La última jornada de la temporada 2014/15 había sido agónica. El Deportivo dejó los deberes para el final ante el todopoderoso Barcelona. La permanencia dependía de un milagro, y Fabricio, Lucas, Salomao y compañía lo lograron. El conjunto entrenado por Víctor Sánchez del Amo empataba en el Campo Nou a dos goles, salvaba los muebles y lograba la permanencia. Ese recuerdo aún permanecía en la retina de los aficionados, que no querían que se volviese a repetir.

Objetivo cumplido antes del final del campeonato

Este año, sin embargo, parecía distinto. Aunque finalmente los deberes también se pospusieron para el final, y cuando eso ocurre las consecuencias suelen ser como se espera. El equipo prometía a principio de temporada algo que no podía dar, como ocurre con los préstamos, cuando se abarca más de lo que realmente se puede asumir. Así llegó la crisis económica de la sociedad actual y la deportiva del conjunto coruñés.

Ningún aficionado quería volver a pasar por el mal trago de la temporada pasada, había que hacer los deberes antes. Sobre todo porque tocaría jugárselo todo a una carta y ante el Real Madrid. Y siendo claros, pase una vez lo de salvarse sobre la bocina y ante un rival muy difícil, pero dos y seguidas, parecía una utopía. Como jugar a la lotería, algo que se hace más por costumbre que por convicción.

La salvación llegó ante el Villarreal en la penúltima jornada

Por suerte, para el corazón de los aficionados del club coruñés, el equipo logró la salvación una semana antes en Castellón y ante el Villarreal. Fajr y Lucas Pérez consiguieron los goles que le dieron la permanencia al Deportivo. Eso daba tranquilidad para la última jornada y permitía darle un merecido homenaje a la afición tan sufridora del club y ante un rival de categoría. Además, los madrileños llegaban con opciones de ganar la Liga BBVA, y desde el 'centenariazo', cualquier otra ocasión de fastidiar a los de la capital siempre se ha visto con buenos ojos en la parroquia blanquiazul. 

Primera vuelta de UEFA

El conjunto coruñés comenzaba la nueva temporada con el objetivo de lograr la permanencia, a poder ser sin excesivo sufrimiento. El primer rival que se anteponía en su camino hacia la salvación era la Real Sociedad. Los vascos no traían buenos recuerdos a la parroquia blanquiazul, la cual hace dos años veía como los txuri-urdin los mandaban a Segunda División.

Este primer encuentro, disputado en Riazor, se saldaba con un triste 0-0. Reparto de puntos en una primera jornada que dejaba al Eibar como líder de la tabla. Posteriormente los herculinos cogerían un avión destino Valencia para enfrentarse al conjunto entrenado por Nuno. Aquí llegaría el primer gol de la temporada, como no, obra de Lucas Pérez. El coruñés, con un zurdazo desde fuera del área, comenzaba a grabar su nombre en un pedacito de historia deportivista. Minutos después Negredo haría el 1-1, marcador que ya sería definitivo y que dejaba a ambos conjuntos con dos empates en los dos primeros partidos de la Liga. El líder seguía siendo el Eibar, seguido por el Celta.

Los jugadores del Deportivo celebran un gol ante el Espanyol en Riazor. Foto: RC Deportivo.
Los jugadores del Deportivo celebran un gol ante el Espanyol en Riazor. Foto: RC Deportivo.

Siguiente parada, Vallecas. Los de Víctor Sánchez del Amo, arropados por numerosos aficionados blanquiazules, lograban vencer al Rayo 1-3 haciendo un partidazo. La primera victoria de la temporada dejaba al Dépor séptimo, haciendo soñar a la parroquia coruñesa con puestos europeos. El Barcelona conseguía arrebatarle el liderato al Eibar. En la siguiente jornada llegaría la primera derrota deportivista. Sería frente al Sporting por 2-3 en un partido en el cual el Dépor salió dormido al campo, lo que hizo ponerse a los de Gijón por delante en el marcador muy pronto.

La primera vuelta hizo soñar a los deportivistas con Europa

Para redimirse, la siguiente semana los herculinos se llevarían los tres puntos del Benito Villamarín con un golazo de Fede Cartabia desde 35 metros. Este gol volvía a colocar al Dépor en la séptima plaza de la tabla. No sería la única victoria, ya que en el siguiente partido el Espanyol saldría goleado de Riazor, dejando a los coruñeses en puestos europeos. La afición debatía sobre si se podía soñar con algo grande o si había que ser cautos y dejar el objetivo en la permanencia. 

