El Rayo Vallecano no es un equipo excesivamente duro ni agresivo, pero hasta este parón de selecciones lidera una clasificación que incita a pensar lo contrario: es el equipo que más tarjetas rojas ha visto, nada más y nada menos que cinco. Teniendo en cuenta que son once las jornadas disputadas, el conjunto madrileño sale a casi un expulsado por cada dos partidos, lo que le ha supuesto pasar muchos minutos con un jugador menos sobre el terreno de juego.

La primera expulsión se produjo muy pronto, concretamente en el minuto ocho en la segunda jornada, fecha en la que el Rayo Vallecano visitó Balaídos. Una jugada muy rápida dejó a un jugador del Celta de Vigo frente a Toño, derribando el guardameta al rival cuando encaraba la portería y dejando al equipo con diez desde el inicio del encuentro. Además de la roja, el colegiado pitó penalti por lo que los franjirrojos fueron a remolque todo el duelo y acabaron cayendo derrotados por 3-0.

La segunda expulsión vino una jornada después, frente al Deportivo de la Coruña, aunque esta vez la inferioridad numérica rayista no influyó en el resultado final. Con 1-3 en contra en el marcador, Patrick Ebert fue expulsado y sancionado con cuatro encuentros por insultar al árbitro. Era la segunda expulsión en tan solo tres jornadas. Ambas sanciones vinieron acompañadas de derrotas, por lo que las malas decisiones puntuales de los pupilos de Paco Jémez se reflejaban en malos resultados.

La tercera cartulina roja la vio Antonio Amaya en el encuentro que disputaron Sevilla y Rayo Vallecano en el Sánchez Pizjuán. El veterano defensa vio una tarjeta amarilla muy pronto, y un agarrón a un jugador rival, cuando el partido agonizaba y el marcador señalaba un ajustado empate a dos, acabó antes de tiempo con su partido tras ser expulsado. La falta, muy cercana al área, acabó en gol y con un jugador menos en el césped los rayistas no pudieron luchar por empatar el duelo. La tercera roja vino acompañada de una tercera derrota, y la sanción para el zaguero ascendió a tres choques.

Con la cuarta y la quinta expulsión la suerte cambió. Tito, frente al Espanyol, y Zé Castro frente al Granada fueron expulsados pero tuvieron fortuna, ya que esas acciones no tuvieron influencia en el resultado final, logrando vencer el Rayo Vallecano los dos encuentros. Ambas fueron por doble tarjeta amarilla, con la diferencia de que la de Tito fue en el descuento del duelo y la del central portugués en el minuto dieciocho de partido, con prácticamente todo el choque por delante. Como curiosidad, a Tito le acabaron quitando la primera cartulina amarilla que vio, por lo que aunque le expulsaron, posteriormente el Comité le retiro una de las tarjetas y no cumplió partido de sanción.

Todos estos datos sitúan al cuadro franjirrojo como el que más rojas acumula, estadísticas que seguro que a Paco Jémez no le agradan en exceso. También hay que diferenciar que unas tarjetas son por errores de los propios futbolistas y otras por lances en el juego, como bien ha recalcado el técnico canario en varias ocasiones. Aprovechando el parón, llega la hora de que el propio entrenador y sus futbolistas busquen los motivos o causas para frenar esta mala costumbre que está adquiriendo el Rayo Vallecano de acabar sus partidos con diez futbolistas. Con la vista puesta en el Getafe y el Athletic, próximos rivales, seguro que los franjirrojos tendrán más cuidado a la hora de realizar faltas o dialogar con el árbitro.

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