Su gesto es amable y cercano, reflejo de la humildad que caracteriza al club al que representa en la actualidad, la UE Cornellà. Marcos Pérez (Barcelona, 14 de septiembre de 1984), portero titular y segundo capitán del conjunto de Llobregat, nos conduce directamente al césped sobre el que este sábado su equipo recibirá al líder del grupo en el que milita en Segunda División B, el filial del FC Barcelona. Desde allí, con el Juvenil A y Juvenil B envueltos en sus respectivas sesiones preparatorias de fondo, representativos de la gran labor de fútbol formativo que llevan a cabo los verdes, Marcos nos cuenta su historia, que una vez allá por la temporada 1996/1997 estuvo ligada al club azulgrana, donde compartió vestuario con un símbolo del barcelonismo, Andrés Iniesta.

Pregunta: Son muchos los años que lleva usted guardando porterías, sin embargo poco se conoce de sus inicios.

Respuesta: Comencé de lateral izquierdo, en el Buen Pastor, equipo de mi barrio. Estuve un año allí y mi padre me dijo que lo mejor para seguir creciendo como jugador era salir de allí y me llevó a la escuela de Fútbol Tarr, que estaba muy relacionada con el Barça. Los que la dirigían eran ex jugadores del F.C.Barcelona, entre ellos Rexach.

P: ¿Qué edad tenía entonces?

R: Era Benjamín de último año cuando entré allí como lateral izquierdo y a medio año le hice comprar a mi abuela un traje de portero para jugar en la calle. Cuando ya lo tuve le dije a mis padres “o me ponéis de portero o me borro del fútbol, porque no me gusta ser jugador”.

Breve paso por el FC Barcelona

P: Usted lo tenía claro. Normalmente los niños no quieren ser porteros.

R: A mí me gustaba hacer el cabra, tirarme al suelo, era un niño muy movido. En la calle jugaba de portero y cuando participaba de lateral con el equipo, me lo pasaba bien porque el fútbol me gusta, pero quería ser portero. A raíz de ahí empecé a cubrir esta posición, estuve en la Tarr, en la UB Catalonia, que era como una selección federada, hasta que entré en el Barça en Infantil de primer año.

P: Allí coincidió con Iniesta, leyenda viva en el mundo del fútbol.

R: Sí, compartí vestuario todo el año con Iniesta, Jorge Troiteiro que era una súper estrella en el fútbol base, era buenísimo.

P: ¿Ya entonces se podía usted dar cuenta, a pesar de su corta edad, del talento que había allí?

R: Estaba claro. Había futbolistas entre el B y el C, equipos de primer año, que se veía que marcarían diferencias, porque tenían un don, algo especial, como Manolo Lanzarote, Troiteiro, y Andrés, ¿qué voy a decir de Iniesta?

P: ¿Con Iniesta mantiene algún tipo de contacto?

R: La verdad es que no tenemos ningún tipo de contacto, aunque si nos vemos sé que me reconocerá. Fue un año entero, estuvimos juntos en el torneo de Brunete y Villanueva de la Cañada en Madrid con la selección del B y del C.

Marcos forma en un once del FC Barcelona junto a Iniesta | Foto: José Jiménez

P: ¿Con qué se queda de aquel año?

R: Me acuerdo de todo, fue un año bonito. Es un sueño jugar en el Barça, todo el mundo quiere hacerlo. Yo fui a hacer pruebas de lateral izquierdo, pero antes el FC Barcelona no tenía tantos equipos de fútbol base, empezaba en Alevín y no me cogieron porque no tenía la edad. Al año siguiente me volvieron a llamar y ya fui como portero. A los dos años entré allí para jugar en esa posición.

"Fui baja en las categorías inferiores del Barça por mi estatura"

P: ¿Cuál fue el motivo por el que no continuó en el Barcelona?

