No hay dudas. La Champions League está a 180 minutos de volver a Mestalla. Dos temporadas después el Valencia logra meterse entre los cuatro primeros. Demasiado tiempo para los blanquinegros. Y más después de la ardua travesía por el desierto. Un camino marcado por la inestabilidad económica, social e institucional. El proyecto de Peter Lim arranca dando pasos certeros y cumpliendo objetivos.

El Valencia no solo regresará a la Champions League, sino que ha demostrado varias cosas. Primero que han vuelto a ser un equipo competitivo. Molesto para los grandes y capaz de lo mejor y de lo peor. Que no solo de dinero vive el proyecto. Y es que los fichajes más caros – Rodrigo, Negredo y Enzo Pérez – no han rendido al nivel esperado. Por su parte Otamendi, Mustafi y André Gomes han demostrado su calidad. Nuno ha disipado el fantasma de la destitución por temporada. Y sobre todo ha conectado con una afición exigente, pero entregada como ninguna cuando le dan un ápice de ilusión. Por eso ha sido nombrada la mejor del curso por la Liga BBVA. El valencianismo tiene motivos para creer. El ‘proyecto Lim’ margen de crecimiento. El Valencia, por fin, va viento en popa a toda vela. 

Un Valencia bronco y liguero

El objetivo che era el regreso a la Champions League. Centrar todas las fuerzas en el torneo doméstico. Ni siquiera distraerse con la Copa, un torneo que tiraron por la borda casi al inicio. El camino no ha sido fácil, pero sí certero y con una línea a seguir clara. La regularidad ha sido clave para la consecución del objetivo.

El camino del técnico luso comenzó en Sevilla. En el Ramón Sánchez Pizjuán. Un enfrentamiento con cuentas pendientes. Lucas Orban ya demostró en agosto que este equipo tendría mucho corazón. Tras eso el Valencia se abonó al ‘club del tres’. Cuatro victorias seguidas anotando tres tantos hasta dejar a los ches como líderes del campeonato tras dos meses. Logrando en la jornada siete el viaje de vuelta. La confirmación. Una contundente victoria frente al Atlético de Madrid (3-1) en Mestalla. Con el estreno de Peter Lim en el palco y el debut de Álvaro Negredo.

La victoria frente al Atlético fue un golpe encima de la mesa. (Foto: EFE).

Pero el equipo bajó el pistón tras esto. Tan solo la victoria de El Madrigal maquilló un mes aciago. Empate en Mestalla frente a un Athletic que desactivó al conjunto che por completo. Las derrotas a domicilio frente al Levante y al Deportivo dejaron tocado al Valencia. Y el gol de Busquets en el descuento apuntilló una racha para olvidar.  Y para rematar un punto y gracias en Los Cármenes.

La llegada de 2015 trajo nuevos vientos a la Avenida de Suecia. Eso y a Enzo Pérez en forma de regalo de Navidad. Real Madrid y Sevilla sucumbieron en tierras valencianas. Y Atlético y Villarreal sufrieron para obtener un punto frente al equipo blanquinegro. Mientras que el Athletic  sufrió para restarle dos puntos al Valencia en Bilbao. Tan solo la derrota en Málaga cortó una progresión en clave de tres puntos. Almería, Espanyol, Getafe, Córdoba, Deportivo, Real Sociedad y Elche cayeron contra un conjunto lanzado a la Champions League.

El Valencia iguala con 77 puntos la mejor temporada de su historia

Aunque el objetivo tuvo que esperar. El empate en Vallecas y frente al Real Celta además de la derrota en el Camp Nou apretó las cosas. El Sevilla acechaba la cuarta plaza con una dinámica igual o mejor a la valencianista. Paco Alcácer a quince minutos del final de la liga obró el milagro. Un gol para sellar la cuarta plaza. Alcácer quedó con la Champions.

Una copa de vuelta

El Valencia solo aguantó dos asaltos en el torneo copero. Después de eliminar al Rayo Vallecano en la primera ronda, el Espanyol mandó a casa a un equipo mudo, absorto y de rodilla. La afición sentía que era un buen año para lograr el título. La benevolencia del sorteo con el cuadro y la ausencia de competición europea eran razones suficientes para asaltar un torneo que desde 2008 no se celebra en Mestalla.

El Rayo Vallecano fue un hueso duro de de roer. Más de lo esperado. La rotación lógica de Nuno no surtió efecto. Y una actuación excelsa de Negredo y De Paul permitió a los valencianos irse con ventaja a la vuelta. El coliseo che dictaría sentencia. Y de qué manera. Un partido no apto para cardíacos. Amago de infarto en Mestalla. El Valencia empató (4-4) con el Rayo Vallecano. Pero con mucho sufrimiento. Los madrileños tuvieron fe y merecieron un premio mayor. El conjunto vallecano logró irse con dos goles de renta al descanso. Sin embargo la épica y los cambios del técnico local igualaron el marcador. Una clasificación que presagiaba el desastre.
 
