo técnico vino acompañada por entusiasmo, esperanza y confianza en el entorno en que se daría la vuelta a la situación. Además, la confianza en el nuevo equipo se agrandó con la llegada de los fichajes en el mercado de invierno. El presidente Fernando Roig y Llaneza consiguieron reforzar de una manera exitosa al equipo. Llegaron jugadores que ya habían estado en la disciplina amarilla, como fue el caso de Jonathan Pereira. Esto produjo un mayor contento entre los aficionados, que veían cómo jugadores que estaban en la élite, llegaban al equipo porque tenían la convicción de que se conseguiría el ascenso. El gallego, era un gran emblema en la entidad amarilla, ya que, es el máximo goleador en las categorías inferiores del Villarreal.

El delantero llegó cedido, con opción de compra procedente del Betis. El jugador disputó un total de 20 partidos. En estos partidos marcó 7 goles, no obstante, la afición recordará con más delirio el gol ante la UD Almería que supuso el ascenso a 1º División. Al conseguir un gran rendimiento, la directiva llevó a cabo la opción de compra por el gallego para que formase parte del bloque en la nueva temporada.

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El refuerzo que más sorprendió por su alto rendimiento, fue el francés Jérémy Perbet. El jugador llegaba procedente de un equipo humilde la liga belga, el Mons. Con este equipo se convirtió en el máximo goleador de la Jupiler Pro League. En eso se fijó la directiva amarilla, a causa de la falta de gol de la delantera del equipo amarillo.

El francés jugó 18 partidos, en los que consiguió 11 goles, siendo el máximo goleador del equipo en la segunda vuelta. Los números del galo le alababan para que llevara a cabo, la compra del jugador por una cantidad cercana a 1.400.000€.

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El fichaje que creó mayor expectación por su juventud y por las críticas recibidas, fue el mexicano Javier Aquino. El jugador llegó procedente del Cruz Azul de México. Su dinamismo fue un constante problema para los equipos rivales, su velocidad fue un aliado que ayudó en muchos partidos que se habían atascado. El jugador de 23 años, disfrutó de la convocatoria con la selección mexicana, mientras militaba en la entidad amarilla. Esto le impidió estar presente en partidos del final de la temporada, entre ellos, el importante partido que se disputó en Barcelona, ante el Barcelona B.

El volante jugó 12 partidos con el equipo amarillo, pero no consiguió marcar en ningún partido esa temporada. Creó peligro, pero no tuvo suerte de cara a portería. Sin embargo, fue una constante ayuda para que el juego fluyera con mayor velocidad y dar una sensación de mayor peligro.

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Un refuerzo muy útil y usado por Marcelino García Toral fue 'Chechu' Dorado. El jugador procedente del Betis consiguió la titularidad por delante de Mellberg -hasta entonces titular en la zaga junto a Musacchio-. En sus partidos disputados, demostró experiencia y, pese a no ser caracterizado por su velocidad, su buen posicionamiento evadía la falta de velocidad.

Sin embargo, el jugador se topó con una lesión que le tuvo apartado de los terrenos de juego y, no le permitió volver a tener ritmo de competición. El zaguero disputó 11 partidos -todos como titular-.

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Otros refuerzos que tuvieron una menos participación, fueron Farinós y Juanma. El primero llevó el peso del equipo en el mediocentro cuando estuvo disponible para los técnicos, aunque una grave lesión le ha apartado de los terrenos de juego. Consiguió marcar un gol frente al Hércules que sirvió para lograr un punto del Rico Pérez. El segundo, no tuvo una cierta regularidad que le permitiera demostrar sus dotes en la banda. Tuvo pocos minutos y no supo aprovecharlos.

Debut agridulce para Marcelino

Había mucha expectación en este duelo ante el Real Madrid Castilla, porque era el debut en el banquillo del asturiano Marcelino García Toral. Él técnico en este primer partido al mando, tuvo muchas bajas en defensa y tuvo que poner en la zaga al canterano, Pablo Iñiguez. Además, tenía la baja de su punta referencia, Uche, por ello apostó por otro canterano, Gerard Moreno en vez de dos jugadores experimentados como eran Cavenaghi y Pandiani.

Le salió todo mal en este primer partido, y el filial del Real Madrid le endosó cinco goles. Algo que dolió mucho, tras la expectación que había creado este partido y la confianza que se había depositado en el técnico asturiano.

Foto: Real Madrid.

14 jornadas sin conocer la derrota

Después de la apabullante derrota del equipo ante el Real Madrid Castilla, Marcelino Garcia Toral consiguió dar con la tecla de la regularidad en los resultados. En estas jornadas, el técnico astuarino consiguió 8 victorias y 6 empates, dejando al equipo en una excelente cuarta posición a tres puntos del equipo que delimitaba la segunda posición, la UD Almería.

