Cristian Andres Sánchez Soriano, más conocido como Cristian Sánchez, jugó el pasado domingo su último encuentro con la camiseta de la Unión Balompédica Conquense. El mediapunta salido de la cantera del club ha estado durante doce años no consecutivos en el equipo de sus amores. El capitán se despedía ante su afición y de la mejor forma posible, anotando un gol y realizando un auténtico partidazo.

El propio jugador reconocía que era una decisión tomada hace tiempo, aunque no es fácil dejar lo que es la rutina futbolística de un día para otro. Como todo en la vida hay un inicio y un final. Y el inicio de Cristian como no podía ser de otra forma, fue balompédico. Un chavalín rubio que jugaba en el equipo juvenil y que pronto llamó la atención en el primer equipo.

En esta primera etapa Cristian no lo tuvo nada fácil y en su primer año en el primer equipo vivió momentos difíciles. En ese primer año tuvo que marcharse a Madrid, ya que el Conquense entrenaba allí, además no tuvo los minutos que se esperaba y a final de temporada tomó una de las decisiones más difíciles de su vida. Un jovencísimo Cristian se marchaba de la Balompédica para seguir creciendo y poder tener los minutos necesarios para curtirse.

El destino era Guadalajara, donde estuvo una temporada, para llegar a la siguiente a Mejoreño. Allí estaría otra temporada para firmar posteriormente por el Rayo Mahadahonda, donde jugaría las temporadas 2002/03 y 03/04. En la temporada 04/05 Cristian arrancaría la que sería su última etapa antes de volver a casa. Fichó por la RSD Alcalá, equipo en el que militaba cuando los dirigentes del Conquense se volvieron a interesar por él. Dos temporadas permaneció en Alcalá antes de que una llamada, tras el descenso del Conquense a tercera división, lo convenciera para regresar a Cuenca.

Cristian se encontraba ante sí no solo el reto de demostrar que podía jugar en el equipo de su tierra y su corazón, sino también de lograr devolver al equipo donde se merecía, a segunda división B. Desde aquel momento en el que aceptó la oferta, Cristian se convirtió en una pieza clave para el equipo y en un jugador indiscutible para cualquier entrenador.

Ocho temporadas consecutivas han pasado desde aquel verano de 2006 que concluyeron el domingo 11 de mayo de 2014, en su casa, en La Fuensanta y ante su público, ante Las Palmas B. Cristian ha vivido unos días alborotados para una persona que es pura bondad, humildad y sobre todo con la amistad y el compañerismo como bandera. Todo un ejemplo a seguir y un espejo donde mirarse para los jugadores conquenses que aspiran a jugar algún día en la Unión Balompédica Conquense.

Estas son algunas de las imagenés que dejó el capitán en su último encuentro con la camiseta del Conquense.

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