Ocho partidos sin perder

Tres jornadas más tarde las cosas seguían igual con el Dépor anclado en la sexta posición, tras lograr dos empates y una derrota. A partir de la jornada diez los herculinos acumularían una racha de ocho partidos sin conocer la derrota. Tres victorias, frente al Celta, Las Palmas y Eibar y cinco empates, frente al Atlético, Levante, Sevilla, Barça y Getafe. Era el momento álgido del curso ya que los coruñeses habían llegado a colocarse quintos en la jornada 13 tras la victoria en Canarias. Finalizó el año 2015 y con él se esfumaron los sueños blanquiazules. El primer encuentro del nuevo año se saldó con una derrota injusta en Riazor frente al Villarreal, con varias acciones polémicas. Vendrían más derrotas, aunque la tónica de los herculinos sería empatar partidos hasta lograr la permanencia, una vuelta después, venciendo en el Madrigal 0-2 ante todo pronóstico.

Lucas Pérez celebra un gol ante el Celta de Vigo. Foto: RC Deportivo.
Lucas Pérez celebra un gol ante el Celta de Vigo. Foto: RC Deportivo.                                                        

La primera vuelta de la Liga ilusionó a muchos y relajó a otros. Estos últimos, sumado al mal ambiente en el vestuario, acabaron llevando al Dépor a la zona baja de la tabla, haciendo sufrir a su afición y congelando todavía más el ambiente. Parece que va a haber que esperar muchos años para volver a respirar aire europeo por A Coruña.

El descalabro en la Copa del Rey

Llagostera 1-2 Deportivo

El Deportivo llegaba en buena dinámica a la Copa del Rey, le tocaba en la eliminatoria de 32 equipos contra el Llagostera, equipo de segunda división. En el partido de ida, era tiempo de que jugaran los menos habituales, Róber, Lopo, Laure, Medunjanin, Oriol Riera y Cardoso eran algunos de los que saldrían como titulares en este partido.

En este encuentro se vió a un Medunjanin muy activo en busca de romper su situación en el equipo, en donde no contaba con minutos para Víctor Sánchez del Amo. Cardoso y Cartabia fueron muy incisivos por las bandas, generando buenas ocasiones para el equipo.

Los menos habituales jugaron la Copa

A pesar del buen juego del conjunto en los primeros minutos, sería el Llagostera el primero en adelantarse en el marcador, aprovechándose de la indecisión en un balón dividido entre Manu y Róber. En la segunda parte, tras una buena jugada de Luisinho y Cardoso, el centro de éste último es rechazado, y Cartabia se hace con el balón para empatar el partido, haciendo justicia sobre lo visto en el terreno de juego.

Después de la expulsión de Luisinho, el Deportivo pone el freno en el partido, cediendo parte de protagonismo al Llagostera. Sin embargo en una contra muy bien llevada por Fayçal le sirve en bandeja a Oriol un balón en profundidad para poner el 1-2 en el marcador que encarrila el pase de eliminatoria salvo sorpresa.

Deportivo 1-1 Llagostera

Llegaba el partido de vuelta a Riazor, el Deportivo volvía a salir con jugadores no habituales menos Mosquera y Luis Alberto que saldrían como titulares.

Una primera parte sin mucha historia, los blanquiazules dominaban el balón y el Llagostera esperaba sus ocasiones a la contra para crear peligro a los gallegos, ambos equipos no tuvieron acierto de cara a porteria y el marcador llegó al descanso con 0-0.

Juan Domínguez celebra un gol ante la Llagostera. Foto: RC Deportivo.
Juan Domínguez celebra un gol ante la Llagostera. Foto: RC Deportivo.                                               

En la segunda parte el Deportivo a pesar de no tener grandes ocasiones estaba acorralando al Llagostera en su área, Luis Alberto, el mejor del partido, pone un centro al punto de penalti donde Juan Domínguez remata de cabeza para hacer el 1-0. Diez minutos más tarde el autor del gol deportivista comete penalti a favor del Llagostera, que Jordi López anotaría posteriormente, 1-1. Los diez últimos minutos fueron de dominio catalán, el Deportivo sufría, ya que un gol del equipo rival mandaría el partido a la prórroga. Finalmente el partido terminó con 1-1 y los gallegos pasaban a Octavos de Final.

