Agustín, nacido en 1911 en Ourense, ya no era un chaval cuando llegó al Celta en la temporada 1935/36. Los de Vigo continuaban en busca de un ascenso a la máxima categoría que se les había negado en la temporada anterior. El nuevo interior derecho, cuyo debut con la casaca celeste tuvo lugar en enero de 1936, aportó 12 goles en una temporada en la que Nolete fue la estrella del equipo. Con todo, la incorporación del atacante ourensano incrementó sensiblemente el arsenal ofensivo del equipo. Agustín, además de una importante capacidad anotadora, acostumbraba a actuar como enlace entre la pareja de centrocampistas y el cuarteto que le acompañaba en la vanguardia.

Posguerra de sufrimiento

El ansiado salto de categoría llegaba por fin a Balaídos casi a la vez que estallaba la Guerra Civil Española, la cual obligó a suspender todas las competiciones oficiales durante tres largos años. Los futbolistas no se libraron del horror de la guerra y fueron llamados a filas. Agustín desempeñó el puesto de soldado de infantería en Asturias y Extremadura pero consiguió sobrevivir al conflicto, que dejó un interminable legado de miseria en España.

Agustín Jarabo fallecía en Lugo en 1961, a la temprana edad de 49 años

El obligado parón impidió al Celta debutar en la máxima categoría hasta que finalmente se impuso la dictadura de Franco. En el caso de Agustín el estreno en Primera tuvo lugar el 10 de diciembre de 1939, en una derrota por 1-2 ante el Barcelona en Balaídos. Su primer tanto lo convirtió dos jornadas después ante el Real Madrid aunque el equipo no iba a conseguir sus primeros puntos hasta el último día del año en Nervión. Fue aquella una temporada en la que se sufrió de lo lindo pero que terminó de manera feliz. El gol de Nolete en la promoción ante el Deportivo permitió al club olívico continuar entre los grandes tras una sufrida eliminatoria. Agustín consiguió 14 tantos en 17 partidos, incluidos sendos 'hat-trick' ante Zaragoza y Hércules. Aquella fue su mejor campaña desde el punto de vista realizador y superó en ese apartado a los Chicha II, Nolete o Toro, verdaderas referencias ofensivas por entonces.

Agustín Jarabo jugó en el Celta entre 1936 y 1944 (Foto: todocoleccion.net)
Agustín Jarabo jugó en el Celta entre 1936 y 1944 (Foto: todocoleccion.net)

Un dramatismo parecido se vivió en la campaña 1940/41. La incorporación de varios futbolistas originarios de las Islas Canarias dotó al equipo de un mayor gusto por el fútbol de toque. El de aquel Celta resultaba un estilo valiente pero difícil de mantener en los embarrados campos del norte de España. De hecho, a falta de dos jornadas para el final de la temporada los de Vigo tenían pie y medio en la División de Plata. Pero una goleada 0-5 al Hércules en Alicante y, sobre todo, una victoria por 1-0 en la última jornada sobre el Zaragoza, evitaron el descenso directo. Finalmente tampoco fue necesario disputar la promoción ya que se decidió ampliar el número de equipos en la máxima categoría. Agustín anotó 12 tantos en aquella campaña y compartió el galardón de máximo goleador céltico con Juan del Pino. Un 'hat-trick' ante el Espanyol y dos dobletes —el último en Alicante— constituyeron sus mejores actuaciones durante aquel ejercicio. También anotó un gol en el histórico 8-0 sobre el Deportivo en copa, en partido disputado en Balaídos en abril de 1941.

Entre los mejores

A nivel colectivo las mejores temporadas de Agustín Jarabo todavía estaban por llegar. En la 1941/42, con Baltasar Albéniz como técnico, el equipo iba a olvidarse por fin de pelear por la permanencia y completó una extraordinaria campaña que le situó en una increíble quinta posición final. El interior ourensano cuenta con el honor de haber conseguido los dos primeros tantos logrados en un Celta-Deportivo de la máxima categoría, hecho que sucedió el 19 de octubre de 1941. Los de celeste ganaron por 2-1 aunque los coruñeses se tomarían cumplida revancha en la segunda vuelta, cuando vencieron por 4-0. No fue aquel el mejor curso de Agustín con la casaca céltica pero los ocho goles que anotó finalmente resultaron un magnífico complemento para los 22 que convirtió Juan del Pino.

