Era abril de 1955 cuando la UEFA aprobó una competencia entre clubes europeos. Impulsada por el diario francés L'Équipe, para la temporada 1955/56, se llevó a cabo la primera Copa de Campeones de Europa. Hubo 16 participantes y se jugó con eliminatoria directa. Es decir, el torneo comenzó en los octavos de final.

Ahí estaba el Real Madrid. Dirigido por José Villalonga, contaba con algunos de los mejores jugadores del continente como Di Stéfano, Paco Gento o Héctor Rial. Claros favoritos para llevarse el torneo.

El equipo debutó contra el Servette el 8 de septiembre de 1955. Miguel Muñoz y Rial pusieron el marcador favorable para los madridistas, quienes cerraron la eliminatoria en el Bernabéu con un apabullante 5-0. Después enfrentaron al Partizan de Belgrado. Un 4-0 claro en España, hacía ver que el pase a las semifinales era un hecho, sin embargo, los yugoslavos, comandados por el pichichi del torneo, Milutinovic, por poco hicieron la heroica y ganaron 3-0 en la vuelta.

Instalados en semifinales, enfrentaron al poderoso Milán de Maldini y Dal Monte. La ida en Madrid arrojó un 4-2 favorable para los de casa; en la vuelta, pese a las dos anotaciones de penal por parte de los italianos, el tanto marcado por José Iglesias, instaló al Real Madrid en la primera final del torneo continental.

El Parque de los Príncipes en París, Francia citó al Real Madrid y al Stade de Reims para disputar la primera final en la historia del campeonato. La expectación era máxima debido al duelo que habrían de jugar dos de los mejores jugadores del mundo. De un lado, Alfredo Di Stéfano y del otro Raymond Kopa.

40.000 espectadores fueron a ver el partido. Leblond adelantó a los franceses al 6' y Templin agrandó la ventaja al 10', sin embargo Di Stéfano cortó distancias en el 14' y antes de acabar el primer tiempo, Rial empató el partido. Ya en la segunda mitad, Michel Hidalgo puso al Stade arriba otra vez, pero 5 minutos después, el defensa Marquitos empató. Al final fue Rial quien dio la victoria a los españoles al 79'. La primera Copa de Europa era propiedad del Real Madrid. Aunque solamente fue el inicio de una época, hasta ahora irrepetible, en el fútbol europeo.

La Segunda

Tras la gran Copa de Europa que hizo Kopa, el equipo madridista lo fichó. Su llegada se compaginó con la promoción al equipo titular de Francisco Gento. Lo mejor estaba por llegar.

Debido a la gran aceptación de la gente, para la 1956/57, se incrementó el número de participantes. El Madrid dejó en el camino al Rapid Viena, al Niza y al gran Manchester United de Bobby Charlton.

La final se jugó contra la Fiorentina. El Santiago Bernabéu fue el estado elegido debido al campeonato obtenido por el Madrid una temporada antes. Una increíble cantidad de 125.000 espectadores se dio cita en el partido que definió el segundo título de la Copa de Europa.

La delantera del Madrid era de miedo. Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento. El poderío madridista resistió hasta la segunda mitad, cuando Alfredo anotó de penal al 70', solamente cinco minutos después, Gento puso el 2-0 definitivo.

La Tercera

El Real Madrid ya era temido en Europa. Era amo y señor, no existía equipo capaz de ganarle una eliminatoria. Para la 1957/58, la llegada de Santamaría al equipo le dio un plus a la defensa madridista.

Se divirtieron con el Royal Antwerp de Bélgica (8-1 en el global) en la primera ronda, humillaron al Sevilla en la segunda (10-2 el global) y con el Vasas tampoco tuvieron problemas (4-0). Sin embargo, pese a que el camino había sido tranquilo, en la final esperaba un equipo con sed de venganza. El Milán.