R: Allí viví cosas súper buenas, desde que me dieran una taquilla con mi ropa. Te sientes profesional siendo un niño, si era así antes, imagínate lo que debe ser ahora. Salí del Barcelona por bajito, ficharon a Rubén Martínez, que es un excelente portero que en Alevín/Infantil ya medía 1,84 y yo era pequeñito. Fui baja por mi estatura, porque estaban contentos conmigo, el entrenador Jordi Castell me lo decía. En el mundo del fútbol lo que importa por encima de muchas cosas es la estatura del portero.

P: Luego usted ya dio el estirón.

R: Al final creces, pero en esas categorías te viene Rubén Martínez con ese 1,84, un porterazo increíble, y aunque los dos fuésemos buenos técnicamente, la diferencia en la estatura era la que marcaba.

P: ¿Qué experiencias vivió de forma especial en el vestuario azulgrana?

R: Sobre todo el torneo de Brunete y Villanueva de la Cañada, fue espectacular, te enfrentabas a equipos buenos. Tenía a Albert Benaiges como entrenador, una excelente persona, él decidió quién iba al torneo. Fuimos yo y Francisco Casulleras ‘Francis’, mi compañero. Es el recuerdo más destacado que me llevé de ese año tan bonito en el Barça. Lo disfruté, mis padres y mi abuelo me concienciaron de que sería un año ‘y luego ya veremos’.

Los pies sobre la tierra

P: La familia debe ser muy importante en esas circunstancias.

R: Mis padres y mi abuelo siempre me concienciaron de que se tenía que vivir año a año, disfrutar del fútbol y no pensar en más allá. Disfrutar y trabajar, que llegue lo que tenga que llegar. La verdad es que no me afectó ser baja, aunque me fastidió porque era muy chulo estar allí, pero otros chicos lo pasaron mal.

P: ¿No se dio nunca la ocasión de volver al Barcelona?

R: No, nunca. En aquel entonces fui a hacer una prueba en el Damm y me dijeron el primer día que ficharía, pasé allí prácticamente toda mi etapa de fútbol base, salvo un año que salí cedido. Le estoy muy agradecido, es un club que trata muy bien a los futbolistas, estuve muy a gusto. Acabé Juvenil A y firmé por el Gavà en Tercera División, de la mano de Toni Llebaría. Ya había estado yendo a entrenar con ellos dos días a la semana mientras era jugador del Juvenil. Compartí portería con Álvaro, un mito, el mejor portero de la categoría en ese entonces, aprendí mucho de él. Estuve dos años y medio, el primero jugué pocos minutos porque tenía delante a toda una institución. El segundo y tercer año jugué, eso fue lo que me llevó al Espanyol B con Rubi como entrenador.

P: ¿Cómo fue su experiencia en el club perico?

R: Fui a cubrir la baja de un portero que había marchado en Navidad, era positivo dar el salto de Tercera a Segunda B, a un equipo filial, aunque no jugué tampoco mucho. Ya sabía a lo que iba, pero me lo pasé bien en ese medio año, hice buenos compañeros, había un grupo espectacular. Firmé un año y medio, vino Kiko Casilla procedente del Real Madrid y subió Isaac Becerra, que era el futuro del Espanyol, y yo sobraba, por lo que me fui cedido al Gramanet un año, también en Segunda B.

Marcos es un veterano en la categoría | Foto: Gerard Franco - VAVEL
Marcos es un veterano en la categoría | Foto: Gerard Franco - VAVEL

La chispa del playoff

P: Luego regresó al Gavà.