Mirandés 1-1 Deportivo

Llegaban los octavos de final y el Depor sería emparejado con los de Miranda del Ebro, el equipo de Segunda División sería el rival de los gallegos en esta eliminatoria, en donde Terrazas utilizó la táctica 3-4-3 para ambos partidos.

Dominio absoluto del Mirandés en la primera parte, donde se adelantaría con un gol Álex Ortiz que remató un centro tras un despiste en la marca de Lopo. El Deportivo no creaba apenas peligro, excepto los últimos cinco minutos finales de la primera mitad.

La segunda parte comenzaba totalmente distinta, con un remate al palo de Jonathan. Sin embargo el gol del Deportivo no llegaría hasta el minuto 75, en donde Lopo remató un córner de Cardoso a la escuadra. En el minuto 89, Oriol tendría una nueva ocasión para adelantar a los gallegos con un remate al larguero, pero la portería no quería que el Deportivo se llevara la victoria de Anduva.

Deportivo 0-3 Mirandés

La presión del Mirandés en campo rival no permite al Deportivo jugar cómodo, lo que provoca que pierdan muchos balones y se vean obligados al pelotazo. En el minuto 40, Provencio le pega rasa a un pase de Sangalli y Manu no llega a detener el disparo, en el que pudo hacer mucho más, el Dépor necesitaría un gol para mandar el partido a la prórroga.

El Mirandés eliminó justamente al Deportivo de la Copa

En la segunda parte el equipo coruñés mediante Fede Cartabia quiso acelerar el ritmo de juego, pero el argentino no encontró el apoyo de sus compañeros. Minuto 54 y nuevo gol del Mirandés que pone a los gallegos al borde de la eliminación, nuevo error de Manu que falla en su salida en el centro permitiendo el gol de Álex Ortiz.

Sin síntomas de remontada, el Dépor no muestra un cambio en su juego que haga creer a la afición. Para mayor contundencia en el resultado Provencio pondría en el minuto 70 el 0-3 con un auténtico golazo a la escuadra deportivista. Final del partido, un equipo sin ideas quedó eliminado con total justicia, encadenando así tres derrotas seguidas, Villarreal, Real Madrid y Mirandés.

Una segunda vuelta de descenso

La segunda vuelta fue otra historia. De las victorias, el buen juego y un delantero de selección, se pasó a la agonía, las derrotas en los últimos minutos. Una permanencia que se antojaba asequible y se tornó insufrible. La segunda vuelta comenzaba el 16 de enero en Anoeta ante la Real Sociedad, tras la debacle en Copa del Rey contra el Mirandés, y sin duda las expectativas del equipo al comenzar esa segunda vuelta no fueron acordes a lo que realmente aconteció en los siguientes meses.

Cinco partidos, cinco empates

Los gallegos se desinflaron. El equipo tardaría largos meses en recuperar la senda de la victoria y los primeros cinco partidos fueron cinco empates. Empataron a uno en Anoeta, mismo resultado ante el Valencia en casa, empate a dos ante el Rayo en Riazor, empate a uno en Gijón y empate a dos en la visita del Betis. En esos cinco encuentros, el delantero gallego de moda Lucas Pérez anotó dos goles (ante Valencia y Rayo) pero no fue tan destacado como en sus partidos de la primera vuelta, dando paso al protagonismo goleador de otros como Luis Alberto o Fajr.

La segunda vuelta fue un baño de realidad para los coruñeses

Parecía una simple mala racha. Una serie de partidos en los que la victoria se habia escapado por pequeños detalles. Sin embargo, en estos partidos ya se saboreaba lo que iba a convertirse en tónica general durante toda la segunda vuelta. Y era el hecho de que el Deportivo perdería muchos encuentros que tenía en su mano, por acciones en los últimos minutos. En Anoeta fue ganando todo el partido hasta que en el minuto 75 cometió un penalti que transformaría Xabi Prieto. Ante el Valencia, un partido que parecía finiquitado acabó en empate por obra de Negredo en el minuto 93. Frente al Rayo, el equipo remató 17 veces y no consiguió el tercer gol en la segunda parte, y contra el Betis, remató en 25 ocasiones, solo 11 a puerta. La suerte parecía esquivar al conjunto gallego y eso que todo acababa de empezar.

