Nacido en Elche, Alicante, Saúl Ñíguez Esclápez se mudó con muy temprana edad a la capital. Un chico de 11 años, lleno de entusiasmo y emoción, que dejó atrás su ciudad natal, su familia y amigos, para venir a formarse como jugador en uno de los mejores clubes de Europa.

Por desgracia para él, su aventura en la cantera merengue no duró mucho debido a problemas extradeportivos. Como ya ha confesado a una entrevista concedida al periódico El Mundo el pasado año, sufrió “robos y castigos por cosas que él no había hecho”. Por cosas como estas decidió abandonar “La Fábrica” (nombre que recibe la cantera del Real Madrid) al final del año. Así mismo, en esta entrevista declara estar satisfecho del año que pasó en Valdebebas tanto a nivel personal, ya que maduró mucho aquel año, como a nivel futbolístico, por todo lo que aprendió.

Fueron su confianza en sí mismo y su temprana madurez las que hicieron que no se viniese abajo tras dejar el Real Madrid. Sabia de antemano de lo que era capaz, y que podría jugar en cualquier otro equipo. En el momento en el que dejó el equipo se dio cuenta de que el mundo no se acababa ahí, lo único que deseaba era seguir jugando y disfrutando con el fútbol.

Al poco tiempo de dejar la cantera blanca, pasó a formar parte de la familia rojiblanca. Estuvo formándose en las categorías inferiores del club, y apenas 6 años después de haber empezado a vestir esta camiseta, el 8 de marzo de 2012, debutó con el primer equipo en competición europea frente al Besiktas J.K., de la mano de su actual entrenador Diego Pablo “el cholo” Simeone. La temporada siguiente saldría cedido al Rayo Vallecano y tras su buena temporada, la directiva del club colchonero decidió que regresase al Manzanares.

Tras su regreso, en la temporada 14/15, comenzó a tener más importancia en el equipo y poco a poco se fue ganando un hueco en el once. Esa temporada jugó 35 partidos y la siguiente 47.

El 26 de agosto de 2016, se convirtió en el primer jugador ilicitano en vestir la camiseta de la selección absoluta. Lo hizo tras la llegada del nuevo seleccionador, Julen Lopetegui. Ñíguez ya jugó anteriormente en las categorías inferiores, ganando un europeo sub-19 y participando en el mundial sub-20.

Hoy, este joven centrocampista es uno de los fijos en el club colchonero, ha conseguido hacerse en hueco en el equipo a base de perseverancia, empeño y esfuerzo. Por otro lado, tiene una familia que le apoya y le aconseja para no cometer errores.

Lo que un futbolista necesita, aparte de saber jugar bien al fútbol, es una estabilidad en su entorno que le mantenga alejado de problemas y malas influencias. Por ahora parece que lo ha conseguido.

Este sábado, el 8 colchonero disputará su quinto derbi liguero, y lo hará en la que pudo ser su casa, el estadio Santiago Bernabéu. Si marca, no sería la primera vez que lo hace ante ellos, ya que también metió en un partido de supercopa de España en la temporada 14/15 y en el famoso 4-0 de esa misma campaña.

Cierto es que es un jugador del Atlético de Madrid, pero hay quien dice que nunca hay que olvidar de dónde venimos. Saúl, al fin y al cabo, viene de Elche, pero antes de llegar al Vicente Calderón pasó por la escuela blanca, donde le inculcaron las bases del fútbol. Ya que la base es el principio de todo, ¿qué sería de él sin su paso por “La Fábrica”? Quién sabe qué hubiese pasado si se hubiera quedado en Valdebebas.