El Recreativo de Huelva llegaba a esta temporada tras haber estado a un solo gol de meterse en la promoción de ascenso en la pasada campaña a las órdenes de Sergi Barjuan.

Con el fichaje de José Luis Oltra como entrenador y, como bien decía el lema de la campaña de abonados, "La Ilusión vivía en Huelva", pues todo preveía que, en el tercer año a los mandos de los nuevos propietarios (Gildoy) el club decano ascendería a la Liga BBVA.

Pero no comenzaron bien las cosas en el seno recreativista cuando al finalizar el periodo de fichajes de verano, Oltra convoca una rueda de prensa donde expone que el objetivo no es el de ascender. Él llegó a Huelva con unas condiciones y una serie de jugadores que el consejo de administración albiazul no fue capaz de darles, por distintos motivos, siendo el económico el más importante.

Aún así, la temporada deportiva no empezó del todo mal para el cuadro andaluz que llegó a la jornada decimotercera (donde venció al por entonces colista, Albacete por 4 goles a 1) situado en la mitad alta de la tabla. 

Mientras tanto, en el plano económico, el Recre tenía varios frentes abiertos en cuanto a deudas se refería. Aparte de la deuda con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social, el Recreativo le debía varias mensualidades a sus trabajadores y jugadores, con lo que el rendimiento en el día a día y en los partidos de cada jornada empezaban a verse.

Cuesta abajo y sin frenos

Tras la goleada al Albacete en el Nuevo Colombino, el Recreativo de José Luis Oltra comenzó una caída libre que le llevó a estar en la jornada vigésimo primera en puestos de descenso, una zona en la que se mantendría perenne para casi todo el resto de la temporada.

Los jugadores y el entrenador eran una piña, el equipo y los aficionados otra. El club, por el contrario, se encontraba enfrentado a ambos sectores, tanto con los jugadores como con la afición como con la propia prensa, pues en una rueda de prensa del presidente Pablo Comas hablando sobre la situación del club, a mitad de la misma comenzó a insultar y a menospreciar a los medios de comunicación locales.

Deportivamente el equipo era una hecatombe y el primero en sufrirlo fue el entrenador, José Luis Oltra. El técnico valenciano llegó a encadenar once partidos consecutivos sin ganar y fue despedido dejando al equipo en los puestos de descenso. De los 24 partidos de liga que comandó Oltra, 5 fueron victorias, 7 empates y 12 derrotas, consiguiendo un total de 22 puntos.  Mucho apoyo tuvo Oltra en su despedida tanto por los que habían sido sus jugadores como por la afición que no le veían como el culpable de la situación deportiva.

Un atisbo de esperanza

Sin dinero para poder firmar a otro entrenador ni para poder pagar el finiquito a Oltra, el Recreativo de Huelva decidió colocar a Juan Manuel Pavón al frente de la primera plantilla. El nuevo técnico había entrenado al División de Honor y conocía el club al haber formado parte de sus filas desde hacía casi una década.

Aunque no se estrenase con una victoria, los partidos que jugó el Recreativo a los mandos de Pavón dejaron claro que si había alguna esperanza era con el técnico onubense. Partidos clave como el del Sporting de Gijón en Asturias o frente al Real Betis en Huelva dejaron muy buenas sensaciones en la ciudad andaluza con esperanzas sobre el juego desplegado para poder salvar la categoría.

Sin embargo, un buen día el club lanza un comunicado oficial donde expone que se ficha al portugués José Domínguez como nuevo técnico. Algo que causó muchas dudas entre los aficionados al ver la buena dinámica que había adoptado el equipo en los partidos que había dirigido Pavón.

Un final esperado

Aunque se estrenó con victoria, José Domínguez no pudo obrar el milagro y en el partido frente al Osasuna, el equipo más antiguo de España consumó su descenso a la categoría de bronce, a la espera de lo que pueda pasar hasta el 31 de Julio con los pagos que adeudan a la entidad recreativista

Al final de temporada, Onda Cero destapó en su tertulia los datos de las cuentas de la última campaña cuyos datos eran más que preocupantes. Por su parte, el club no mostraba ni hablaba ni hacía ninguna referencia al tema económico, es decir, la transparencia brillaba por su ausencia.

En los últimos días se ha llevado a cabo la venta del paquete de acciones de la empresa Gildoy (con un 75% de las acciones del equipo aproximadamente) a un grupo hispano-mexicano del que se desconocen datos ni nombres.

Futuro incierto

El futuro que tiene el club onubense por delante es cuanto menos dudoso, pues mientras el resto de equipos de Segunda División B ya refuerzan sus plantillas, en el club decano las miradas están puestas en el palco y en los pagos de las deudas que tiene abiertas.

En cuanto a los jugadores, muchos de los que han destacado esta temporada como Menosse, Pedro Ríos o Montoro saldrán de la entidad albiazul que tendrá que echar mano de la cantera con alguno de los jugadores que ya han hecho mella esta propia temporada como Dani Molina, Antonio Domínguez o Caye Quintana entre otros.