El entrenador del conjunto amarillo comenzó esta racha derrotando ante su afición al Sabadell por un contundente 3-0. Los problemas llegaban a domicilio, ya que el equipo no acababa de carburar y crear el mismo estilo de juego que hacen en El Madrigal. Sin embargo, no obtenían derrotas, sino que lograba empatar ante el Guadalajara y el Hércules.

La racha acabó con un triunfo ante el Cordoba que aumentó la confianza de todo el equipo en que era posible, y una nueva victoria frente al Sporting en El Madrigal, en la celebración del 90º aniversario de la aparición del conjunto amarillo. Un postrero gol de Uche en el descuento, creó una atmósfera de positivismo entre los aficionados que veían con buenos ojos el objetivo. La racha de victorias continuaba en El Alcoraz, donde se logró la victoria por la mínima ante la SD Huesca con un gol de Jonathan Pereira. El equipo no acusó el pinchazo en casa ante el Recreativo de Huelva empatando a uno, y logró dos victorias aplastantes seguidas. La primera, a domicilio ante el Mirandés por un claro 1-5; y ante su afición derrotando al Numancia 6 a 1.

La racha continuó con un empate ante el Murcia, donde Manu Trigueros logró el empate en los últimos minutos. Un estadio que estaba lleno de camisetas amarillas en una gran movilización por parte de la afición 'grogueta'.

Luego, se consiguió una victoria por 1-0 ante el Racing de Santander con un gol del canterano Moi Gómez. El próximo partido era ante el líder, el Elche CF. Una victoria acercaría al equipo amarillo al ascenso directo. No obstante, no se logró al victoria en un partido en que el Villarreal dio una mala imagen ante su afición, perdiendo 2-3.

Sprint final hacia el ascenso

Esta derrota no cambió la manera de jugar del equipo, y gracias a esta propia derrota se consiguió una mayor confianza e ilusión por lograr el ascenso. Una nueva victoria en Santo Domingo ante el Alcorcón por 1-3, en un partido donde se vio el gran equilibrio que había conseguido el entrenador. Se contempló a un equipo ilusionado y con ganas de luchar cada balón para conseguir un resultado favorable. En estos momento, el equipo estaba tan motivado que logró una clara victoria ante su rival más directo, el Girona por 4-1 ante el disfrute de la afición.

Las ganas de los jugadores por ascender, se vieron en el complicado partido ante el Xerez, cuando el conjunto amarillo se quedó con un jugador menos por la expulsión por roja directa a Héctor Canteros. El submarino amarillo acabó ganando 3-2 pero sin ninguna facilidad, a pesar de enfrentarse al colista. La afición, en ese preciso momento, ya veía al equipo en la máxima categoría en la temporada siguiente. Esta confianza generada entre los aficionados permitió el hashtag #barcelonaesgrogueta y la movilización de 10.000 al Mini Estadi para apoyar al equipo.

Barcelona es grogueta

La afición sabía que era el último desplazamiento de la temporada, por ello, se animaron a ir una gran masa de aficionados a animar al equipo a Barcelona. Era un partido clave para las opciones del conjunto amarillo de lograr el ascenso directo. Los jugadores correspondieron al gran número de personas que se habían movilizado hacia el Mini Estadi. El Villarreal consiguió una contundente victoria por un resultado de 0-3. Todo se iba a decidir en la última jornada entre la UD Almería y el Villarreal CF que llegaban al choque empatados a 74 puntos.

Victoria ante la UD Almería y ascenso a 1ª División

90 minutos separaban al Villarreal del objetivo tan ansiado. Los dos equipos se enfrentaban con la misma mentalidad, ir a por la victoria desde el primer momento y llevarse el premio. La suerte fue a parar a manos del equipo dirigido por Marcelino que logró la victoria con un solitario gol de Jonathan Pereira ante el furor de la afición que se encontraba en el campo, que veían su sueño cumplido. El Villarreal jugaría la próxima temporada en 1ª División.

La locura se instaló en los aficionados y en los propios jugadores, que celebraron con furor, el sufrimiento que han pasado para conseguir el propósito que se pusieron a comienzos de la temporada. Entre todo esa fiesta y alegría, hubo un magnifico recuerdo hacia Manolo Preciado, ya que fue mostrada su imagen en el marcador durante la celebración. Un bonito gesto del club hacia la persona que hubiera cogido el testigo del equipo a comienzos de temporada, pero la mala suerte se cebó con él y, al día siguiente de haber firmado con la entidad amarilla, fallecía. Un gran entrenador que vivía el fútbol en sus venas y sentía este deporte. Hubiera sido un gran entrenador para el Villarreal CF.

Foto: vozpopuli.

El Villarreal realizó un documental, donde plasma todo lo sucedido durante esta temporada llena de sufrimiento, pero que ha tenido un final feliz. Un año en que la afición ha estado junto al equipo en los buenos y malos momentos y, donde todos los llamamientos hacia ellos han sido correspondidos por una gran masa de personas. Asimismo, Marcelino ha sido el capitán que ha conseguido llevar al submarino por buen rumbo hasta tocar la tierra que se estaba buscando: la Primera División.