Stephan Kareem El Shaarawy nació el 27 de octubre de 1992, hace 23 años. Desde pequeño ya se vio que este jugador podría llegar lejos. A los 14 años, el italiano con ascendencia egipcia comenzaría su andadura en Génova, donde jugaría para el equipo de la ciudad hasta el año 2010. En esta etapa, logró convertirse en el principal objetivo de los grandes equipos de Italia. Consiguió ser el cuarto jugador más joven de toda la historia, en debutar en la Serie A, con 16 años y 55 días, ante el Chievo Verona. Tras no participar demasiado con el primer equipo, fue cedido la siguiente temporada al Padova de la Serie B. Gozó de continuidad y buen juego que, bien le valió la primera gran satisfacción de su carrera.

La llamada del grande

El Shaarawy en el Trofeo Naranja. Fotografía: Carla Cortés.
El Shaarawy en el Trofeo Naranja. Fotografía: Carla Cortés.

El A.C. Milan llegaría a la vida de El Shaarawy el 25 de junio de 2011. Con apenas 18 años aterrizaba en Milan, como la futura estrella del conjunto rossonero. Pronto se ganó un hueco en la titularidad gracias a la lesión de Alexandre Pato, pero Stephan no siguió esa ascensión en su juego y fue relegado al banquillo. En sus seis primeros meses solo marcó un gol y jugó siete partidos. Estadísticas muy pobres para un jugador con sus posibilidades. Massimiliano Allegri, le dio la confianza que necesitaba, al no cederlo y darle la titularidad de nuevo. Ahora si, el italiano respondió y se eligió como una de las joyas más jóvenes de toda Europa. Acabó ganando la Supercopa en Italia ese mismo año, y fue galardonado como el jugador revelación italiano de esa temporada.

Nuevo contrato, nuevo blindaje

El gran final de campaña le valió para ganarse un nuevo contrato y una cláusula anti-grandes. Firmó hasta 2017 con un puesto de alta importancia dentro del equipo. En Champions, El Shaarawy alcanzó un nuevo récord al convertirse en el jugador más joven de la historia del Milan en anotar un gol en dicha competición. El 3 de octubre ante el Zenit de San Petersburgo.

Bien es cierto que ese mismo año se juntó en Milan un equipo con mucho atacante y con poca cabeza. Robinho, Boateng, Pato, Niang, Balotelli, el propio El Shaarawy o Bojan Krkic. El puesto se pagaba caro y el único que respondía con regularidad y con buenas actuaciones individuales fue “Il Faraone”. El 92 dio su mayor nivel durante esa temporada. No en vano, se especuló con la posibilidad de un traspaso con distintos destinos: Arsenal, Tottenham e incluso Real Madrid. Para acallar todo rumor, Stephan firmó una extensión por un año más y ratificó públicamente su decisión de seguir en Milán. En esa temporada, el conjunto milanista pretendía acabar entre los tres primeros, tras la Juventus y el Nápoles, y así lo logró, superó a la Fiorentina en la última jornada y consiguió clasificarse para la fase de clasificación de la Champions League.

Convocado por Italia

El 15 de agosto de 2012 fue convocado por la “azurra” para disputar un partido amistoso ante Inglaterra. Su balance total es de 17 partidos anotando dos goles, ante Francia y ante Azerbaiyán. Además, disputó con Italia la Copa Confederaciones de Brasil, quedando apeado en semifinales por España, para luego acabar tercero al ganar a Uruguay en penaltis.

El Shaarawy en un partido con Italia. Fotografía: Marcello Paternostro (AFP) / Getty Images
El Shaarawy en un partido con Italia. Fotografía: Marcello Paternostro (AFP) / Getty Images

Declive por las lesiones

Con tan solo 21 años, Stephan El Shaarawy vio frustrada su progresión en el fútbol europeo a causa de las lesiones. En la temporada 2013-14 jugó nueve partidos oficiales con el Milán y se dispararon los rumores, de nuevo, de un posible traspaso. Las cosas no cambiaron en la temporada 2014-15. Tras, aparentemente, superar su lesión, en enero de 2015 recayó y su pie derecho no dio más de sí. Se perdió todo lo que restaba de temporada y optó por El Principado de Mónaco para relanzar su carrera.

Nuevos comienzos

A principios de verano, El Shaarawy hacía oficial su cesión con opción de compra al Mónaco. Eligió el número 22 y apuntaba como líder futbolístico del conjunto monegasco.

Stephan El Shaarawy posando con la camiseta del Mónaco. Fotografía: Valery Hache (AFP) / Getty Images.
Stephan El Shaarawy posando con la camiseta del Mónaco. Fotografía: Valery Hache (AFP) / Getty Images.

Desde el inicio jugó de titular y parecía que podía volver aquel jugador que deslumbró a media Europa en el año 2012. Nada más lejos de la realidad, ya que ni siquiera llegó a los 25 partidos que pactaron los clubes implicados, para que el jugador se quedara en Mónaco. Seis meses, 24 partidos y tres goles después, el Mónaco decidía no ejercer la opción de compra y regresaba a Milán.

De Milán a Roma

Sin casi aterrizar en Milán, El Shaarawy volvía a marcharse cedido, pero esta vez se quedaría en Italia. El A.S Roma lo fichaba para encarar el final de temporada y el inicio de las eliminatorias de Champions. Otra vez con el 22 a la espalda, “El Faraón”, quiere demostrar que, a sus tempranos 23 años, aun puede ser un jugador determinante y temido por los defensas contrarios. Ha disputado cuatro partidos con los romanos, metiendo dos goles y dando una asistencia. Sin duda, un gran arranque.

El Shaarawy celebrando su primer gol con la elástica de la Roma. Fotografía: Andreas Solaro (AFP) / Getty Images.
El Shaarawy celebrando su primer gol con la elástica de la Roma. Fotografía: Andreas Solaro (AFP) / Getty Images.

Pero el plato fuerte llega esta misma noche. El Real Madrid visitará el Estadio Olímpico de Roma, para vérselas con la Roma y con El Shaarawy. Será la primera vez que se enfrentará al Real Madrid en partido oficial, y no puede hacerlo en mejor momento tanto personal como profesional.

Presumiblemente, El Shaarawy jugará de titular por esa banda izquierda junto a Dzeko y a Mohamed Salah. El italiano se las tendrá que ver con Dani Carvajal, un hueso duro que pondrá a tono el nivel real del Faraón. Jugador tremendamente técnico y veloz que puede dar problemas en defensa al Madrid.

Prematura vision de su carrera

Su balance total como profesional se salda con 133 partidos, 33 goles y 14 asistencias. Seis años como profesional, donde dos de ellos han estado completamente en blanco por las lesiones. La mala suerte se ha cebado con este jugador, que apuntaba muy alto, aunque aun con solo 23 años puede reconducir su carrera y volver a los lares habituales en sus mejores fechas.

Otro punto a destacar de su carrera, es, otra vez, la mala suerte que ha tenido en sus equipos. Llegó al A.C Milan como un equipo en reconstrucción y sin grandes aspiraciones, al igual que cuando recaló en el Mónaco, una vez que futbolistas como Falcao, James, Martial, Carrasco o Kondogbia.

Veremos si ahora en la Roma puede encontrar su sitio y despuntar tanto individualmente como colectivamente.