Tres derrotas para preocuparse

Lo siguiente que vendría sería mucho peor. Tres derrotas consecutivas que no invitaban al optimismo. La primera, ante el Espanyol a domicilio. Los gallegos fueron mejores en muchas facetas del juego, llegando al final del encuentro con un 62% de posesión. No obstante, la baja de Lucas Pérez fue clave para la portería a cero que mantuvo el equipo perico.

Nunca es cómodo viajar a Cornellá y fue un partido en el que sacar los tres puntos se antojó una quimera. Sin embargo, la derrota en casa ante el Granada en la siguiente jornada ya preocupó un poco más en A Coruña. Don Lucas volvía, pero no fue suficiente. El Arabi adelantó de penalti a los suyos en el 24' y en los restantes 65' el Deportivo no fue capaz de tan siquiera empatar el choque. La afición esperaba la reacción del equipo, pero ésta no se daría precisamente en la siguiente jornada. San Mamés fue testigo de un 4-1 a favor del Athletic, que dejaba al Deportivo de la Coruña en una situación moral pésima.

La primera victoria llegaría ante el Levante

Todavía restaban dos partidos antes de la primera victoria en 2016. El Deportivo recibía al Málaga en la jornada 28. Era un encuentro para volver a ganar, en casa ante la afición. Pero no, ese día no era el señalado para eso. Fue un partido de ida y vuelta, con muchos goles. Pero en el minuto 80, con 2-2 en el electrónico, Lucas remataría para poner por delante a los suyos. Parecía que se iba a consumar la primera victoria, pero en el minuto 89', Arribas remató en una falta lateral, pero no para despejar, sino hacia su propia portería, poniendo el empate que se convertiría en definitivo. El siguiente partido, ante el Atlético de Madrid, ya era otra historia. Los gallegos cayeron por 3-0 en una muerte anunciada. Había que pensar en Levante.

Luis Alberto celebra el primer gol ante el Levante. Foto: RC Deportivo.
Luis Alberto celebra el primer gol ante el Levante. Foto: RC Deportivo.                                 

En la jornada 30, el Deportivo recibía a un Levante en crisis, metido de lleno en el descenso y con necesidad de puntos. Rossi, Deyverson y compañía llegaban con la idea de tomar Riazor, y aprovechar la incertidumbre que había en A Coruña. Los dirigidos por Víctor Sánchez se adelantaron en el marcador gracias al gol de Luis Alberto en el 43', gol psicológico muy importante antes del descanso. La segunda parte tenía que ser la de la sentencia, pero no empezó muy bien. Rossi, con una gran definición de delantero veterano, puso las tablas en el 50'. Quedaba mucho, pero volvían las dudas. Tras varias ocasiones, llegaría el ansiado gol de la victoria. En el minuto 85', tras varios rebotes, Mariño (portero del Levante) empujaría el balón en propia meta y daría el 2-1 definitivo. Llegaba la primera victoria del 2016, y los aficionados ansiaban que supusiera el inicio de la recuperación, pero el retorno de lo que fue el Deportivo de la primera vuelta nunca se produjo.

La victoria ante el Levante, un espejismo

Tras la sufrida victoria, el equipo viviría otra racha negativa de seis partidos sin ganar, intercalando empates y derrotas. El primer partido era el derbi, ante el Celta en Balaídos. El equipo cosechó un valioso empate a uno, dado la dificultad de conseguir tres puntos en ese estadio, a lo que hay que sumar la expulsión de Arribas, que dejó a su equipo con uno menos los últimos 22 minutos de encuentro. El siguiente paso era la visita de Las Palmas, y ahí sí se dio un gran paso atrás. A pesar de empezar ganando con un gol de Lucas Pérez, los canari remontaron el partido y se hicieron con un 1-3 en Riazor. Ya la cosa no hacía tanta gracia. Los gallegos se veían cada vez más cerca del descenso y más lejos de la permanencia virtual.

Lucas y Celso en el partido ante Las Palmas. Foto: I. Tejo. Machuca (VAVEL).
Lucas y Celso en el partido ante Las Palmas. Foto: I. Tejo. Machuca (VAVEL).                                    

