Hoy parece lejano, pero hace no demasiado tiempo, el Atlético de Madrid era un equipo sin alma. Los rivales no le tenían el respeto que ahora se ha ganado en el campo y cualquier equipo sabía que no era ningún hito sacar una victoria del Vicente Calderón. Un día sí, otro también, el conjunto rojiblanco se paseaba por los campos de Primera sin pena ni gloria, alternando pocas alegrías con muchas tardes de desaliento. La tabla lo situaba por debajo de los diez primeros y cada partido suponía un nuevo juicio a su entrenador.

En diciembre de 2011, ese entrenador era Gregorio Manzano. En medio de un sinfín de críticas, el club apostó por el técnico jienense después de que no tuviera éxito su primera etapa. La cosa no salió bien: el equipo rozaba el descenso y no tenía esquema de juego. A Manzano, momentáneamente, le salvaban dos cosas: el gran rendimiento del equipo en Europa League y el hecho de que el Atlético aún no hubiese perdido ni un solo partido en casa. Como se suele decir, las estadísticas están para romperse.

La penúltima noche de Manzano

La grada del Calderón se había impacientado hacía ya varias jornadas. Equipos como Mallorca, Sevilla u Osasuna ya habían sacado un empate de territorio colchonero en ocasiones anteriores, por lo que el partido ante el Betis se antojaba como una nueva final para Gregorio Manzano.

Se suele decir que Simeone ha conseguido grandes cosas en el Atlético gracias, en parte, al potencial de su enorme plantilla. Pero es que Manzano, poco antes, no era capaz de sacar nada positivo a la enorme calidad que poseían sus jugadores. Courtois, Juanfran, Godín, Filipe Luis, Gabi, Arda o Falcao fueron titulares ante el Betis en aquel encuentro. Además, Koke, Tiago y Miranda estaban también disponibles para el técnico. Los mismos nombres propios con los que el 'Cholo' consiguió ganarlo todo en las siguientes temporadas.

En aquel encuentro, el último de Liga del año 2011, el Atlético salió a por el partido. Falcao rozó el gol en la primera mitad con dos disparos que lamieron el poste y Beñat lo intentó con una falta que se marchó a pocos centímetros. Ya en el segundo acto, Arda lo intentó pero se topó con Casto. Y fue aquí cuando comenzó el fin de la 'era Manzano'. En el minuto 54', Rubén Castro, desde la banda, cedió a Pozuelo. Domínguez se resbaló dentro del área y el jugador bético batió a Courtois por alto. Adrián buscó el empate en dos ocasiones y el propio Pozuelo fue expulsado. Aún así, quien marcó el segundo tanto del partido fue de nuevo el Betis, ya rozando el 90'. Iriney robó en medio campo y cedió a Roque Santa Cruz, que se sacó un fuerte disparo contra el larguero. Juanfran intentó despejar, pero no atinó a darle al balón y allí apareció de nuevo el paraguayo para hacer el definitivo 0-2.

Última victoria bética ante el Atlético

Manzano quedó sentenciado aquella tarde de diciembre. Aunque, por si fuera poco, el Albacete, por entonces en 2ª División B, eliminó al equipo rojiblanco pocos días después de la Copa del Rey tras ganar tanto en la ida (2-1) como en el Vicente Calderón (0-1). El Atlético perdió siete partidos en las 16 primeras jornadas con Manzano en el banquillo. Llegó el técnico argentino y el equipo rojiblanco disputó 31 partidos más en la misma campaña con solo cinco derrotas.

Simeone llegó ese mismo invierno y las cosas cambiaron en el Atlético de Madrid. El 'Cholo' construyó un equipo serio, fiable y campeón. Y uno de los equipos que también ha notado ese cambio ha sido el propio Real Betis, que no ha ganado ninguno de los siete partidos ante el Atlético de Simeone: cinco victorias rojiblancas y dos empates.

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Sobre el autor
Juan Ignacio Lechuga
Licenciado en Comunicación Audiovisual. Máster en Periodismo Deportivo. Coordinador de @Atleti_VAVEL. Contacto: [email protected]