"No sé cómo calificar lo que paso ayer", así comenzaba el veterano portero del Real Zaragoza la rueda de prensa sobre lo acontecido en el partido ante el Nàstic de Tarragona. Manu Herrera se ha mostrado muy sincero, a la par que cansado por este tipo de arbitrajes: "Explotaría si dijese todo lo que pienso". Intentando quitarle peso al asunto, el portero cree que la evidencia habla por sí sola y que, salvando el gol de penalti de Naranjo, el partido fue del Real Zaragoza durante los 90 minutos.

"No sabían que hacer ellos. Vinieron descaradamente a ver qué pasaba", afirmaba el portero, y es que en según qué momentos del encuentro al Nàstic parecía bastarle el empate a cero. Tanto es así que hasta el penalti, como ha citado Manu, los de Vicente Moreno no tiraron ni una sola vez a puerta, esperando un fallo del Zaragoza: "Pero no se encontraron ningún error por parte del Real Zaragoza". Herrara hacía alusión de esta manera indirecta al penalti señalado por De la Fuente Ramos: "El balón a Guitián le da en el pecho. Lo ve hasta un tuerto".

Antes del lanzamiento de Lanzarote, los jugadores del conjunto catalán pisaron el punto de penalti para ahuecarlo, mientras que Reina forcejeaba e intentaba despistar a Lanzarote. En esta acción, el colegiado perdió el control del encuentro, no sabiendo controlar a los jugadores, sacando una amarilla a Tejera y sendas cartulinas a Lanzarote y Reina. "El árbitro no puede permitir esa tangana. No me había pasado esto en toda mi carrera."

"Hay que levantar la cabeza y pensar en Huesca"

Tras la resaca del partido y con los ánimos todavía calientes en el seno zaragocista, toca mirar al Alcoraz. "El fútbol es así, te dan un golpe y te tienes que volver a levantar". Herrera opta por olvidar lo ocurrido, resetear e ir a Huesca a morir. Este cree también que la afición se merece una victoria, tras no haber podido conseguir la victoria el domingo. "La afición estuvo de doce. Estamos decepcionados porque la gente se fue disgustada".

El Huesca, que todavía se juega la permanencia en Segunda División, no pondrá nada fácil el último derbi aragonés de la temporada: "Los dos equipos se juegan la vida. Va a ser un partido muy difícil". Manu y la plantilla blanquilla saben de la dificultad del ascenso directo y empiezan a asumir que la manera de ascender a Primera División, tendrá que ser mediante el play-off. Y el primer paso es ganar en Huesca y hacerse fuertes en la promoción.

Para finalizar la rueda de prensa, Manu Herrera volvía a sobreponerse a los obstaculos del ascenso y decía estas palabras llenas de zaragocismo y esperanza: "Da igual todas las piedras o rocas o montañas. Esto nos va a hacer más fuertes. Y si a alguien le molesta que el Zaragoza esté arriba, lo siento, el Zaragoza va a estar arriba, va a pelear, se va a dejar la piel, la vida, para conseguir el objetivo final".

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