Diez años no es nada"

A lo largo de los últimos años, el Depor completó su libro de recuerdos a base de episodios mágicos.Nos frotamos los ojos con el Centenariazo, botamos hasta el infinito con la consecución del título liguero y alucinamos con la mítica remontada ante el PSG con un RIFLE desatado.Pero nunca dimos fe a los milagros futbolísticos hasta que asistimos al aplastamiento del Milan de Carlo Ancelotti.

Por arte de magia, se creó una atmósfera capaz de engullir a cualquiera

Tras el 4-1 sufrido en San Siro a pies de los entonces campeones continentales Kaká, Schevchenko, Pirlo, Maldini, Cafú y cía, sólo unos pocos ilusos sostenían que se podía obrar el milagro. Pero de la desilusión inicial se pasó, días después, al clásico “por qué no” y de aquí directamente, como por arte de magia, a una atmósfera capaz de engullir a cualquiera con un estadio pletórico y convencido de la GESTA.

Nunca lo olvidaré. Siete de Abril de 2004. Una fecha imborrable que disfruté narrando en compañía de mi inseparable Marco Antonio Sande y de mis queridísimos Poli, Guasch, Hevia, Pepe Domingo y Paquito González como director de orquesta.

El Depor asombraba a Europa. Aquel equipo era leyenda. Pandiani, Luque, Valerón y Fran ponían el sello a una noche para el recuerdo. Se hacía realidad una quimera. La intratable squadra rossonera visitaba Riazor con todas sus estrellas y abandonaban Coruña estrellados.

Esa mágica remontada se convirtió en la banda sonora de muchos seguidores blanquiazules. Y yo tuve el lujo de contarlo y cantarlo