La visita a Sevilla se antojaba complicadísima. Sin embargo, los compromisos europeos del conjunto andaluz dejaban al Deportivo en muy buenas condiciones para sacar algún punto del dificilísimo feudo sevillano, y así fue. Oriol Riera con su gol cosecharía un empate que dejó con muy buen sabor de boca a los de A Coruña. Pero llegó el partido del ridículo.

Una derrota histórica

Mención aparte merece la debacle en Riazor ante el FC Barcelona. El conjunto gallego intimidó más bien poco, sólo en la primer parte con un par de llegadas claras, y la segunda supuso una goleada histórica vivida en Riazor, pero en contra del equipo local. El FC Barcelona llegaba sintiendo el aliento de sus perseguidores, tras haber sufrido una mala racha que permitió acercarse a Madrid y Atlético, pero ese hecho no supuso presión alguna para los de Cataluña.

El Barcelona le endosó ocho goles al Deportivo en Riazor

Víctor Sánchez del Amo presentó cambios en el once, con un 4-3-1-2 y Oriol Riera y Lucas arriba, y un centro del campo compuesto por Bergantiños, Cani y los habituales Mosquera y Borges. Pero no sirvió de nada. En el minuto 24, el Barça ya se imponía por 0-2 con doblete de Luis Suárez. Tuvo varias el Deportivo con 0-1 abajo, con un Borges incorporándose al ataque, pero no se supo definir y el gol de Suárez dejaba al conjunto gallego con la necesidad de remontar dos goles. Se llegaba al descanso con poco optimismo.

Sidnei es derribado en la jugada del primer gol del Barcelona. Foto: RC Deportivo.
Sidnei es derribado en la jugada del primer gol del Barcelona. Foto: RC Deportivo.                                             

En la segunda parte parecía que el Dépor podía intentarlo. En los dos primeros minutos volvió a la presión alta e intentó buscar las cosquillas al líder de la liga, pero Rakitic en el 48' puso el 0-3, y dejó paso a un partido muy plácido para los culés. Nada se podía hacer, únicamente intentar que el daño no se agrandara. Pero se agrandó, vaya si se agrandó. Un Messi espléndido se hizo con la batuta del encuentro y repartió asistencias a diestro y siniestro. Le regaló el cuarto a Luis Suárez, tercero en su cuenta personal. El quinto del Barça también sería obra del uruguayo, que además le daría la asistencia a Messi para el sexto en el minuto 73'. Las cosas no podían ir peor y más de uno se pasaba por la cabeza la destitución de Víctor. Bartra y Neymar (a pase de Luis) completarían un 0-8 demoledor para un equipo que cada jornada se acercaba más al abismo. Tenía margen, sí, pero esa derrota les podía haber hecho caer en picado.

Se sufrió hasta la victoria de la permanencia

En los dos siguientes partidos, el conjunto gallego sumó un punto, en Ipurua, tras un gran gol del infravalorado Fede Cartabia. El campo del Eibar tampoco es un feudo cómodo, por tanto, podía ser un punto que impulsara al equipo, pero como dar pasos atrás era la especialidad del Dépor en esta segunda vuelta, el partido ante el Getafe en casa no iba a ser menos. Los gallegos cayeron por 0-2 ante su afición, en lo que tenía que ser el partido de la permanencia, el de la consagración. Tras una buena primera media hora, el equipo se desinfló y se fue al descanso 0-1 abajo con un gran gol a la contra de Pedro León. En la segunda parte, la expulsión de Borges no ayudó y el Getafe sentenció a poco para el final. Se daba pie a una semana de dudas. Las matemáticas tomaban protagonismo, aunque los gallegos solo tenían un objetivo: ganar en el Madrigal.

