A comienzos del verano pasado se hacia público lo que era un secreto a voces en la ciudad asturiana: el Sporting no podría fichar. El club rojiblanco expedientado y sancionado por no pagar la totalidad de lo que debía a sus jugadores, sería sancionado. Por tanto, la plantilla de regreso a la máxima categoría del fútbol español debería complementar su cuadro por tres vías diferentes: subiendo jugadores del filial, contratando futbolistas por el salario mínimo estipulado en Primera o firmando algún jugador por el 25% del total de sueldos que el club hubiera liberado dando bajas.

La solución llegó a través de las cesiones. El primero en pasar por las oficinas de Mareo fue Omar Mascarell. El centrocampista canario llegaba del Derby County cedido a su vez por el Real Madrid. La temporada del futbolista isleño no ha sido del todo sencilla, siempre cuestionado por una parte de la grada logró, sin embargo, cumplir con el papel que Abelardo decidió otorgarle. A pesar de todo, Mascarell ya señala en su carta de despedida que “ha sido todo un placer” formar parte de la historia del club gijonés.

Luego, llegó Sanabria. La Roma decidió que el Sporting era la mejor opción para el jugador y, definitivamente, el Sporting acertó con él. Tony Sanabria ha sido una de las piezas claves para la permanencia, marcando un total de once goles. El jugador ha completado una magnífica temporada con el Sporting, tanto es así que a sus 20 años es uno de los delanteros más apreciados del mercado. Valencia, Atlético de Madrid, Sevilla, Villarreal y Leicseter luchan por hacerse con las buenas maneras del futbolista.

Sanabria ha resultado clave con sus 11 goles para lograr la permanencia

Allen Halilovic cerró las cesiones del mercado de verano. La perla del FC Barcelona se decidía, impulsado por Luis Enrique, a seguir su crecimiento en el equipo asturiano. El Sporting tuvo que aceptar la condición del Barça que exigía que el centrocampista croata jugase al menos el 60% de los partidos oficiales. Así fue. Pero también ha sido muy discutida la suplencia del futbolista en muchos otros partidos. Halilovic enloqueció a la grada en las primeras jornadas: sus regates, pases bonitos y su buen toque de balón lo alzaron como protagonista. Pero una mala racha lo relegó al banquillo, Abelardo no le encontraba un puesto en el equipo titular y su estrella se fue apagando. Halilovic aprendió a aportar al equipo desde el banquillo un aspecto que unido a su juventud y prometedor futuro le ayudarán a la hora de enfrentarse a nuevos retos.

En invierno llegarían dos jugadores más: Igor Lichnovsky y Ognjen Vranjes. El primero de ellos no ha jugado demasiado por lo que valorar su actuación resulta muy complicado. En cambio Vranjes se ha ganado el apelativo de “la roca” entre la afición. El internacional con Bosnia y Herzegovina ha resultado un futbolista muy duro, ganándose varias tarjetas durante la segunda vuelta de la competición.

Viejos conocidos

De una cesión recuperó el Sporting a uno de sus jugadores más destacados durante las pasadas temporadas. Del Deportivo de la Coruña volvía Roberto Canella. Afianzado en la categoría de oro la madurez del futbolista seguro que ha servido para equilibrar la inexperiencia de muchos de sus compañeros. Compañeros que se estrenaban en Primera División, como es el caso de Jorge Meré. La perla de Mareo ha desempeñado un trabajo indiscutible premiado incluso por el propio Vicente del Bosque.

Y así, hasta completar los 28 dorsales disponibles. Jugadores que en mayor o menos medida han hecho posible una hazaña que para muchos resultaba imposible.