El filial amarillo saltaba al terreno de juego sabiendo que únicamente le valía la victoria para conseguir la tan ansiada permanencia.

El Anexo del Estadio de Gran Canaria presentó su mejor aspecto, con numerosos aficionados de Las Palmas y un grupo de fieles procedentes de Cartagena que no dudaron en dejarse la voz por animar a sus respectivos equipos.

El once inicial de Mingo Oramas prácticamente no presentaba novedades, salvo la inclusión de Enrique Castaño para sustituir al sancionado Pepe. La ausencia del centrocampista supuso el principal quebradero de cabeza para el preparador insular.

El partido comenzó con un alto ritmo de juego propuesto por la vela chica, que llegaba al área visitante con bastante facilidad, aprovechando así para poner en jaque a la retaguardia adversaria.

Sin embargo, los guantes de Limones salvaron varias ocasiones claras de los amarillos.

Antes del descanso, el guardameta Ale Martín salvó una ocasión clara tras una falta cerca del área lanzada por el equipo visitante.

El partido se disputó con numerosas faltas ocasionadas por el cuadro cartagenero, un conjunto que contaba con el claro deseo de interrumpir constantemente la disputa para así intentar que las numerosas ausencias con las que contaba no comenzaran a pasar factura, mientras que el colegiado seguía apostando por dejar jugar.

El árbitro designado para impartir justicia durante la mañana de este domingo mostró, en un principio, varias cartulinas amarillas a los jugadores del conjunto isleño, aunque también se las mostró al equipo de Manuel Sánchez en las faltas más claras.

En la segunda parte se desató la euforia. Jesús Álvaro logró aprovecharse de una gran acción combinativa en el frente de ataque con Néstor para anotar el primer tanto y, de este modo, poner en ventaja a los palmenses.

Aún contando con la ventaja en el marcador, los amarillos no bajaron los brazos en su intento de sentenciar el partido

No obstante, el cuadro visitante logró sacar partido de su única llegada a portería durante el encuentro para anotar el gol de la permanencia. Gato salió desde el banquillo para poner un centro que Carlos Martínez transformó en gol para romper en mil pedazos las ilusiones grancanarias.

Fue en este momento del partido, tras el gol del Cartagena, cuando el propio máximo responsable técnico visitante quiso acabar con la disputa al grito de ''ahora no se juega, balones fuera''. Posteriormente, sus hombres no dudaron en utilizar sus armas para perder tiempo.

Con seis minutos añadidos por el colegiado, Las Palmas Atlético no cesaba en su intento por lograr el gol de la victoria.

Tanta desesperación por ver cómo el tiempo iba en contra acabó provocando varios choques seguidos entre jugadores locales y visitantes.

El pitido final sentenciaba un campeonato en el que la mala suerte y la irregularidad pesó más que el buen juego del filial amarillo durante las últimas siete jornadas.

90 minutos más el añadido en el descuento no fueron suficientes para que Las Palmas Atlético consiguiera la permanencia en la categoría de bronce. Una recompensa amarga a tanto esfuerzo por parte de los de Mingo Oramas, que tendrán que jugar en Tercera División el próximo curso.

El máximo responsable técnico amarillo, Mingo Oramas, atendió a los medios tras la finalización del partido, reconociendo que varios futbolistas del actual plantel están capacitados para competir en el fútbol profesional, mientras que el lamento por perder la categoría fue permanente durante todo el discurso: "Hemos nadado muchísimo y nos hemos quedado en la orilla, nos vamos a Tercera División sin perder los últimos siete partidos. Estoy muy orgulloso de mis jugadores y lo vine a decir al principio y ahora también, en un futuro los veremos en el fútbol profesional. Es una lástima que no hayamos podido mantener la categoría pero el fútbol es así".

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