"En Münich se van a quemar hasta los árboles", dijo Rummenigge, director general del Bayern, tras la derrota de los alemanes en el Santiago Bernabéu por 1-0, con gol de Benzema. El dirigente bárvaro declaró también que "el Bayern iba a reaccionar al resultado adverso". Palabras que infundieron el miedo en la afición blanca, que sabía que doblegar a los alemanes no iba a ser fácil. Sin embargo, en el vestuario del Real Madrid, esas palabras supusieron una motivación extra, un plus de gasolina. Y, sobre todo, en un jugador. Un central con el número 4, que había sufrido un calvario dos años atrás, con un penalti que se marchó al limbo y privó a los merengues de llegar a la final de la Champions. Algo, que no quería repetir esta vez.

Sergio Ramos Airlines

Sergio Ramos saltó al Allianz Arena con dicho penalti en mente. El camero, que había sufrido las burlas de Neuer tras el lanzamiento de la pena máxima, había estado dos años preparando la venganza, ya que como dicen, esta se sirve en plato frío.

Y poco tardaría Sergio en encarrilar el duelo particular con el portero del Bayern y, por ende, la eliminatoria. Luka Modrić sacó un córner medido a la cabeza del central blanco, en lo que sería un ensayo para la gran final, y Sergio Ramos no lo desaprovechó, impactando un cabezazo con gran fuerza. Pero el "4" no tenía suficiente y pocos minutos más tarde, aún con el Bayern Münich asimilando el primer gol, terminaría de prender los árboles de la ciudad alemana. Los bávaros, que tras el gol blanco comenzaron a jugar con brusquedad, concedieron una falta en el lado derecho del ataque blanco. Di María colgó un gran balón con la zurda, que Pepe prolongó y Sergio Ramos se encargó de mandar el balón al fondo de las redes, de nuevo con un gran cabezazo ante el que nada pudo hacer Neuer.

Fuente: www.realmadrid.com
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Cristiano condujo el avión Ramos hasta Lisboa

El jugador luso, que apenas había aprecido hasta entonces, debido al protagonismo de Sergio Ramos, intentó buscar los quince goles en Champions, algo que nadie había hecho hasta entonces. Cristiano encontró esa cifra en un contragolpe, ya que el conjunto de Guardiola se volcó al ataque en busca de un imposible. Bale, tras una gran salida del Real Madrid desde atrás, y después de una buena filtración de Benzema, logró encontrar a Ronaldo con un gran pase, y este delante de Neuer, no falló y puso el 0-3 y los 15 goles en su cuenta goleadora.

Fuente: www.realmadrid.com
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Ese 0-3 vio como llegaba el descanso y pasaba gran parte de la segunda mitad, con un Bayern Münich inoperante, que no intimidaba a los blancos. Con el partido ya muriendo, los alemanes volvieron a conceder una falta peligrosa, esta escorada en el flanco izquierdo del ataque y pegada a la línea de la frontal del área. En esta ocasión, el turno sería para Cristiano Ronaldo, que variando su lanzamiento habitual, lanzó el esférico por debajo de la barrera, haciendo el 0-4 con el que los blancos sellaron el pase a la gran final de Lisboa, en la que Sergio Ramos volvería a ser el protagonista. La afición madridista en el Allianz Arena explotó de alegría tras alcanzar una nueva final europea doce años después. Una celebración a la que se sumaron los jugadores merengues y Slaughter, jugador de la primera plantilla del Real Madrid de baloncesto.

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