Fajr y Lucas sellaron la permanencia

En la penúltima jornada, el Deportivo visitaba el campo del Villarreal, sabiendo que si no cumplían, lo tendrían que hacer en la última jornada ante un Real Madrid pugnando por la Liga. El Villarreal, con los deberes hechos, llevaba semanas centrado en la Europa League, y el Deportivo lo aprovechó. Un latigazo de Fajr y un zarpazo de Lucas pusieron el 0-2 definitivo, y la ansiada permanencia. El último encuentro carecía de valor para los gallegos. Simplemente, la idea era ofrecer un último buen partido a la afición tras hacer los deberes, aún habiéndolos relizado más tarde de lo esperado. De hecho, el partido del Dépor no fue malo a pesar del 0-2, e incluso mereció meter algún gol. Pero lo importante ya se había conseguido. Los aficionados, aliviados, pudieron disfrutar con una jornada de antelación una permanencia muy sufrida, tras una desastrosa segunda vuelta. Sólo dos victorias en 19 partidos, insuficiente para un club tan grande, pero al final se consiguió el objetivo marcado a principio de temporada.

​Los jugadores del Deportivo celebran la permanencia. Foto: Lucas Pérez.
​Los jugadores del Deportivo celebran la permanencia. Foto: Lucas Pérez.                                   

La quiniela histórica del Depor abonada a la ‘X’

Los números que ha dejado esta temporada el conjunto liderado por Víctor Sánchez del Amo han sido 18 empates, 8 partidos ganados y 12 perdidos.

Empezaba la Liga BBVA y Riazor vería su primer empate contra la Real Sociedad. La temporada seguía para el Dépor, segunda jornada en Mestalla, 1-1. Ahora viéndolo con perspectiva el inicio de la competición para los coruñeses ya auguraba el camino a un récord que llevaba intacto 31 años.

Jornada 7 y llegaba el tercero, el segundo como visitante, un nuevo 1-1. Resultado que se repetiría en 9 partidos más, llegando hasta 11. Octavo encuentro y cuartas tablas en el marcador, esta vez contra el Athletic.

El partido contra el Eibar, punto de inflexión

Dos empates consecutivos que se repetirían en la décima (Atlético) y undécima jornada (Levante), en la décimo cuarta y décimo quinta. Llegaba el partido contra el Eibar. Los tres puntos se quedaron en La Coruña, pero esa victoria fue un punto de inflexión. Hasta la jornada 30 frente al Levante (2-1) como local no se volvería ver ganar al Depor.

18 empates, un récord histórico en la Liga BBVA

La Liga BBVA continuaba su marcha y el Dépor con cada vez más problemas de resolver los partidos seguía sumando de punto en punto. Seguimos analizando… tras la jornada 20 se sucedieron cinco empates frente a Real Sociedad, Valencia, Rayo, Sporting de Gijón y Betis, el Deportivo entraba en una lista. Esa lista era la de los equipos que más tablas habían conseguido a esas alturas de competición, ya eran 14. Cuatro encuentros después volvería a sumar un punto frente al Málaga (3-3), la igualada más abultada del Depor.

El público de Balaídos asistiría al décimo sexto (1-1), el Sánchez-Pizjuán el décimo séptimo e Ipurúa el décimo octavo y último empate del Depor, que significó el liderato en la clasificación de los equipos que más ‘X’ han conseguido en una quiniela de la Liga BBVA de todos los tiempos.

Hasta el momento sumaban 17 empates a 38 partidos el Mallorca de la 89-90, Real Burgos 90-91, Rayo 91-92, y Espanyol 97-98.

“Se han ninguneado el número de empates del Depor, hemos conseguido un récord de empates que solo se ve negativo… Empatar significa no perder y este equipo está clasificado el quinto en número de derrotas de la temporada… el que no pierde suma y para un equipo humilde como nosotros sumar es muy importante porque te acerca aunque sea pasito a pasito a tu objetivo… y eso no se ha querido ver, comentó Víctor Sánchez del Amo con respecto al récord de empates de su equipo”. 

Gran temporada de Lucas Pérez en contraposición con los otros delanteros

Sin duda la temporada de Lucas Pérez ha sido para enmarcar, 17 goles y 8 asistencias, o lo que es lo mismo, ha participado en 25 de los 45 goles del equipo, en más de la mitad. Sus goles han sido muy importantes para la consecución de muchos y valiosos puntos para el equipo.

Lucas ha participado en 25 goles de los 45 de su equipo

Sin embargo, Lucas Pérez se ha visto muy solo en la punta de ataque en muchas ocasiones, ya que no ha habido un relevo de garantías que permitiera darle descanso. Ni Oriol Riera con dos goles o Jona con cero goles, han permitido darle descanso al delantero coruñés, si bien por lesiones o por falta de rendimiento, ninguno de los dos jugadores ha estado a la altura del equipo en la faceta goleadora.