67.000 personas acudieron al Estadio Heysel en Bruselas para ver a los dos mejores equipos de Europa. Fue un partido bastante cerrado, de las mejores finales de Copa de Europa dicen algunos. Schiaffino adelantó al Milán al 59', pero Di Stéfano empató al 74'. Dos minutos después, Grillo volvió a adelantar a los italianos, pero de nuevo el Madrid empató; esta vez con gol de Rial al 79'.

El partido se fue a tiempos extras. Alguna vez, Alfredo Di Stéfano, hablado sobre ese partido, dijo que veía gris el panorama para su equipo: “Solamente Gento nos podía hacer ganar”, dijo. Y así fue, Paco Gento anotó al 107’ el gol definitivo que daba al Real Madrid su tercera Copa de Europa al hilo.

La Cuarta

Para la 1958/59, el conjunto de Madrid tuvo una alta que sin duda, marcó otro antes y después, casi como la de Di Stéfano. La superestrella húngara, Ferenc Puskas pasó al Madrid y junto a Alfredo, hicieron una de las mejores temporadas de la historia del equipo.

Puskas llegó pasado de peso, algo que a Carniglia, entrenador del Madrid, no le gustó. Llegó con el presidente y dijo: "No sé lo que podré hacer con este hombre, le sobran unos cuantos kilos". Sin embargo, Don Santiago Bernabéu fue claro con él: "Ahí está usted para ponerlo a punto".

El Real Madrid comenzó la temporada en busca de su cuarta victoria al hilo en la Copa de Campeones. Besiktas fue el primer rival y a los cuales despacharon con global de 3-1. Los merengues se enfrentaron al mejor equipo austriaco de la época, el Wiener Sport-Club. Arrasaron tras ganar 7-1 en la vuelta; 0-0 había quedado el primer partido.

En semifinales, el ser vieron las caras con el  Atlético de Madrid. En la Liga no se veían tan bien, pero en la Copa de Europa, el equipo de Daucik daba otra cara. En la ida, jugada en el Bernabéu, Rial y Puskas dieron la victoria de 2-1 a su equipo, Chuzo anotó el descuento del Atleti.

Para la vuelta, Collar marcó el único tanto del encuentro y obligó a que en la serie pasara a jugarse un playoff. Se jugó en La Romareda y temprano en el partido, Di Stéfano abrió el marcador, aunque dos minutos después, Collar empató. Antes del final del primer tiempo, Ferenc Puskas puso el 2-1 definitivo.

Otro año, otra final. Ahora en Alemania, el Neckarstadion se llenó de 70.000 espectadores dispuestos a ver al Madrid caer por primera vez desde que se instaló la competencia en 1955.

El rival era el ya conocido Stade de Reims, aunque ahora parecía que tenía un mejor equipo que en la primera final cuatro años atrás. Comandado por Just Fontaine, los franceses eran serios candidatos para desbancar al campeón. Sin embargo no pasó. Enrique Mateos mató las esperanzas del Reims apenas al minuto 2'. En el ocaso del primer tiempo, hubo penal a favor del Real Madrid; Mateos lo pidió pero lo falló. Pero en el 47', Di Stéfano cerró el resultado. 2-0 y cuarto campeonato al hilo.

El defensor José Emilio Santamaría, alguna vez comentó que para aquella final, la prima por ganar era de 35.000 y 40.000 pesetas para cada jugador. Cuando llegaron al vestuario tras ser campeones, Bernabéu se acercó al equipo y dijo: "¡Sois cojonudos!"

La Quinta

El Madrid iba a cerrar un ciclo de una manera como solamente ese equipo podía hacerlo.

El 12-2 sobre el Jeunesse Esch de Luxemburgo solamente fue el inicio. Golearon 6-3 al Niza, con quienes perdieron la ida 3-2 y en semifinales apabullaron al acérrimo rival con dos marcadores de 3-1. Quinta año consecutivo disputando la final y ahora el rival era el Eintracht Frankfurt.