R: Sí, pase un verano muy duro, porque estuve hasta el día 30 de agosto sin equipo. Me veía fuera, hasta que recibí la llamada mágica de Toni Llebaría, me dijo: ‘¿dónde estás que no te veo?’ y me dio la oportunidad de volver ahí. Estuve dos años más con ellos en Segunda B y entonces me fui al Badalona, donde empecé sin jugar nada porque vino David Valle, una bestia que venía de jugar en Segunda A e hizo un año impresionante. Yo no tenía opción, era imposible quitarlo. Los porteros tenemos que ser consecuentes de porqué no jugamos. Jugué un partido sólo porque Manolo Márquez se la jugó conmigo cuando luchábamos por la segunda plaza, ya metidos en playoff  matemáticamente. Ganamos 0-1 en Mallorca en el último partido de Liga con buenas sensaciones y acabamos segundos. Renové allí, ficharon a Ricardo Molina, que ese año había quedado Zamora en Segunda B con el Orihuela y Manolo Márquez, que había renovado en el banquillo, decidió que empezaba a jugar yo.

"Manolo Márquez me dio la vida futbolísticamente hablando"

P: El míster apostó fuerte por usted.

R: Fue una decisión que a nivel futbolístico me ha dado la vida, porque hice mi mejor año, alcanzamos el playoff y yo fui el tercer portero menos goleado de España en la categoría de bronce. Fue un año brutal. Disfrutamos un playoff en el Heliodoro Rodríguez López en Tenerife, y aunque no pudimos pasar la eliminatoria fue un curso increíble.  

P: ¿Fue el playoff una de las experiencias que más le ha enseñado como portero?

R: Ese año entero me sirvió para sacar todo lo que había aprendido de todos los grandes porteros que había tenido a mi lado, como Álvaro en mis comienzos, o David Valle, de quien aprendí muchísimo. Aprendes de todos, aunque seas tú el que esté disputando más minutos. Ese año Manolo Márquez tuvo lo que se tiene que tener para meterme a mí cuando no había jugado nada el curso anterior, era una decisión arriesgada después de haber gastado dinero en un portero contrastado en la categoría, que había sido Zamora.

P: ¿Siente que Manolo Márquez salvó su carrera deportiva? Porque un portero puede pasar un cierto tiempo sin jugar, pero no mucho más.  

R: Ahora mismo estoy aquí y llevo 273 partidos en la categoría gracias a él. Obviamente también por mi trabajo, pero si trabajas, entrenas a tope y los entrenadores te lo reconocen pero luego no te alinean, al final no sirve de nada. Él vio que en la pretemporada di un buen rendimiento, se la jugó y le salió bien, hice el mejor año de mi vida.

Badalona, su casa

P: ¿En ese punto no pensó en cambiar de aires?

R: Jugué playoff, hice un año fenomenal, pero yo me quería quedar en Badalona, no quería salir de allí. Ese club es mi casa, le tengo un cariño súper especial. He estado cinco temporadas allí, las mejores de mi carrera a nivel futbolístico, fue donde me hice un portero de verdad, donde cogí la experiencia necesaria. Me sentí muy querido allí por la afición y por la directiva, siempre he dicho que me hubiese retirado en Badalona, porque no tenía ningún motivo para no renovar.

P: ¿No tenía usted aspiraciones de crecer?

R: Al final, ¿qué es crecer? Irte a Segunda A o al Hércules, al Cádiz, a un equipo de Segunda B con aspiraciones altas.

P: ¿Usted eso no lo consideraba?

R: Claro que lo consideraba, pero esos equipos fichan a ex porteros de Segunda División A, como el Hércules hizo con Chema, que había jugado en Primera División con el Xerez. Ex porteros de Segunda A que por circunstancias bajan a Segunda B para intentar volver a la categoría de plata con esos equipos. Las opciones de ir ahí son limitadas, es más fácil intentar lograr el ascenso con el mismo equipo.

"Dejé el Badalona porque pasaron cosas que no me gustaron"

P: ¿Cómo se decidió a fichar por el Cornellà?

R: Cuando salí de Badalona tuve la opción de ir a bastantes equipos, pero Andrés Manzano me dijo que el Cornellà tenía un buen proyecto, me convenció y vine aquí. ¿Por qué salí del Badalona? Pasaron algunas cosillas que no me gustaron.

