Tras la histórica remontada que protagonizó el Barça el miércoles frente al PSG, surgieron bastantes preguntas sobre cómo afectaría en los próximos partidos: ¿Puede ser que el equipo sufra una bajada de tensión ante un rival aparentemente asequible?, ¿Habrá rotaciones destacadas?, ¿Mantendrá Luis Enrique el 3-4-3?... A esta última el asturiano dijo en rueda de prensa que se adecuarían a las necesidades del equipo.
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El técnico culé, a pesar de la caída de Rafinha en la convocatoria, ha insistido en el esquema que le ha funcionado el último mes. Denis ha sido el encargado de abrirse a la banda derecha y Sergi Roberto ha vuelto a la posición habitual de los últimos partidos entre el interior derecho en ataque y lateral en defensa.
En la adaptación constante del 3-4-3 hoy Luis Enrique le ha dado una pequeña evolución en los laterales y extremos. Por la izquierda André y Arda y en la derecha Sergi Roberto y Denis han cambiado sus posiciones en ataque en distintas ocasiones por tal de sorprender a la defensa del Deportivo. Ya en la primera parte el portugués ha tenido una oportunidad y, a su vez, Roberto ha tenido otra llegando hasta de Roberto hasta la línea de fondo.
Los cambios en la segunda parte, que han llegado después del gol de Suárez, ha desplazado algunas de las piezas. Denis ha cambiado de banda para ocupar el puesto que dejaba Arda. Su posición de inicio ha sido ocupada por Sergi Roberto. De esta forma Iniesta y Rakitic han sido los jugadores que se han situado en los interiores.
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Estas modificaciones ha reclamado un extra-esfuerzo a Sergi Roberto que ha tenido que recorrer más metros para ocupar el lateral en fase defensiva. Un Barça menos preciso en la presión en ataque ha permitido a los deportivistas salir en contraataque de las cuales han llegado distintas ocasiones de gol.
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Los últimos minutos, con la incorporación de Alcácer por Denis, no ha modificado el esquema más allá de tener un hombre más con instinto goleador. De la misma forma el Barça también ha acumulado más jugadores en ataque con las subidas de Piqué.
Esta derrota es la primera caída con el nuevo esquema de 3-4-3 desde que Luis Enrique lo puso en funcionamiento contra el Atlético de Madrid. Este nuevo dibujo, en cambio, está teniendo en segundo plano a Messi que ubicado en el centro está rodeado de jugadores rivales en una jaula en la que de momento no ha sabido encontrar la tecla. De esta forma es posible que aún haya nuevas modificaciones en los próximos partidos para encontrar nuevas soluciones y, especialmente, para que el mejor jugador del mundo tenga más incidencia en el juego.