Hubo un tiempo en que las Ligas no se ganaban con cien puntos. Hubo un tiempo en que varios equipos competían, ponían las cosas difíciles e incluso superaban a los trasatlánticos de fútbol español. Hubo un tiempo que los campeones perdían tres, cinco, siete y hasta diez partidos en una temporada. Así ocurrió el curso 97/98, cuando el FC Barcelona ganó la Liga con mucha autoridad (nueve puntos sobre el segundo) a pesar de perder diez encuentros y acabar el campeonato con “solo” 74 puntos. El Athletic Club y la Real Sociedad fueron segundo y tercera respectivamente; Betis, Mallorca y Celta, quinto, sexto y séptimo. Entre el subcampeón y el octavo clasificado mediaron tan solo cinco puntos. Una igualdad de otros tiempos.

29 de marzo del 98. Un FC Barcelona líder y lanzado hacia el título visitaba Balaídos en la jornada 31 del campeonato. Enfrente, un Celta dirigido por Javier Irureta que dejaba ver lo que podría llegar a ser y de hecho fue en los años siguientes. Figuras como Mostovoi, Karpin, Dutruel, Djorovic, Revivo o Mazinho empezaron a brillar ese año. El primer escalón de la era dorada del club.

Lucho se fue de vacío muchas veces de Balaídos. (Foto: Mundo Deportivo).

El FC Barcelona de Van Gaal, con Figo, Sonny Anderson, Giovanni y dos futuros celestes como Celades y Luis Enrique, compareció en Balaídos dispuesto a continuar su carrera hacia el título, carrera que fue frenada en seco por un Celta claramente superior, que pasó por encima de los culés en su camino hacia la UEFA.

Haim Revivo adelantó a los de Irureta a los 21 minutos y el futuro entrenador de Celta y Barça, Luis Enrique, empató seis minutos después. No tardó demasiado en volverse a adelantar el Celta, por medio de Mostovoi en el 32. El tanto del ruso dio pie a una segunda parte de una inmensa superioridad celeste que Mazinho, el padre de Rafinha, plasmó con un tercer gol.

Lucho ya sabe lo que es sufrir en Balaídos de azulgrana

El extécnico del Celta vuelve al Municipal vigués y vuelve con el Barça. Pero el asturiano ya conoce la experiencia de cuando era jugador, y sin demasiado éxito. En los ocho años que Luis Enrique fue jugador culé, solo ganó dos veces en Balaídos, en la 96/97 (1-3) y en la 99/2000 (0-2). El resto de los partidos se saldó con cuatro victorias celestes y dos empates. Además de los choques ligueros, el gijonés visitó Vigo como azulgrana dos veces más, en UEFA y en Copa del Rey, y en ambas perdió, aunque en el enfrentamiento copero no jugó.

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Sobre el autor
Borja Refojos
Estuve en VAVEL desde octubre de 2012 a enero de 2016. En ese período coordiné la sección del Celta desde julio de 2013 hasta diciembre de 2015, así como la cobertura del Mundial 2014, además de escribir crónicas, reportajes y todo tipo de artículos informativos. Actualmente trabajo como redactor en la Axencia Deportiva Galega (ADG Media) y colaboro en tuRadio 88.4 Vigo. Email de contacto: [email protected]