Respetuoso, agradecido, comprometido, Mikel Aranburu siempre quedará en la memoria de aquellos que lo han visto jugar por haber sido un referente tanto dentro como fuera del campo. 

Tras 20 años en el club, 13 de ellos en el primer equipo, Aranburu forma parte del "Top 10" de jugadores que más partidos ha disputado con la camiseta blanquiazul (427), cifra igualada por Xabi Prieto ante el Las Palmas en el último encuentro de liga. 

Debut ante el Logroñés 

Su día más esperado, el de cualquier aficionado txuri-urdin llegó el 22 de junio de 1997, con el irundarra Javier Irureta en el banquillo del conjunto donostiarra. Aquel encuentro correspondía a la última jornada del campeonato liguero de Primera División, y Aranburu pisó el césped de Anoeta por primera vez en el minuto 68 de encuentro, entrando en lugar de Aldeondo. La Real venció por 2-1 con goles de Oscar de Paula y Javi Gracia

Al año siguiente, continuó su formación como jugador del filial, jugando en el Sanse en Tercera División. Apenas tuvo oportunidades en el primer equipo, disputando un encuentro de Copa del Rey ante el Betis en el Ruiz de Lopera. 

Con Bernd Krauss llegó su oportunidad

Fue a comienzos del año 1999 cuando el entrenador alemán le concedió la oportunidad de demostrar su valía. Fue llamado para jugar con el primer equipo en la segunda vuelta del campeonato de liga de 1998-1999, y tuvo la oportunidad de disputar 14 de los 19 encuentros de la segunda ronda. Su primer gol llegó en la jornada 23, ante el Atlético de Madrid en Anoeta. 

Ya con ficha del primer equipo en la temporada 99/00, Aranburu se consolidó como una de las piezas claves de la medular realista. En once temporadas (salvando la temporada 00-01 y la 05-06) jugó una asombrosa media de 32 encuentros por temporada

En el año 2000, un año marcado por los cambios de entrenador producidos en la Real, el galés John Benjamin Toshack decidió apostar por un joven Xabi Alonso, quien obtuvo presencia sobre el césped en lugar de Mikel Aranburu

Junto con Alonso, lideraría una de las medulares más recordada por todos los aficionados. A consecuencia de ello, la Real terminó subcampeona de liga en 2003, y Aranburu tuvo la oportunidad de disputar al año siguiente la máxima competición continental

Una grave lesión puso su carrera en peligro

Su situación de titular indiscutible sufrió un revés importante al lesionarse gravemente en diciembre de 2005, en una acción muy recordada por todos los aficionados realistas. Tras siete meses de recuperación, el centrocampista volvió a ser un jugador referencia para Lotina, en la temporada 2006-2007.

A pesar del mal año cosechado por los realistas, que terminó con el dramático descenso a Segunda División 40 años después. En abril de ese mismo año, Aranburu firmó la renovación de su contrato por cuatro años más, demostrando el compromiso que siempre ha tenido por el club donostiarra. 

De vuelta a primera, luciendo el brazalete de capitán

Tras dos complicados años, con el club sumergido en una dramática situación tanto deportiva como institucional, fue en el año del centenario cuando tanto la Real Sociedad como el propio Mikel Aranburu volvieron a la élite del fútbol español. Fueron los últimos años del jugador de Azpeitia con la camiseta de la Real, y para su fortuna, pudo despedirlos en Primera División

De vuelta en Primera, siguió teniendo un papel muy importante con Lasarte en el banquillo. Los cinco goles que anotó en dicha campaña, la 2010-2011 fueron transcendentales, sobre todo el anotado ante el Zaragoza en Anoeta, para que la Real se quedase en Primera un año más. 

Una despedida por todo lo alto 

Con Montanier en el banquillo, Aranburu jugó sus últimos partidos con la zamarra blanquiazul, en un comienzo de temporada difícil, culminada de forma positiva gracias a los buenos números obtenidos en la segunda vuelta.

Aranburu disputó un total de 29 encuentros en su última temporada como realista; anotando su último gol en Anoeta ante el Sporting, en un partido de liga disputado el 29 de enero de 2012. 

Su despedida como jugador de la Real llegó el 12 de mayo de 2012, ante el Valencia, en un encuentro en el que recibió el clamor y el cariño de toda la parroquia txuri-urdin, que abarrotó Anoeta para despedir al capitán como sólo unos pocos se lo merecen.

La Real venció el encuentro por 1-0 con un gol de Griezmann en la segunda parte, y Aranburu, quien había sido sustituido por Pardo en el minuto 75 de encuentro, dio la vuelta de honor arropado por el resto de sus compañeros, ante un Anoeta todavía lleno, que acompañó a su capitán hasta que este partió hacia el vestuario, con un total de 427 encuentros y 32 goles anotados con el primer equipo a sus espaldas. 

 

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Iñigo Hernández
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