Es y será uno de los futbolistas más recordados por la afición del Málaga CF. Su fuerza, su compromiso y su carácter dentro y fuera de los terrenos de juego, fueron algunas de las señas de identidad de un delantero que pasó en el club costasoleño una bonita etapa de su carrera deportiva. Sin embargo, su trayectoria durante los dos años y medio que formó parte del club andaluz se vio truncada en varias ocasiones por lesiones de gravedad que le tuvieron apartado de la competición muchos partidos.

Su llegada marcó el inicio de la ilusión

Tras su llegada en enero de 2011 procedente de la Roma, Júlio Baptista sembró altas dosis de ilusión en la entidad blanquiazul. Cuando llegó a la ciudad andaluza, el equipo marchaba 16º a solo tres puntos de la zona de descenso. A la conclusión del campeonato, el conjunto costasoleño acabó 11º.

El debut de 'La bestia' se produjo en el encuentro ante el FC Barcelona en el Camp Nou. Los de Pellegrini perdieron por 4-1 en un partido fácil para los blaugranas. En la siguiente jornada, ante el Valencia en Mestalla, Baptista anotó su primer gol con la elástica del Málaga CF. Primer tanto de los 9 que anotaría aquella temporada con la blanquiazul en solo 11 partidos disputados. El punta brasileño se quedó a cinco goles de igualar a Salomón Rondón, pichichi del equipo de Martiricos aquella campaña con 14 dianas.

La aportación goleadora de Baptista durante dicha temporada sirvió para ayudar al Málaga a puntuar en hasta seis encuentros. Sus goles desatascaron algunos partidos grises para el conjunto de Pellegrini y ayudaron a conseguir el objetivo de la salvación en una Liga muy igualada.

Las lesiones apagaron la llama

Con la llegada de Al-Thani al club andaluz, el Málaga vivió la época más dulce de su historia deportiva. En la 2011/2012 se conformó una plantilla a base de talonario en la que Van Nistelrooy, Toulalan, Monreal, Cazorla, Joaquín o Isco llevaron al equipo blanquiazul a clasificarse para la siguiente edición de la Champions League al concluir en cuarta posición la temporada.

Pero hubo un hombre que no pudo gozar del protagonismo que hubiese querido. Una lesión tuvo apartado a Júlio Baptista durante prácticamente toda la temporada y únicamente pudo participar en cuatro encuentros, en los que anotó un gol de chilena ante el Getafe.

Pero 'la bestia' seguía con hambre

Pese a la fustración vivida en la temporada 2011/2012 a causa de las lesiones, 'la bestia' siguió despierta para resurgir con fuerza con el inicio de un nuevo curso liguero marcado por la primera participación en su historia del club malagueño en la máxima competición europea.

El 3 de febrero de 2013, Baptista reapareció ante el Real Zaragoza en La Rosaleda tras un calvario de 15 meses de lesión. El brasileño fue ovacionado por la afición malaguista que quiso desde su vuelta a los terrenos de juego, que el delantero fuese de nuevo una pieza importante en un año mágico para el equipo andaluz.

El internacional brasileño disputó un total de 14 encuentros de Liga, y cuatro de Champions League. Siendo titular en el maldito partido ante el Borussia Dormunt en el que los de Pellegrini fueron apeados de la competición continental. Su contribución goleadora durante la 2012/2013 fue de cuatro tantos.

Se rentabilizó su fichaje

Baptista jugó su último partido con la camiseta del Málaga en el mismo escenario, ante el mismo rival y con el mismo resultado final que en su debut. Tras la derrota por 4-1 ante el FC Barcelona, el futbolista nacido en Sao Paulo tomó la decisión de dejar la entidad blanquiazul.

Solo con la camiseta del Sevilla marcó más goles que con la del Málaga en su carrera

Su contribución por y para el Málaga fue digna de admirar. A pesar de no haber podido demostrar todo su potencial a causa de las lesiones, el delantero aprovechó al máximo sus minutos para ayudar al conjunto costasoleño a cumplir sus objetivos. 33 partidos disputados con la camiseta blanquiazul y un total de 14 goles anotados, fue el bagaje que se llevó de la capital de la Costa del Sol el brasileño.

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Despedida dejando huella

El día de su despedida, en una rueda de prensa multitudinaria, quedó claro que Júlio ya era un boquerón más. Al margen de los aspectos puramente deportivos, la adaptación de Baptista a la ciudad fue excelente y se dio incluso el hecho de que su hija nació durante su estancia como jugador del Málaga CF. Numerosos recuerdos, multitud de amigos y experiencias inolvidables en dos años y medio que quedaron en el recuerdo de un futbolista con garra y carácter pero sencillo y humilde en las distancias cortas.

'La bestia' se despidió del Málaga CF con lágrimas y buenas palabras, como lo hacen aquellos que sienten los colores de la camiseta que defienden. Porque Julio Baptista se fue pero no se marchó la huella que dejaron su personalidad y profesionalidad.