El Sestao acababa la primera vuelta de la temporada 2013/14 con 28 puntos, en la zona media dela tabla, lejos tanto de los puestos de playoffs como del descenso, cumpliendo así su principal objetivo a comienzos de liga. Ni siquiera la racha goleadora de su delantero Jito Silvestre hacía pensar en los éxitos y emociones que depararían un nuevo año, en el que la plantilla sufrió una reducción a 18 efectivos tras las bajas del defensa Arkarazo y el portero Moral, compensadas con la incorporación del también guardameta Raúl Domínguez.

Temporada 2013/2014: remontada de campeón

Comenzaba el Sestao la segunda vuelta con un incontestable triunfo a domicilio en Getafe (0 -3), premonitorio quizá de la racha triunfal que se avecinaba, aunque la mejoría en el juego no se traduciría en demasiados puntos durante el mes de enero. Así, tras un infortunado empate en casa ante el Tudelano (1 -1) y otro, con tintes épicos, en campo de Las Palmas Atlético (2 – 2), la dolorosa derrota en Las Llanas ante el Toledo (1-3) parecía confirmar la senda de la irregularidad sestaoarra.

Ese 26 de enero se convertiría en un punto de inflexión en la trayectoria del equipo verdinegro. Desde entonces y hasta el final del campeonato, los pupilos de Viadero comenzaron a enlazar una victoria tras otra (Sariñena, Bilbao Athletic, Real Unión, Amorebieta, Fuenlabrada y Puerta Bonita) hasta encadenar seis triunfos seguidos. La efectividad goleadora de la primera vuelta dejaba paso a la sobriedad defensiva de una zaga que en los últimos quince encuentros sólo iba a encajar ocho goles. Los empates a domicilio ante rivales directos como Leganés (0-0) y Huesca (1-1) confirmaban la fortaleza de una escuadra que se volvía a asomar a los playoffs y que se aupaba a la primera posición tras su victoria en Llodio (0-2) a falta de seis jornadas para el final de liga. Hasta doce partidos sumaron invictos los sestaoarras, que festejaron con goleada al Conquense (4-0) el River Eguna, y a quienes ni siquiera desanimó el volver a caer derrotados en el derbi ante el Barakaldo (0-1) ni la plaga de lesiones y sanciones sufridas en el tramo final y decisivo del campeonato.

Crecido ante las adversidades, el River soportaba el acecho de sus perseguidores, y sus dos últimos triunfos ante los filiales de Atlético de Madrid (1-2) y Real Madrid (3-1) servían para certificar matemáticamente los playoffs, y el alirón respectivamente. Una espectacular segunda vuelta con 43 puntos conseguidos en 2014, la capacidad ofensiva del segundo equipo más realizador de su grupo con 61 goles, y su rendimiento fuera de Las Llanas (mejor visitante del grupo con 31 puntos) fueron los argumentos de un campeón que preparaba el asalto a la categoría perdida por el extinto Sestao Sport allá por 1996.

Playoffs: doble oportunidad perdida

La primera eliminatoria, que otorgaba el premio del ascenso directo a Segunda División, cruzó al Sestao con el histórico Albacete, campeón del grupo IV. Ni la condición de ser el mejor equipo en cuanto a puntuación obtenida de toda la Segunda B, ni el hecho de contar con el factor campo en desventaja amilanó a los pupilos de Ángel Viadero, que hicieron soñar a los aficionados que abarrotaron Las Llanas en el partido de ida, cuando Diamanka ponía el 3-1 a mediados del segundo tiempo.

Sin embargo la polémica hizo acto de presencia en forma de dos penas máximas con las que el equipo manchego ponía finalmente un empate a tres que le hacía partir con ventaja para el encuentro de vuelta. Herido en su orgullo, el River no se arrugó ante la adversidad, y en los primeros veinte minutos acallaba a los casi 20000 espectadores que llenaban el Carlos Belmonte con los goles de Jito y Gerardo. Desgraciadamente el equipo sestaoarra volvería a dilapidar tan sustancia ventajosa antes del descanso, sin ser capaz en los últimos cuarenta y cinco minutos de obtener el tercer tanto que les habría devuelto a la división de plata.

Sin terminar de digerir el mazazo, los de la Margen Izquierda rindieron visita al Nastic de Tarragona, otro ‘coco’, en la segunda oportunidad brindada por su privilegio de campeón. No sólo el estado anímico sino el físico de una plantilla bastante corta de efectivos pasaría factura al equipo vizcaíno, que, no obstante, volvía a ilusionar a los suyos tras el empate a un tanto obtenido en tierras catalanas. Un nuevo gol del pichichi Jito, tercero en los playoffs para un total de 28 en toda la temporada, parecía confirmar el renacer del River, aunque la historia se volvería a repetir en el partido de vuelta en Las Llanas, donde, tras adelantarse en el marcador con otro gol de Jito, dos goles visitantes en la segunda parte pondrían el final amargo a la más dulce de las temporadas del Sestao River.

