Temporada 1985-86: el Deportivo Alavés desciende a Tercera Divisón, a pesar de quedar quinto en la clasificación. Un hecho que tuvo lugar en los despachos, ante la delicada situación económica que atravesaba el club, presidio por un extravagante Julián Ortiz Gil. Desde ese momento, han cambiado mucho las cosas.
Preparados para el playoff
Después de cuatro temporadas en ese pozo terrible que supone la Tercera División, el equipo vitoriano ascendió a Segunda B. Pero habría que esperar otras cinco temporadas para que ascendiese a la Segunda A. Durante esas cinco temporadas, el equipo se clasificó para jugar los playoffs de ascenso, pero era una labor que se resistía. Los aficionados estaban resignados a esa situación, pero llegó la mágica temporada 1994-95.
Juan Arregui Garay había tomado las riendas en su peor momento y los esfuerzos realizados por ese industrial guipuzcoano se empezaron a notar en el rumbo del equipo. Estaba de entrenador Txutxi Aranguren. Los babazorros se presentaban como serios candidatos al ascenso, tras ganar 27 encuentros durante la temporada. Tan sólo habían perdido cuatro de los 38 partidos disputados y llegaban con una media de más de dos goles por partido. Esta vez no se podía escapar el ansiado ascenso.
Empieza el playoff en el Insular
Todos los aficionados hacían cábalas sobre los equipos que podían enfrentarse al equipo albiazul. Por fin, se salieron los emparejamientos. El Deportivo Alavés se iba a enfrentar a la Unión Deportiva Gramanet, considerada la cenicienta del grupo y a los poderosos equipos del Real Jaén y la U.D. Las Palmas. Quedaba por delante un mes de junio lleno de esperanzas.
Y quiso el sorteo que el primer partido de esos playoffs fuese en tierras canarias, frente a la UD Las Palmas. Era un 28 de mayo a las órdenes del colegiado García Domínguez en el estadio Insular casi lleno, saltaban al césped los jugadores de ambos equipos. Eran casi 20.000 aficionados que animaban a su equipo sin cesar. Apenas se llevaba media hora de encuentro cuando un bonito gol de Manolo Serrano tras un fuerte disparo desde fuera del área, abría el marcador y ponía en ventaja a los vitorianos. Poco duró la alegría. A los pocos minutos, el árbitro decretó penalti a favor de los canarios y se ponían las tablas en el marcador, que no se moverían hasta el final del encuentro. El Alavés arrancaba su primer punto, en un difícil estadio.
El siguiente partido era contra la UD Gramanet. A pesar de aparecer el equipo catalán como el más débil de los cuatro, había empatado contra el Jaén en su primer partido y llegaban a Vitoria con muchas ganas. Pero los vitorianos salieron con fuerza y en sus dos primeras aproximaciones, la pareja formada por Codina y Serrano acertó para poner el dos a cero, con el que se llegaría al descanso. Nada más empezar la segunda parte, fue expulsado un jugador catalán y las cosas se pusieron más fáciles para los pupilos de Txutxi Aranguren. Manolo Serrano volvía a marcar y cerraba la cuenta Mugica al transformar una pena máxima, para poner el marcador con el cuatro a cero definitivo. El Glorioso se ponía líder por primera vez en los cinco playoffs disputados.
Una semana más tarde, había que visitar tierras catalanas. El equipo se estuvo entrenando en diferentes campos de la ciudad, ante la adversidad que suponía el hecho de tener que jugar en un campo de césped artificial como era el Santa Coloma. Y el esfuerzo tuvo su premio. En una bonita jornada matinal del día 11 de junio, saltaban los dos equipos ante unos 2.500 espectadores, de los que casi la mitad eran desplazados desde Vitoria. El equipo babazorro hizo un planteamiento muy serio y no fue hasta la segunda parte cuando, en un barullo formado en el área catalana, Manolo Serrano acertaba a enviar el esférico al fondo de las mallas. Joseba Aguirre fue expulsado en la pequeña tangana que se formó pero apenas quedaban diez minutos para la finalización y los catalanes no pudieron sacar provecho de esa ventaja. Serrano marcaba su cuarto gol en el playoff. Se colocaba como pichichi y el equipo regresaba a Vitoria con la sensación de que en esa ocasión no se podía escapar el ascenso.