Ellos llegaban tras humillar 12-4 al Rangers de Escocia en semifinales. El Hampden Park logró tener 127.261 aficionados al fútbol en espera de ver a los españoles o alemanes coronarse.

Kress adelantó al Frankfurt al 18', pero solamente fue un espejismo del recital que llegaría por parte de la pareja de moda del fútbol europeo. Tres chicharros de Di Stéfano y cuatro de su colega Puskas dejaron, como si hiciera falta, más en claro quién era el mejor equipo de Europa. Stein logró descontar por los alemanes al anotar al 7'2 y 75'.

Fin de la hegemonía

Tras caer en la primera ronda frente al Barcelona en la 1960/61, se rompía la hegemonía blanca en Europa, pero no iba a tardar en llegar a otra final. Goleada al Vasas en la primera ronda, humillación (12-0) al Boldklubben en la segunda, sufrida victoria en un tercer partido contra la Juve en cuartos, goleada al Standar Lieja en semifinales. Ese fue el camino del Real Madrid para regresar a la final de la Copa de Europa. Esta vez en 1962

El Benfica de Eusebio, quienes ya habían ganado el torneo una temporada antes, fue mucho para el Madrid de Puskas. El húngaro puso arriba al Real Madrid con goles al 17' y 23', pero Águas al 25' y Cavém al 34', empataron el partido. De nuevo Puskas puso arriba al Madrid en el 38', pero los tantos de Colunga al 51' y el doblete de Eusebio al 65' y 68', pusieron el 5-3 definitivo.

Dos años después, en la 1963/64, otra vez llegarían a una final europea. 7-0 al Rangers, 8-4 al Dinamo Bucarest, 4-3 al Milán y 8-1 al Zurich, fueron los resultados para llegar al Praterstadion en Viena. Jugaron contra el gran Inter de Milán comandado por Sandro Mazzola y que tenía otros grandes jugadores como el español Luis Suárez y Giacinto Facchetti.

Di Stéfano, Gento, Puskas y Amancio no pudieron con los italianos. Mazzola anotó un doblete y Milani otro tanto más. Felo descontó por el Madrid. Por segunda vez en dos años, el Real Madrid perdía una final de Copa de Europa.

La Sexta

En 1965, Di Stéfano dejó el Real Madrid. Pero llegaron jugadores como Sanchís y Pirri. Ganaron la liga ese año. Y otra vez dos años después de la última final, el Real Madrid dirigido por Miguel Muñoz se medía ante su propia historia. En el camino dejaron al Feyenoord, Kilmarnock, Anderlecht y se vengaron del Inter de Milán. Del otro lado estaba el Partizán, otro viejo conocido, quienes habían eliminado al Manchester United.

La cita era en otra ciudad ya conocida, Bruselas. El Heysel Stadium vio coronarse al Real Madrid por sexta ocasión en la Copa de Campeones de Europa. Vasovic marcó al 55', pero Amancio y Serena, ambos con un golazo, dieron la vuelta al marcador y así, agrandaron la leyenda madridista.

Larga espera, triunfo negado

El Real Madrid se ausentó de finales de Copa de Europa por 15 largos años. Ya no quedaban rastros de aquel equipo dominante y que imponía un respeto absoluto en Europa. Era 1981 cuando regresaron a una final.

De la mano de Juanito y Santillana, el Madrid deshizo al Limerick irlandés en la primera ronda. Después vencieron al Budapest Honved. En cuartos Isidro metió dos goles en la vuelta para derrotar 2-0 en el global al Spartak Moscú y en semifinales, Juanito y Santillana, la pareja de oro, eliminó al Inter.

La final se jugó contra el mítico Liverpool de Bob Paisley. El partido fue cerrado y parecía que se iría a tiempos extras, pero Alan Kennedy, al 83', marcó el gol definitivo que daba a los Reds su tercer título de la Copa de Europa.

Tras este descalabro, el Real Madrid no supo lo que era llegar a la última instancia de la Copa de Europa hasta 1998, pero esa es otra historia...