La gran mayoría de los aficionados de la UD Las Palmas estarán de acuerdo en que una de las mejores etapas en la historia del club fue la década de los 70, donde una generación inolvidable de jugadores tanto extranjeros como canteranos destacaron tanto en España como en Europa, logrando hitos que permanecerán siempre en la memoria del aficionado.

Esta gran etapa comenzó en 1973. Después del fallecimiento de un histórico del club como fue Guedes, Las Palmas hizo oficial el fichaje de Daniel Carnevali, un portero desconocido para muchos pero que dejaría huella en el club. Este es un repaso a su trayectoria profesional, siempre plagada de éxitos.

Inicios en Argentina

Daniel Alberto Carnevali Spurchesi nace en Rosario el 4 de diciembre de 1946. Se cría en las calles rosarinas y se forma en la cantera del Rosario Central, donde debutaría con el primer equipo en 1967 y donde destacó sobre todo en competición copera argentina, en especial en los choques frente a Quilmes y Newell`s.

Los siguientes cuatro años de su carrera los pasa en dos clubes diferentes. En 1969 ficha por el Atlanta, donde juega 38 partidos y encaja 56 goles (1,47 goles de media). Ya al año siguiente se marcha al Chacaritas Juniors, donde encuentra algo de estabilidad y pasa tres años allí, siendo uno de los referentes para los suyos (136 partidos y 154 goles encajados, con 1,13 goles de media).

Llegada a Gran Canaria

Es en 1973 cuando ficha por su primer y único equipo europeo de su carrera. Miguel Muñoz se lo trae del Chacaritas y fue el desencadenante de la llegada de los otros tres argentinos: Quie Wolff, Miguel Ángel Brindisi y Carlos Morete. Junto a los canteranos Tonono o Jose Juan, el cuadro amarillo vivió unos años dorados, tanto en España como en Europa: tercer puesto en Liga, subcampeonato de Copa del Rey, manita al Sloboda bosnio en UEFA...esas fueron las hazañas de un equipo que no conocía límites.

Carnevali, que estuvo seis años en el club, jugó la friolera de 194 partidos con la elástica amarilla, en los que encajó 252 goles. Es en los últimos años de la década de los 7o cuando los argentinos empiezan a abandonar la disciplina amarilla. El primero fue Wolff, que se uniría a las filas del Madrid en 1977. Después se irían Brindisi y el propio Carnevvali, y en 1981 se marcharía el "puma" Morete.

 También se debe destacar sus partidos como internacional. Vistió la camisa de la Albiceleste en 40 ocasiones, y fue uno de los indiscutibles en el Mundial de 1974 de Alemania, donde jugó en los cinco encuentros que su equipo disputó.

Vuelta a Sudamérica

En 1979 regresa al equipo de sus inicios, el Rosario Central, donde estaría tres temporadas y donde recibiría 150 goles en 121 encuentros, llevando a su equipo a la conquista del título liguero en 1980. Se fijó en Colombia en 1984, y en ese mismo año se une a las filas del Junior de Barranquilla, dond llegó a alcanzar el segundo puesto en el campeonato liguero. Al año siguiente vuelve a otro club en el que estuvo en sus inicios, el Atlanta, donde juega 38 partidos y encaja 57 tantos.

Sus últimos seis años los pasó en dos equipos diferentes. De 1985 a 1988 jugó con el Colón de Santa Fe, otra vez en Argentina. Allí consigue la mejor media de su carrera (0,92 goles por partido en 105 encuentros jugados). Su último equipo fue el Central Córdoba, donde disputaría 30 encuentros y donde se retiraría en 1991, a los 44 años.

Pese a colgar las botas, no ha dejado de ser una gran ayuda para la UD Las Palmas, donde fue entrenador de porteros y donde en 1997 fundaría la escuela de fútbol que lleva su nombre. Para los amarillos también ha trabajado como ojeador, y fue uno de los asesores de la Universidad de Las Palmas cuando el equipo estaba en Segunda B. Por todo ello, el club le condecorará, tanto a él como a sus compatriotas con la medalla de oro y brillantes del club. Un reconocimiento por su gran labor en el club donde se dio a conocer en todo el mundo.