Como viene siendo habitual desde la nueva normativa sobre la violencia en el fútbol de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), cada martes la Liga de Fútbol Profesional (LFP) envía un escrito al Comité de la Competición Profesional donde se recogen los cánticos que incitan a la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. Cada jueves, este escrito es enviado a la Comisión Antiviolencia, que decide las sanciones a los clubes implicados.

El partido disputado entre el Málaga CF y el Sevilla FC el pasado sábado 23 de mayo aparece en dicho informe por expresiones y cánticos proferidos exclusiva y mayoritariamente por seguidores del Málaga CF. Estos aficionados han sido enlazados al club de la Costa del Sol por portar camisetas y banderas con símbolos identificativos, pancartas de los grupos conocidos como “Frente Boquerón” y “Malaka Hinchas” y por situarse en ambos fondos detrás de las porterías.

Estos dos grupos de aproximadamente 300 seguidores realizaron de forma coral y coordinada en repetidas ocasiones cánticos como los siguientes: “Puta biris oe!” en referencia al grupo de aficionados del Sevilla FC conocido como “Biris Norte”, “Puta Sevilla”, “Queremos un tsunami en el Guadalquivir”, “Reyes maricón”, en referencia al jugador sevillista José Antonio Reyes, “Sevillistas hijos de puta”, “Sevillistas hijos de puta, los boquerones con su muerte lo disfrutan” y “barrio de yonquis, Triana barrio de yonquis”.

En este escrito, tampoco quedan excluidos los aproximadamente 500 seguidores sevillistas que se dieron cita en La Rosaleda el día del partido y que también entonaron cánticos ofensivos contra la hinchada local. La principal diferencia es que estos no quedan registrados en los vídeos del encuentro.

Para evitar este tipo de incidentes, antes del encuentro se adoptaron diferentes medidas de prevención de la violencia como controlar exhaustivamente las pertenencias de todos aquellos que accedían al recinto deportivo, repartir papeles en las puertas de acceso recordando las medidas antiviolencia y leer por la megafonía del estadio un mensaje para que los aficionados no realizasen actos que incitasen a la violencia.

Además, la Federación de Peñas Malaguistas colocó una nueva valla con el lema “Fútbol SI violencia NO”. Ya durante el encuentro, el club local decidió elevar el volumen de la música ambiental para intentar disminuir unos cánticos que se estaban produciendo desde los exteriores del recinto. Finalmente, a la media hora de la primera mitad, con motivo de los continuos cánticos proferidos por “Frente Boquerón” y “Malaka Hinchas”, el Director de Seguridad y el enlace con las peñas dialogaron con los líderes de ambos colectivas con el objetivo de que cesaran y/o se moderasen dichas actuaciones.

Estas medidas no fueron suficientes y, tras la reunión en el Consejo Superior de Deportes (CSD) del pasado miércoles de la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte que contó con la visita del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y del presidente del CSD, Miguel Cardenal se han acordado una serie de sanciones.

La primera es una multa de 3001 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por un periodo de seis meses a un aficionado que rompió el asiento en que se encontraba tras un gol del Sevilla, mientras que la segunda afecta a un hincha que desafió a los funcionarios haciendo alarde de un tatuaje que contenía ofensas graves contra la Policía. Además, al ser identificado, se le intervinieron varias pegatinas con simbología nazi. Su multa y su prohibición de acceso a los recintos deportivos es equivalente a la del otro aficionado.