Tres años después de ganar la Champions en París, el Barcelona volvía a lo más alto en la competición europea de la mano de Pep Guardiola. Tras una temporada excelsa, los azulgrana buscaban ganar el tercer título posible y hacer un año perfecto. Con un juego espectacular y unos jugadores de ensueño, la final los podría catapultar hacia el selecto grupo de equipos para la historia, como el Ajax del 74 o el Milan de Sacchi, entre otros.

Ronaldo quería repetir

Cristiano Ronaldo quería repetir el título logrado en Moscú el año anterior ante el Chelsea y salió a por todas, siendo muy agresivo y creando muchísimo peligro. Le creó muchísimos problemas tantoa Touré como a Piqué y buscó la portería rival en cualquier momento en el que tenía un metro de espacio. Park tuvo la mejor ocasión tras un mal rechace de Valdés, pero la envió fuera, preludio de lo que pasaría a continuación.

Foto: zimbio.com

Ocho minutos de asedio inglés acabaron con una jugada escandalosa de Andrés Inies, que hizo fácil lo difícil y, tras superar a dos rivales en el centro del campo, le puso la pelota a Eto'o para que el camerunés driblara a Vidic y, con la puntera, superara a Van der Sar. 1-0 y jarro de agua fría para los ingleses que, a partir de ese momento, quedarían a merced de un equipo campeón.

Ni las bajas condicionaron a los culés

Alves y Abidal no pudieron formar parte del once de la final, siendo uno de los hándicaps más importantes del equipo de Guardiola, que tuvo que poner a Puyol en el lateral derecho y Touré en el centro de la zaga, con Busquets en el centro del campo en su primera temporada en el primer equipo.

Otro de los jugadores que no llegó en su mejor momento a la cita final fue Thierry Henry, aquejado de unas molestias en la rodilla desde el Clásico en el que tuvo que ser sustituido y el Barcelona ganó por 2-6.

Pero a pesar de ello, la identidad del equipo se mantuvo y demostraron que eran el equipo que más en forma estaba. Pero el resultado era corto y el miedo a cualquier gol encajado, sobre todo con Cristiano Ronaldo enfrente, hacía manterner la seriedad a los culés.

Xavi y Messi para llevar la Copa a Barcelona

En la segunda parte el Barcelona siguió ejerciendo el dominio y la autoridad sobre el césped, a base de controlar el partido mediante la posesión de balón y las combinaciones en el centro del campo, con un Eto'o de extremo derecho y sin delantero centro puro, ya que Messi se juntaba por dentro con Xavi e Iniesta.

Foto: Uefa.com

Y en una de las acciones en las que Messi aparecía por la zona del medio, un centro medido de Xavi para el argentino alegraba la noche a los aficionados del Barcelona. Con un magnífico cabezazo, por encima de Edwin Van der Sar, Messi ponía el 2-0 y cerraba la final, llevando la Champions al Camp Nou y cerrando la mejor temporada de la historia del club hasta el momento.

El triunfo de un estilo de juego, de unos jugadores de la cantera y de un entrenador de casa. El triunfo de años de trabajo, de una filosofía, de un método. El triunfo del trabajo, de la constancia y de la dedicación.

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Sobre el autor
Xavi Vàzquez
Aficionado a todo tipo de futbol y a hablar de ello. Administración de empresas.