Agustín, en la fila inferior, flanqueado por Toro y Nolete. Era el día del ascenso a Primera, poco antes del estallido de la Guerra Civil (Foto: yoentrenealcelta.blogspot.com)
Agustín, en la fila inferior, flanqueado por Toro y Nolete. Era el día del ascenso a Primera, poco antes del estallido de la Guerra Civil (Foto: yoentrenealcelta.blogspot.com)

Al año siguiente el equipo no comenzó tan bien y se mantuvo durante las primeras 18 jornadas en la zona media-baja de la tabla. Sin embargo, un espectacular 8-3 sobre el Granada en Balaídos, con sendos tripletes de Agustín y Roig, insufló ánimos a los de Vigo de cara a la inminente visita a Chamartín. El 14 de febrero de 1943 el Celta se presentaba en la capital con un punto de ventaja en la tabla clasificatoria sobre el Real Madrid. Nada tenía que ver aquel equipo blanco con el que poco más de una década después iba a conquistar cinco Copas de Europa consecutivas. De hecho, los de Vigo ya habían vencido en el feudo madridista un año antes.

Última victoria en Chamartín

Sin ningún tipo de complejo, el Celta se adelantó a los cinco minutos de juego. Un centro de Roig a la cabeza de Del Pino terminó, tras golpear en el palo, por besar las mallas locales. El Real Madrid restableció rápidamente las tablas tras una jugada llena de coraje de Jesús Alonso, quien terminó resolviendo un barullo en área celeste. Durante el resto de la primera mitad se sucedieron llegadas a balón parado por ambas partes que no fructificaron, si bien a tres minutos para el intermedio Alday conseguía adelantar al equipo local.

Alineación Real Madrid-Celta (14/02/1943)
Alineación Real Madrid-Celta (14/02/1943)

A la vuelta de vestuarios se produjo la jugada que marcó el devenir del choque. Un disparo flojo de Venancio fue introducido por el defensor Clemente en la portería blanca, en una acción de mala fortuna. El empate sentó muy mal a los de casa, que poco después estrellaron un balón en la madera que pudo haber supuesto el 3-2. La respuesta céltica llegó por mediación de Roig, quien ejecutó un córner que se coló directamente en la portería local. El desbarajuste de portero y zaga local se calcó en el cuarto tanto, cuando de nuevo Roig lanzó un balón desde la esquina que nadie acertó a despejar antes de que se colase en el marco defendido por Enrique Esquiva. Con 2-4 en el marcador el Celta se limitó a bloquear las flojas ofensivas rivales para asegurar dos puntos más. Agustín, pese a no marcar, es señalado por la prensa de la época como el hombre más destacado del choque gracias a su oficio para ayudar al trío de centrocampistas y a su capacidad para llegar con peligro a zona de remate. Aquel día jugó como interior izquierdo, en una demarcación menos habitual para él que la de interior derecho. Los 31 años con los que contaba avalaban una experiencia y un saber estar que le dotaban del equilibrio perfecto para ayudar al equipo en tareas más oscuras que en otras campañas.

En la temporada 1942/43 el Celta terminó la liga en quinta posición (Foto: futboldesiempreydehoy.blogspot.com)
En la temporada 1942/43 el Celta terminó la liga en quinta posición (Foto: futboldesiempreydehoy.blogspot.com)

La victoria en Chamartín fue el preludio de un magnífico final de liga para los de Vigo, que vencieron en cinco de sus últimos siete encuentros y repitieron la quinta plaza lograda un año antes. Por el contrario, el Real Madrid finalizó décimo, muy lejos de los puestos de cabeza. El Celta nunca volvería a ganar en el viejo Chamartín, demolido en 1946 y reemplazado por el futuro estadio Santiago Bernabeu.

Triste epílogo

Lamentablemente, las lesiones y los problemas económicos cortaron de raíz el crecimiento del equipo y la temporada 1943/44 resultó un absoluto desastre. El Celta apenas pudo sumar nueve puntos, completamente insuficientes para eludir el descenso. Aquella fue la última temporada de Agustín con la casaca azul cielo, la peor de todas a nivel individual. Tan solo participó en siete partidos de liga —todos ellos finalizaron con derrota—, con un único gol anotado. Fue un triste final para una carrera de color celeste de principio a fin, en la que el ourensano anotó un total de 42 tantos en la máxima categoría.

El interior ourensano cuenta con el honor de haber conseguido los dos primeros tantos logrados en un Celta-Deportivo de la máxima categoría

Agustín Jarabo fallecía en Lugo en 1961, a la temprana edad de 49 años. De eso ha pasado ya más de medio siglo en el que su Celta ha vivido ascensos, descensos, participaciones europeas y leyes concursales, entre otras vicisitudes. La Guerra Civil no permitió que el de Ourense se mantuviese en la picota tantos años como otros futbolistas que han vestido la elástica celeste. Con todo, su labor en aquellas primeras temporadas entre los grandes se merece un recuerdo y un homenaje. La historia actual del Celta no se puede concebir sin retornar de vez en cuando al pasado.

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Sobre el autor
José Luis Rodríguez Sánchez
Soy farmacéutico hospitalario