El único jugador de ataque que ha colaborado a la perfección con Lucas Pérez ha sido Luis Alberto, pero no podemos considerarlo delantero como tal, ya que siempre ha jugado algo más atrás de la punta de ataque. La conexión Luis Alberto-Lucas Pérez ha dado grandes alegrías al Deportivo, ya que ambos jugadores se han entendido a la perfección en el terreno de juego durante toda la temporada.

Luis Alberto y Lucas celebran un tanto del Deportivo. Foto: RC Deportivo.
Luis Alberto y Lucas celebran un tanto del Deportivo. Foto: RC Deportivo.                                                   

Los pilares del Dépor

Desde que empezó la temporada en agosto, varios jugadores han sobresalido por encima del resto, realizando buenas actuaciones y manteniendo un gran nivel durante la mayor parte del campeonato.
Se trata de los pilares que sustentaron el juego del Deportivo durante el campeonato y los futbolistas más trascendentes sobre el césped con la camiseta blanquiazul. Estamos hablando de Lucas Pérez, Pedro Mosquera y Sidnei

Lucas Pérez se destapó desde un primer momento como el goleador que la afición coruñesa esperaba desde los lejanos tiempos de Tristán o Pandiani. Conocido de la temporada anterior, Lucas dio un paso al frente en su segundo año como deportivista, convertido en delantero centro, y fue el jugador que más influyó tanto en la forma de jugar del equipo como en las ocasiones y goles de los herculinos. Rompiendo récords y logrando un gran número de goles, 17, y un buen puñado de asistencias. A parte de sus estadísticas, cabe mencionar la calidad que atesora en cada jugada, creando una ocasión de la nada, fue el faro del conjunto de Víctor durante todo el campeonato, el jugador franquicia. 

Pedro Mosquera se convirtió en el timón de su equipo

En la medular se situó Pedro Mosquera. Coruñés que regresaba a su ciudad natal y que lo hizo a lo grande, recogiendo los galones del centro del campo y convirtiéndose en el timón del juego deportivista. Desde el primer momento se encargó tanto de distribuír como de cortar, sobresaliendo en sus actuaciones. Fue uno de los jugadores más empleados durante todo el año tanto en Liga como en Copa. Sin embargo como flaquezas durante su primer año con la elástica blanquiazul hay que recordar su bajón en la segunda vuelta, equiparable al mal rendimiento del equipo en general, y su nula contribución en los metros finales ya que, aunque no es su finalidad, termina el año sin todavía haber estrenado su casillero goleador en el Deportivo.

Mosquera intentando tapar un centro de Gabi. Foto: Rodri J. Torrellas (VAVEL).
Mosquera intentando tapar un centro de Gabi. Foto: Rodri J. Torrellas (VAVEL).                             

Retrasándonos todavía más nos encontramos a Sidnei, dueño y jefe de la defensa coruñesa. Al igual que Lucas, este era su segundo año y también rindió a un nivel extraordinario. El central brasileño impuso su poderío físico ante la inmensa mayoría de delanteros de la Liga española viéndose en muy escasas ocasiones superado. Como en el curso anterior, siguió deleitando al público de Riazor con sus “arrancadas” hasta los metros finales emulando al querido Naybet. Su temporada se vio empañada por una lesión que lo mantuvo fuera de los terrenos de juego durante casi dos meses y, al igual que Mosquera, todavía no ha conseguido marcar ni un solo gol en los dos años que lleva en Coruña, pese a gozar de varias ocasiones para lograrlo a lo largo de la temporada.

La mala suerte con las lesiones en la portería

Una inoportuna lesión en pretemporada obligó a Fabricio a perderse el comienzo de liga, posteriores recaidas y la final operación de su rodilla derecha obligó al canario a perderse toda la temporada.

Hasta cuatro porteros dispusieron de minutos en la Liga por culpa de las lesiones

Lux que partía como suplente al comienzo de temporada terminó siendo el meta titular por la lesión del canario, quedando como portero suplente Manu. El destino fue cruel con el argentino, en el derbi de Balaídos un choque con Sidnei hhizo que un mal movimiento de su rodilla le provocase la lesión, a falta de siete jornadas para terminar la competición, la rotura parcial del ligamento lateral interno de su rodilla izquierda no le permitiría jugar más partidos por lo que resta de temporada.

