A mediados de abril de 1996, la época de Cruyff en el Barcelona agonizaba. Sin embargo, aún existía la posibilidad de conquistar un título europeo. Con la Liga casi imposible (acabaron terceros) y habiendo perdido la final de Copa del Rey en la prórroga ante el Atlético de Madrid una semana antes, el Barcelona podría llegar a la final de la Copa de la UEFA. Si hacía bueno el 2-2 que traía de Múnich, el equipo del neerlandés llegaría a otra final europea, aunque en esta competición era a doble partido.

Estaba siendo un año complicado en Barcelona. Emblemas como Koeman, Eusebio, Txiki, Romário, Stoichkov (aunque volvería del Parma tras la marcha de Cruyff) habían salido el verano anterior. Figo, Popescu y Kodro, junto con los Bakero, Nadal, Sergi, Ferrer, Carles Busquets (padre de Sergio) o el actual entrenador del Bayern Pep Guardiola intentaron reconducir al Dream Team que había empezado a morir en la final de Atenas de 1994.

Solo la Copa de la UEFA estaba dando alegrías. Se habían superado cuatro rondas para llegar a esa eliminatoria con el Bayern entrenado por Otto Rehhagel.  El israelí Hapoel Be'er Sheva, el portugués Vitória Guimarães, el Sevilla del actual entrenador de porteros culé Unzué y Suker como delantero y el PSV Eindhoven de Ronaldo Nazário fueron cayendo en las sucesivas rondas. Los goles en el Olímpico de Múnich de Óscar García Junyent (ahora entrenador) y del rumano Gica Hagi parecían buena señal para superar la penúltima etapa.

El Bayern fue el último rival europeo del Barça de Cruyff

El partido durante la primera parte concedió ocasiones para ambos equipos. Fue Kodro quien inició el carrusel de disparo cruzando en exceso un centro de Figo tras el primer cuarto de hora. La respuesta la cometió Nerlinger, con un disparo lejano que la cara externa poste envió a saque de puerta. Oliver Kahn aparecería por primera vez para detener un libre directo de Popescu y lanzar un contragolpe que pudo ser mortal, pero que Christian Ziege bombeó demasiado. Sin embargo, pasada la media hora el Bayern se puso por delante. Un mal rechace de Carles Busquets a tiro de Mehmet Scholl lo aprovechaba un solitario Markus Babbel dentro del área pequeña.

El gol del Bayern, que en ese año también tenía azulgrana su primera equipación, obligaba al Barcelona a empatar el partido. A menos de diez minutos para el final y con el Barcelona asentado en campo contrario llegó la jugada decisiva. Nadie había para frenar la carrera del polaco Marcel Witeczek hasta que en la frontal Miguel Ángel Nada metió el pie para desviar el disparo del 0-2. Iván de la Peña, en el 88 y tras una fuerte falta directa también desviada a gol por un rival, metió picante y puso emoción al final del encuentro. Finalizaba así la aventura europea del último Barça de Cruyff. 

A pesar de haberse disputado el partido el 16 de abril, ninguno de los dos entrenadores acabó la temporada en su cargo. En Barcelona y poco más de un mes después, Cruyff era cesado de malas maneras por el presidente Josep Lluís Núñez y el vicepresidente Joan Gaspart. La firma del contrato el 17 de mayo de Sir Bobby Robson para la siguiente temporada precipitó el cambio. Fue el segundo de Cruyff hasta ese momento Carles Rexach quien ocuparía el asiento en los dos partidos que restaban. Por otro lado, el futuro campeón de la Eurocopa 2004, Rehhagel no acabaría su primer año en el club bávaro y, por lo tanto, no ganaría esa final de la UEFA. Fue el mito viviente Franz Beckenbauer quien la levantaría la primera UEFA del equipo alemán desde el banquillo tras ganar al Girondins de Burdeos 2-0 y 1-3.