Verano de cambios con sorpresa final

Como era de esperar la primera decisión de la directiva presidida por Albeto Lozano, Martxi, fue la de renovar a Ángel Viadero, uno de los técnicos más cotizados de la categoría. Conseguido esto, la secretaría técnica trabajó para conseguir la continuidad de los pilares de la plantilla, de la que sólo el meta Etxebarrieta tenía contrato. La renovación de Raúl Domínguez, Resines, Cabero, Guerrero y sobre todo Jito Silvestre fue celebrada por el aficionado verdinegro, que quedó sin embargo sorprendida por la no continuidad de otros titulares indiscutibles como Esnaola o Gerardo, que marchaban a Real Unión y Barakaldo respectivamente.

Lamentablemente los cantos de sirena de equipos de superior categoría hicieron mella en la plantilla del campeón, y así Álex García, siguiendo a su mentor Carlos Terrazas en el Mirandés, y Pape Diamanka, regresando a tierras madrileñas de la mano del Leganés, daban el salto a Segunda División. Junto a ellos, y a escasos dos días de producirse el cierre del mercado, Josu Hernáez, el gran capitán anunciaba sorprendentemente la intención de seguir los pasos de su compañero Álex y recalar en Anduva, a pesar de haber renovado apenas un mes antes.

La marcha del buque insignia verdinegro obligaba al cuerpo técnico a reaccionar a marchas forzadas con la incorporación de Ander Lafuente para cerrar una nueva plantilla trazada sobre las mismas directrices del primer proyecto: experiencia en la categoría (Jaio, Cacho, Medina), conocimiento previo (Riki), y por supuesto el genuino aporte vizcaíno (Méndez, Eneko Rubio, Artabe), sin olvidar el toque exótico de hasta tres jugadores de origen galo: Yacine Qasmi, Guillaume Khous y Yanis Rahmani.

Temporada 2014/2015: una incógnita por resolver

A la luz de los números, el River, aunque con dos puntos menos, se encuentra en la misma novena posición en la clasificación que la temporada anterior, pero con la posibilidad de incluso mejorar la primera vuelta de entonces si es capaz de vencer en La Fuensanta en el primer partido del nuevo año.Sin embargo los 26 puntos conseguidos en este tramo de la compatición gracias a sus siete partidos ganados y cinco empatados saben a poco en el club de Las Llanas.

Tras acabar la pretemporada veraniega invicto y sin encajar un solo gol, el comienzo de liga auguraba cierta continuidad, al menos en cuanto a dinámica de resultados, con la temporada pasada. Dos trabajadas victorias en Las Llanas (2-1 ante el Tudelano y 3-2 ante la Real Sociedad B), con la aparición decisiva de Jito en ambas, y dos valiosos empates a domicilio frente a Real Unión y Huesca, situaban a los sestaoarras en la pole position de los favoritos, haciendo olvidar la desilusión que supuso caer eliminados a las primeras de cambio ante el Leioa en Copa del Rey.

Hubo que esperar a la quinta jornada para que los verdinegros sufrieran su primera derrota en el Pedro Escartín de Guadalajara. Los primeros puntos cedidos en casa tras la visita del Toledo (0-0) dieron paso al estreno de victorias a domicilio en El Cerro del Espino (0-1 ante el Atlético B), resultado que se repetiría una semana después frente a otro filial madrileño, el Getafe B, con destacada actuación en ambos partidos de un Raúl Domínguez que conseguía milagrosamente mantener a cero su marco.

La solidez defensiva mostrada por los de Viadero tuvo un punto de inflexión tras el partido de Fuenlabrada, donde además de una contundente derrota por 3-0 los verdinegros debían lamentar la lesión de su estandarte y goleador Jito Silvestre, un percance del que el equipo se iba a resentir notablemente. Paradójicamente, el River no pareció notar la ausencia de su pichichi en los dos siguientes partidos, saldados con una sufrida victoria ante el colista Trival Valderas (3-1) y un triunfo in extremis en Lezama, que además de hacer historia significaba el punto álgido de la actual temporada para los sestaoarras, que se hacían con el liderato en la undécima jornada.

Zidane pasó por Las Llanas

Contrariamente a lo esperable, el ascenso a lo más alto de la clasificación produjo vértigo en el equipo de la Margen Izquierda, que desde entonces y hasta la última jornada del año sólo sería capaz de sumar dos de los siguientes dieciocho puntos en litigio. La sucesión de derbis provinciales dejó un saldo negativo para el River, que no sólo perdería la imbatibilidad en casa - Amorebieta (0-2) – sino que confirmaba su maldición en Lasesarre (1-0), para terminar encadenando su tercera derrota consecutiva ante el novel Leioa (1-2). Con Jito ya en liza pero con evidente falta de ritmo, la sangría de puntos pudo frenarse parcialmente con dos empates a domicilio en Socuéllamos y Vallecas, no sin sufrir el tercer tropiezo seguido en Las Llanas ante el Real Madrid Castilla de Zidane.