Lux realiza una parada ante el Atlético de Madrid. Foto: Rodri J. Torrellas (VAVEL).
Lux realiza una parada ante el Atlético de Madrid. Foto: Rodri J. Torrellas (VAVEL).                           

Manu pasa a ser el portero titular por lo que resta de temporada, el asturiano ya había disputado los partidos de copa, y un partido en el que Lux estaba sancionado.

Finalmente mencionar a Pletikosa, el veterano portero croata fue fichado en el mercado invernal, en teoría como portero suplente de Lux, pero no fue capaz de ganarle el puesto a Manu. Disputó dos partidos, uno ante el Athletic de Bilbao y otro, el de su retirada, ante el Real Madrid, en ambos encuentros dejó buenas paradas y no cometió errores, demostrando que a pesar de su edad seguía siendo un portero de garantías.

Lopo, Luisinho y Víctor 

Tras una primera vuelta de ensueño, Víctor Sánchez del Amo renovaba su contrato con la entidad coruñesa ampliándolo un año más, con la directiva convencida de su buen hacer en la Liga, aunque todo dio un giro brusco e inesperado en la segunda parte del campeonato, provocado entre otras cosas por la mala gestión del vestuario.

Desde años atrás ya se tachaba al lateral Luisinho como un hombre problemático y en el pasado agosto volvió a reincidir en un encontronazo con Alejandro Arribas. El por aquel entonces actual técnico, decidió imponerle un castigo al no contar con el portugués durante los primeros encuentros.

Problemas en el vestuario con Luisinho y Lopo

Poco a poco fue confiando en él aunque no todo lo que le gustaría a Luisinho, lo que provocó una tensa relación entre ambos. Tras serle negada la salida al lateral durante el mercado de invierno, la situación empeoró y con los malos resultados se agravó. El vestuario se convirtió en una bomba de relojería con el 'caso Luisinho' como estrella y al que le seguían, ya en las últimas jornadas, la ausencia del Lopo con el grupo. Otro encontronazo, esta vez entre Oriol Riera y Lucas Pérez, provocó la decisión de apartar a Luisinho del grupo, tras este recriminarle al entrenador el tener una doble forma de medir, dependiendo de los jugadores. Desde ese momento hubo ataques dende ambos bandos con ruedas de prensa principalmente.

Con la salvación del Deportivo, fueron varios los jugadores que sacaron a relucir los 'trapos sucios' del vestuario, destapando el mal ambiente y lo dividida que se encontraba la plantilla. Víctor Sánchez del Amo no fue capaz de lidiar con un grupo de jugadores cuando la situación se tornó difícil y él más los jugadores más problemáticos a vistas del aficionado, Lopo y Luisinho, tendrán un final similar, siendo esta temporada que termina la última defendiendo el escudo del club coruñés.​

Cese de Víctor Sánchez del Amo

Finalmente y ante la incertidumbre generada después del cruce de declaraciones entre el técnico y algunos jugadores. El Consejo de Administración decidió retirar la confianza al madrileño y destituirlo de su cargo. Tino Fernández así lo confirmó en una comparecencia de prensa en la que anunció la noticia y también afirmó que aún no tenían ningún candidato en mente para suplir al exjugador deportivista.

Víctor Sánchez en el túnel de vestuarios del Deportivo. Foto: RC Deportivo.
Víctor Sánchez en el túnel de vestuarios del Deportivo. Foto: RC Deportivo.

Víctor Sánchez cumplió el objetivo por segunda temporada consecutiva. Pero la segunda mala vuelta de su conjunto, unido a los problemas disciplinarios que se dieron en el vestuario, llevaron a los mandatarios del Deportivo de La Coruña a tomar la decisión de cesarlo.

Finalmente el preparador madrileño ha permanecido en la que fue su casa, una temporada entera y ocho jornadas más. Él había dejado claro en su última comparecencia, en la que dio las explicaciones que creyó oportunas a raíz de la rueda de prensa del representante de Luisinho, que su intención era permanecer en el club coruñés, ya que además aún tenía un año de contrato. Sin embargo no lo podrá hacer y tendrá que cambiar de aires. Pero no se sabe si algún día los caminos del Dépor y de Víctor vuelven a cruzarse por tercera vez.