P: ¿Con la directiva?

R: No quiero hablar mal de ellos, porque no lo hice nunca y no lo haré ahora. Hubo cosas que no vi claras y tomé la dura decisión de marcharme de allí. Cuando fui a rescindir mi contrato salí fastidiado, porque no me esperaba salir de allí nunca. Por circunstancias tuve que hacerlo y no me arrepiento, pero es un club que siempre llevaré dentro por los años tan buenos que me hizo vivir.

El portero atendió a VAVEL en el banquillo local | Foto: Gerard Franco - VAVEL
El portero atendió a VAVEL en el banquillo local | Foto: Gerard Franco - VAVEL                                                                 

P: Nada más hacerse oficial su incorporación al Cornellà declaró que usted podía aportar experiencia al equipo. ¿Qué le ha aportado a usted su estancia en el club este último año y medio?

R: Cornellà es un club humilde en la categoría, con posibilidades. Lo que más me ha sorprendido es el nivel humano de este increíble vestuario, da igual la edad, quién seas, ni los partidos que lleves en la categoría. Me puedo ir a jugar un partido de padel con los chicos más jóvenes de la plantilla y después irme a comer con ellos. Eso es difícil de ver en un vestuario, pero aquí somos todos gente humilde, trabajadora, con hambre y ganas de disfrutar del fútbol.

A las puertas de un sueño

P: Llegó usted justamente la temporada en que mejor le fue al club desde su ascenso a Segunda División B.

R: Nos dio la vida el colchón de seis partidos que acumulamos al principio, cuando ganamos seis de seis. Estábamos a un nivel de competitividad increíble, nos salía todo. Íbamos a campos muy difíciles como el Mini Estadi, donde empatamos 1-1, Sabadell, el del líder, el Reus, que ahora está en Segunda A. Era nuestro año y el playoff se nos escapó por un partido aquí contra el Levante, era el partido que teníamos que ganar sí o sí. Ahí se nos escapó el sueño.

P: Empezaron con fuerza la presente campaña, pero están sufriendo más altibajos de los que quizá el grupo anticipaba, tras una temporada tan buena como la anterior.

R: Este está siendo un año raro, porque empezamos bien, luego tuvimos un pequeño bajón, después volvimos a enganchar tres o cuatro partidos ganando y se veía que podíamos meternos de nuevo ahí, pero sufrimos otro bache.

P: ¿Cuál cree que es el motivo de este rendimiento tan irregular?

R: Te podría decir muchos motivos y que no sea ninguno. Las cosas no nos están saliendo como queremos. El año pasado con cero a cero hacíamos algún gol de estrategia, éste no nos está saliendo eso y los equipos ya nos conocen más. La temporada pasada fuimos un poco sorpresa, al pasar de casi bajar el año anterior, cuando nos salvamos en el último minuto, a mostrarnos tan competitivos. No estamos consiguiendo ser tan sólidos como éramos ni nos está acompañando la suerte que antes teníamos.

"Soy consciente de que he pasado un bache esta temporada"

P: ¿Se atreve usted a hacer autocrítica, en una temporada como esta, en la que ha jugado todos los partidos que ha disputado el Cornellà en la competición regular?

R: Siempre se puede dar más. Lo hagas bien o mal, siempre hay partidos que sientes que puedes dar más. Este año a nivel deportivo he pasado un bache de tres o cuartos partidos en los que no he estado bien y esto ha perjudicado al equipo, soy consciente de ello. Me considero un portero muy crítico conmigo mismo, sé cuando fallo y cuando no, lo reconozco, no soy de culpar a mi defensa por un fallo mío, si he fallado soy consecuente de mis errores. También soy de la opinión de que de todos los errores se aprende. Llevo unos cuantos partidos esta temporada en los que quizá psicológicamente no me he sentido bien y eso le ha pasado factura al equipo.