El retroceso hasta la duodécima posición de la clasificación de un equipo reñido con las victorias y con los goles propició un ambiente más que especial para lo que fue el último partido de 2014 ante Las Palmas Atlético. Afortunadamente para los intereses verdinegros la confirmación del retorno goleador de Jito Silvestre, con tres goles en los dos últimos partidos, guió al River en su reencuentro con los tres puntos (3-2), otorgando un poso de tranquilidad y un margen para la esperanza en un entorno resistente a olvidar lo vivido en la primera mitad del año que agoniza.

El once de 2014

Raúl Domínguez. El ex guardameta del Sporting de Gijón, que llegaba en enero como único refuerzo invernal, se hizo con la titularidad en la recta final del campeonato, momento desde el cual se ha convertido en el titular indiscutible de la portería verdinegra. Ágil y rápido en las salidas, sus intervenciones han salvado muchos puntos para los verdinegros. Si a ello añadimos su calidad humana, no es de extrañar que se haya convertido en uno de los ídolos de la afición de Las Llanas.

El ambiente en el vestuario, clave del éxito

Iñaki Urkizu. El carrilero diestro de Berastegi fue una de las revelaciones de la temporada. Debutante en la categoría de bronce, su lesión en las primeras jornadas de liga le obligó a ganarse los minutos lejos de su habitual posición de lateral derecho. Utilizado también como mediocentro, su rapidez y proyección ofensiva le convirtieron en el comodín de Viadero.

Fernando Resines. A pesar de su juventud el cántabro se hizo pronto con la titularidad en el lateral derecho, posición en la que se convirtió en fijo para un técnico que, en su segunda temporada, se ha decidido a utilizarlo más como defensa central aprovechando su rapidez, capacidad de anticipación e inteligencia.

Fernando Cabero. Ya sea de pivote defensivo o de defensa central, el navarro se ha convertido en pieza clave del sistema de contención verdinegro. Sobrio atrás, poderoso en el juego aéreo en ambas áreas, se ha convertido además en una pieza táctica fundamental, y, por supuesto, uno de los líderes del vestuario verdinegro.

Sergio Rodríguez. El extremeño, llegado en verano, se ha hecho amo indiscutible del lateral izquierdo, siendo, de hecho, el único jugador que ha disputado hasta la fecha todos los minutos de la actual temporada. Correcto en labores defensivas, ha demostrado las condiciones técnicas que le avalaban, convirtiéndose en uno de los mejores asistentes del equipo.

Pape Diamanka. El centrocampista senegalés demostró ser algo más que la nota exótica de la plantilla del River. Verdadero motor del equipo, a su portentoso despliegue físico por todo el campo, añadía un papel fundamental en la presión y en peligrosas incorporaciones desde la segunda línea del ataque. Demasiado impulsivo a veces, atemperar sus acciones fue uno de los grandes retos de su entrenador durante toda la temporada.

Dani Guerrero. El centrocampista catalán fue la habitual pareja de Diamanka en el doble pivote de Viadero, poniendo el contrapunto al juego del futbolista africano. Renovado en verano, su labor oscura y táctica, repleta de intangibles, le hace ser la extensión de Viadero en el terreno de juego y nuevo capitán del equipo.

Josu Hernáez. Capitán del equipo y termómetro del juego ofensivo del Sestao. Centrocampista completo, con habilidad para conducir el balón, regatear, pasar y disparar. Su calidad y sacrificio durante tantos años le hizo ganarse el cariño de la afición y el respeto de sus compañeros.

Álex García. Aunque le costó entrar en forma, el exjugador del Guadalajara cumplió con las grandes expectativas que generó su fichaje. Desde el flanco izquierdo del ataque, fue capaz de generar numerosas asistencias al tiempo de convertirse en el segundo máximo goleador de su equipo.

Gerardo Carrera. El “Guaje” de Las Llanas resultó ser el perfecto complemento de Jito en la dupla atacante del Sestao. Un incordio para la zaga rival por su constante presión, ya fuera desde la mediapunta o como falso “nueve” se mostró siempre atento al desmarque en ruptura, arriesgando en el uno contra uno, y ganándose a la grada con alguna filigrana en cada partido.

El mejor de 2014

Jito, primer y último goleador del año

Jito Silvestre. El delantero centro se ha ganado por méritos propios la etiqueta de estrella y líder del equipo y sigue empeñado en romper todos sus registros en su “segunda juventud” en Las Llanas. Autor del primer y último gol del año, sus 19 dianas obtenidas en 2014 le han servido para ser el pichichi verdinegro en ambas temporadas, pero sobre todo se han traducido en gran cantidad de puntos para su equipo. El catalán, casi infalible desde los once metros, ha demostrado en Las Llanas ser, además de un certero y completo rematador, el auténtico referente ofensivo del nuevo River tras la marcha de sus principales figuras.