Desde que el fútbol es fútbol, muchas han sido las sorpresas que ha dado este bendito deporte del balompié. Pero hay una competición que es más propensa a ofrecer campanadas cada cierto tiempo: la Copa del Rey. De hecho, esta temporada, el Racing de Santander ha sido el encargado de apear a dos Primeras como Sevilla y Almería, tomando el testigo de Mirandés, Alcorcón o Real Unión de Irún entre muchos otros. Sin embargo, el partido que nos ocupa retrocede mucho más atrás y, quizás por ello, no adquirió la relevancia que le correspondía.

Cuarto día del año 1978. El CD San Fernando es uno de los “gallitos” del Grupo IV de Tercera División (por entonces no existía la Segunda B) y lo demuestra solventando tres eliminatorias ante Almería, Nástic y Osasuna (los navarros, por entonces en Segunda no pudieron remontar en El Sadar el 1-0 conseguido por los isleños en la ida). Esta hazaña tiene su recompensa: el Valencia CF, dirigido por Marcel Domingo, visitaría el coqueto y añorado Marqués de Varela en dieciseisavos de final con todas sus estrellas.

El encuentro fue todo un acontecimiento en la Real Isla de León. De hecho, los veteranos cañaíllas cuentan que el partido “se tuvo que jugar a las cuatro de la tarde porque en el campo todavía no se habían instalado focos que generaran luz artificial y desde bien temprano se palpaba un ambiente festivo y no solo por ser Navidad, sino porque nos visitaba un equipo con jugadores de talla mundial (Kempes sería campeón del Mundo con Argentina en su país seis meses después) “

Sin embargo, lo especial de esta historia no fue únicamente que el San Fernando, por entonces entrenado por Román Castillo, se enfrentara a uno de los grandes del fútbol español, sino que logró ganar el que, todavía hoy, 36 años después, se considera el partido más importante de la historia azulina.

36 años después, continúa siendo el partido más importante de la historia del San Fernando.

Y lo hizo de manera autoritaria. Ganando por la mínima pero, según cuentan las crónicas, mereciendo una renta más holgada. Beni, José Luís, Silva, Rafa, Márquez, Popo, Cayuela (Puertas, 83’), Lebrón, Blanquito (Machete, 74’), Chicha y Ravira fueron los hombres que obraron la hazaña con una defensa muy sólida durante todo el choque y, sobre todo, con la magia de tres centrocampistas de la talla de Popo (lateral reconvertido cedido por el Málaga), Cayuela yLebrón (éste último no tardaría en fichar por el Sevilla y ser internacional con España). Arriba, la velocidad de Blanquito, el cuerpo fornido de Ravira y el instinto goleador de Chicha, unido a la gran motivación que suponía ver el viejo Marqués de Varela repleto de aficionados soñando con hacer algo grande.

Chicha marcó el gol de la victoria en el minuto 29.

Tanto Blanquito como Ravira fallaron dos ocasiones de gol claras para ampliar la ventaja, pero lo que quedará para los anales fue el minuto 29. El extremo Blanquito cazó un balón largo de Popo y asistió de manera perfecta a Chicha. El meta Pereira se vio superado por un centro a media altura y el ariete azulino solo tuvo que alojar el balón en la red con el pecho ante el delirio de los aficionados que veían como su ilusión se estaba haciendo realidad.

Aunque, claro está, el Valencia no se iba a quedar de brazos cruzados. Jugando con Pereira; Cerveró, Botubot, Jesús Martínez, Palmer; Arias (Saura 60’), Cabral, Castellanos; Eloy, Diarte (Adorno 46 ’) y Kempes lo raro hubiese sido que los chés no crearan ni una sola ocasión de peligro.

La más clara la tuvo “El Matador” Mario Alberto Kempes. El argentino, mediada la segunda parte, lanzó un auténtico zapatazo que se estrelló en el larguero y, según cuentan de manera exagerada, el esférico llegó al centro del campo y el travesaño se quedó temblando hasta que decidieron demoler el campo en el año 1992.

Kempes lanzó un disparo al larguero que rebotó “hasta el centro del campo”

A pesar de semejante zurriagazo, el encuentro estaba destinado a entrar en el baúl de los recuerdos del San Fernando como Club y de San Fernando como ciudad. Poco importó que, una semana más tarde, el Valencia remontara la eliminatoria con un 4-1 en el Luís Casanova (si bien es cierto que Puertas llegó a clasificar a los cañaíllas momentáneamente anotando de penalti el tanto que suponía el 2-1). Aquel San Fernando - Valencia todavía perdura en la memoria de muchos, los mismos que asistieron esta temporada al encuentro de primera ronda contra la Balona (1-0) y se ilusionaron con repetir la hazaña que se quedó en eso, una mera ilusión, cuando el Tudelano se llevó el triunfo de Bahía Sur en la prórroga y eliminó al SFCD de la Copa del Rey el pasado 11 de septiembre.

Puede que nunca más se vuelva a repetir. O quizás sí. Lo que está claro es que el espíritu del 78, el gol de Chicha al Valencia y aquella eliminatoria, eran dignas de recordar…

Imagen: Cositas de Antonius (sentirseazulino.blogspot.com)

Nuestro más sincero agradecimiento al blog “Cositas de Antonius” por las imágenes y la crónica del partido.

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Sobre el autor
José Manuel  Gallardo
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