P: Siendo realista, ¿cree que el equipo está aún a tiempo de meterse en el playoff?

R: A tiempo está, pero siendo realista es difícil, porque los equipos que están arriba son muy poderosos. Hablamos de Hércules, Villarreal B, Valencia, más los dos que están despegados ya, Barça B y Alcoyano. El Badalona está haciendo una gran temporada. Estamos lejos, pero esta categoría lo que tiene es que ganas tres partidos seguidos, te metes ahí y tus aspiraciones vuelven a cambiar, lo mismo si pierdes tres partidos, te metes abajo y como no ganemos estamos fastidiados. Estamos a tiempo, claro.

P: ¿Qué tres equipos cree que conseguirán jugar el playoff?

R: Barça B y Alcoyano creo que lo van a hacer. El Barcelona B por la calidad individual de los futbolistas lo va a hacer sí o sí, quedará campeón casi con total seguridad, y el Alcoyano es un equipo muy sólido, no creo que falle. En cuanto a un tercero, creo el Hércules también se meterá.

P: ¿Y el Cornellà?

R: Ahora mismo la realidad es que estamos algo lejos, tenemos que pensar en salvarnos ya, si puede ser en cuatro partidos mejor que en ocho. Entonces ya veremos donde están nuestras aspiraciones. Claro que queremos meternos, pero tenemos que conseguir los 45 puntos, ir partido a partido, sin marcarnos un objetivo a largo plazo. El equipo tiene que volver a coger esa seña de identidad que tenía, la competitividad. No se descarta nada, ojalá, sería un sueño. Aunque juegues setenta playoffs, vuelves a jugar uno y lo afrontas como un niño pequeño con su primera bici, es algo muy grande. Los campos en esta categoría que normalmente están vacíos, el Mini por ejemplo, en un playoff no lo estaría, solo hay que recordar el último, yo recuerdo mucha gente allí. El playoff es quizá lo más próximo que te puedes encontrar a Primera división.

Imagen del choque de la primera vuelta, disputado en el Mini Estadi | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
Imagen del encuentro de la primera vuelta, disputado en el Mini Estadi | Foto: Noelia Déniz - VAVEL                          

Preparado para recibir al líder

P: ¿Cómo ve al Barça B, el próximo rival?

R: Es un auténtico equipazo en todas sus líneas, empezando por la portería y acabando por el último delantero.

P: ¿Cómo piensa parar a Romera, Cardona y Perea?

R: Es difícil. Son súper jugadores de esta categoría, son muy buenos, pero intentáremos hacer un buen trabajo a nivel defensivo, intentar que se sientan incómodos en este campo, que no les salga su juego, que no tengan espacios y que se sientan presionados, es lo que tenemos que hacer para parar estos futbolistas que tienen una calidad individual tan grande.

P: ¿Para usted a nivel personal supone alguna motivación especial este choque con el Barcelona B?

R: Jugar contra los mejores equipos siempre tiene un plus. Cuando se da un Barça- Madrid siempre hay un plus entre los futbolistas, aunque el Madrid vaya penúltimo  y el Barça primero, o al revés. Ese partido es ese partido. Sabes de la calidad individual que tiene ese equipo y el cuidado que has de tener. ¿Qué si es especial jugar contra el Barça? Sí, se podría decir que sí.

P: La semana pasada el guardameta Alberto Varo le lanzó unos cuantos elogios a través de VAVEL, tras su debut oficial con el Barça B. ¿Qué opinión le merece el barcelonista?

R: Es el portero del futuro. Lo llevo siguiendo hace muchos años, siempre que nos vemos nos saludamos, es un fenómeno como persona y como portero va a dar que hablar. Ha tenido la mala suerte de la lesión, también Suárez ha estado bien, pero para mí esta categoría se le queda pequeña, porque tiene condiciones para estar en otra superior. Es un portero completo en todo: tiene juego de pies, uno contra uno, es valiente, va bien por arriba, bajo palos es muy rápido, ágil y con una estatura envidiable, lo tiene todo para triunfar, es jovencísimo y además tiene gol (risas). El año pasado metió uno con la Pobla, que se mantuvo en muchos partidos por él, dio un rendimiento increíble allí.