El Espanyol se convirtió en el verdugo valencianista. Pese a la victoria en casa el gol de Stuani hacía saltar las alarmas. El Valencia perdió en Barcelona y dijo adiós a la Copa del Rey. Una competición que los blanquinegros tiraron por la borda. La derrota en el Power 8 fue merecida por la imagen mostrada. La expulsión de Mustafi y la eclosión de Caicedo dejaron al Valencia absorto, de rodillas y fuera de la Copa.

El Valencia tiró la Copa en Barcelona. (Foto: Lázaro de la Peña | Valencia CF).

Notable alto para el primer año del ‘Nunismo Ilustrado’


Nuno Espírito Santo desembarcaba en la capital del Turia sin cartel. Después de lograr una final de Copa Portuguesa con el Rio Ave. Un panorama similar al del pasado curso con Miroslav Djukic y al del anterior con Mauricio Pellegrino. Apuesta por la inexperiencia.
 
El técnico luso llegaba con grandes referencias, pero a pesar del apoyo del propietario Peter Lim, la empresa era mayúscula: conquistar a la grada de Mestalla y regresar a Europa. Y lo ha conseguido. Todo. Desde el minuto uno el preparador luso se ha ganado a la afición che. Tanto en el campo con resultados como en sala de prensa con sus constantes agradecimientos al público. Nuno ha dotado al equipo de regularidad, carácter y sobre todo, equilibrio. Algo necesario para vivir en los puestos altos de la tabla.

Nuno, entrenador revelación para la UEFA

Nuno Espírito Santo ha sido nombrado mejor entrenador del mes por la Liga BBVA en dos ocasiones. Además del técnico revelación para la UEFA. Eso cuando las casas de apuestas auguraban un fracaso mayúsculo siendo el primer técnico destituido. Sin embargo la exigencia para el próximo curso será mayor. Y mejorar sus carencias una obligación. La falta de autocrítica y una óptima gestión durante momentos puntuales del partido serán sus deberes para el verano. 

Una plantilla con mayoría de aciertos

El pasado verano de 2014 Nuno, Amadeo Salvo y Rufete tenían una complicada papeleta. Completar la revolución que el director deportivo comenzó en invierno de 2014. Y además hacerlo de manera exitosa con réditos inmediatos. Una plantilla de la que salieron veinte jugadores y llegaron otros diez. Treinta operaciones entre fichajes, ventas, rescisiones de contrato y cartas de libertad. Una auténtica locura.

La cuarta plaza y los numerosos galardones recibidos han refrendado el éxito del trabajo de Rufete y Nuno. Diego Alves ha sido el amo y señor de la portería che con 37 partidos jugados. Además de ser elegido como mejor portero del curso por los lectores de VAVEL. Yoel ha sido la cruz de la moneda puesto que ante la falta de oportunidades y de confianza cuando las tuvo, no ha demostrado ser un candado cuando falle el brasileño.

La zaga ha sido una de las sensaciones de la competición y media Europa ha puesto sus ojos en ella. La tercera defensa menos goleada del campeonato cuenta con dos puestos en el once de oro de VAVEL: Otamendi y Gayà. El argentino irá a la Copa América como premio a su campaña. Un general en la defensa que además ha sido el defensa más goleador de la liga con seis tantos. Por su parte el lateral de Pedreguer, pretendido por el Real Madrid y finalmente renovado pro el club che, ha sido elegido Jugador Revelación por los lectores de esta casa. Una madurez con veinte años que está aporreando la puerta de Vicente del Bosque. Asimismo Shkodran Mustafi, nombrado en el once revelación por la UEFA, ha dado la serenidad y la colocación a la vehemencia de Otamendi. Mientras que Orban y Cancelo han sabido aprovechar sus momentos de refresco pese a llegar a un club nuevo.

Otamendi ha sido una de las sensaciones del curso. (Foto: Lázaro de la Peña | Valencia CF).

El medio del campo también ha dado mucho que hablar. Para bien y para mal. Parejo, incluido en el once de Oro de VAVEL, ha sido el capitán y el máximo goleador de la plantilla. Cuando no ha estado al nivel o se ha ausentado por lesión el Valencia no tuvo timón. André Gomes ha podido brillar con luz propia gracias a la libertad otorgada por sus compañeros en el trivote. Magia y efectos especiales en la sala de máquinas valenciana. Mientras que Javi Fuego ha vivido una segunda juventud. La cruz la han protagonizado Enzo Pérez y De Paul. Los dos argentinos han mostrado destellos de su calidad, pero por unas razones u otras no se han asentado en el once de Nuno.

La delantera también ha tenido disparidad de actuaciones. Paco Alcácer, a pesar de la competencia, ha vuelto a ser el ariete más anotador del club. Además de sellar su presencia en las convocatorias con España. Una serpiente con olfato asesino. Algo que le ha faltado a Negredo y a Rodrigo. Ambos llegaban con la vitola de ‘bombas’. Dos excelsos peloteros para elevar el ataque che. Lo cierto es que ni el vallecano, ni el hispano brasileño han demostrado su valía. Asimismo Piatti y Feghouli se han ganado una reputación excelente en la grada valenciana. Sin millones de por medio, ambos extremos se han convertido en imprescindibles. Aportaron equilibro al equipo. Ayudas en defensa y amplia aportación en ataque. Fijos para el técnico luso

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