"Si fuese director deportivo fichaba a Alberto Varo, es el futuro"

P: Del grupo III de Segunda División B, ¿a quiénes destacaría de los que juegan su misma posición?

R: Para mí en esta categoría hay muy buenos porteros, y si tengo que destacar a uno aunque por la lesión no ha podido jugar sería Varo, me parece muy bueno. Te podría citar a ocho o nueve más, pero si yo fuese director deportivo y tuviese que firmar a uno, sería Varo.

P: ¿Cuál es su pronóstico para el sábado?

R: Victoria del Cornellà. Me conformo con el 1-0, siempre y cuando no me marquen.

El futuro puede esperar

P: Volvamos a centrarnos en usted. ¿En qué portero se fijó en sus inicios bajo palos?

R: Para mí el súper portero desde que empezó fue Víctor Valdés, pero cuando era pequeño a quien más me apetecía ver y en quien me fijaba era Oliver Kahn.

La sonrisa de un futbolista realizado | Foto: Gerard Franco - VAVEL
La sonrisa de un futbolista realizado | Foto: Gerard Franco - VAVEL                                                                                     

P: ¿Se ha planteado a qué edad le gustaría retirarse del fútbol?

R: No me planteo ninguna fecha. Tengo 32 años, me encuentro muy bien, rápido, ágil. No pienso arrastrarme por los campos, en cuanto vea que no me siento bien, me retiro. ¿Quizá a los 35 o 36? No lo sé. Si con 34 me encuentro mal, me retiraré.

P: ¿Qué me dice de su futuro inmediato? Tiene contrato con el Cornellà hasta junio de 2017. ¿Le gustaría renovar aquí?

R: No lo sé, son decisiones del club y mías, de las dos partes, hay que ver. Ahora mismo no me planteo nada, ni quedarme ni irme. Estamos a mitad de temporada, aún quedan muchos partidos por delante y lo que menos me importa ahora mismo es mi futuro el año que viene.

P: Llaman la atención sus constantes gestos con los brazos y las manos durante los partidos.

R: Gesticulo mucho, es mi manera de ser de siempre. En mi vida personal ya lo hago, mírame ahora mismo, lo estoy haciendo (risas). No significa nada, aunque ya me han dicho que un día de estos aterrizará un avión en el Nou Municipal por mi culpa (risas).

P: Usted que dijo haber aprendido de tantos otros compañeros de profesión en todos estos años, se dedica ahora a hacer uso de esa experiencia que acumula para enseñar a los más jóvenes. ¿En que se basa la escuela de porteros que dirige?

R: Hace cuatro años que fundé esta escuela, la respuesta fue buena desde el inicio. En la actualidad trabajamos martes y miércoles en el Campo Municipal de Pere Gol y en el de Pomar, en Badalona. Chicos de otros clubes vienen a hacer una tecnificación conmigo y con mi equipo de entrenadores, hacen un específico que tiene una duración de hora y media en la que intentamos trabajar todo lo que nos podemos encontrar el día del partido, en situaciones lo más reales posibles. Intentamos hablar con ellos, mentalizarlos, para que psicológicamente estén bien preparados, les inculco a mis chicos que se ha de intentar olvidar rápido de los errores, porque el equipo te necesita. Soy de la opinión de que esto del fútbol es un estado anímico puro y duro, si psicológicamente estás bien, tu cuerpo responde. La psicología es un aspecto bastante importante en el mundo del fútbol. Hacemos campus de semana santa, de navidad, en verano lo montamos Marc Ramírez, entrenador del Villarreal B y yo, nos llevamos a los niños de colonias a Tossa de Mar.