Y llegó el duelo contra Las Palmas
Los aficionados alavesistas esperaban con ganas ese duelo. Sabían que una victoria ante el poderoso equipo de la UD Las Palmas les pondría en bandeja el ascenso. Y llegó el 17 de junio, Mendizorroza estaba a rebosar con veinte mil aficionados que llenaban sus gradas. Se veían muchas camisetas amarillas animando a los canarios y se escuchaba claramente su grito típico del "pío pío", contrarrestado por la numerosa hinchada alavesista. El partido fue muy intenso, con poco fútbol pero con mucho nervio y emoción. El equipo canario se adelantó en el marcador y con ese resultado se retiraron a los vestuarios los dos equipos.
Pero un oportuno gol de Iván Campo, nada más iniciar la segunda parte, puso más emoción al encuentro y mediada la segunda mitad, Manolo Serrano se afianzaba más como pichichi del playoff y marcaba su quinto gol, que servía para dar la vuelta al marcador y poner al equipo como líder indiscutible del grupo. La tarde hubiese sido más tranquila si Óscar Arias no hubiese fallado una pena máxima que hubiera supuesto poner el tres a uno en el marcador. Pero los canarios no pudieron empatar y los graderíos de Mendizorroza estallaron de júbilo tras el pitido final. El equipo albiazul se colocaba con diez puntos, a cinco de Las Palmas. Se tenía que producir una debacle para que esta vez no ascendiesen los vitorianos.
Pero quedaban dos partidos frente a un Real Jaén, sin opciones en su haber. El primero de ellos se disputó en el campo de La Victoria. Fue el peor partido de todo el playoff por parte del equipo albiazul. Un solitario gol de Lasheras no fue suficiente ante los tres marcados por los andaluces. El portero Tito fue expulsado cuando apenas quedaban diez minutos. Pero la UD Las Palmas no pudo pasar del empate en su enfrentamiento contra la U.D. Gramanet y los vitorianos pudieron celebrar el ascenso a falta de un partido. Los 200 aficionados que se desplazaron hasta tierras andaluzas fueron testigos de la proeza conseguida y lo celebraron por todo lo alto.
Celebración del ascenso en Mendi
Sólo quedaba el partido de trámite, de nuevo frente al Real Jaén. Antes de saltar al césped de Mendizorroza, los jugadores andaluces y jugadores de las categorías inferiores del Deportivo Alavés hicieron el clásico pasillo para los campeones. El estadio presentaba una muy buena entrada y vivieron una jornada tranquila en la que disfrutaron de los tres tantos que el equipo marcó.
Curiosamente, se dio el mismo resultado que en el estadio de La Victoria. Los goles de Serrano, Joseba Aguirre y Santi Castillejo fueron celebrados con júbilo desde las gradas y la invasión de campo por parte de los aficionados al finalizar el encuentro, permitió a la hinchada felicitar a los jugadores en el preámbulo de las celebraciones que tuvieron lugar en la Plaza de la Virgen Blanca. Txutxi Aranguren y los suyos lo habían conseguido. Diez años después de caer al pozo de la Tercera División, se volvía a la división de plata con todos los honores. En gran entrenador Txutxi volvió a dirigir al equipo en el ascenso a Segunda.
Recordemos a aquellos que iniciaron la recuperación del Deportivo Alavés para llegar, tras otra etapa para olvidar con aquel presidente ucraniano, a estos momentos de gloria que está viviendo el equipo:
Tito, Xabier Mancisidor, Aitor Arregui, Matxon, Ivan Campo, Toni, Toledo, Mujika, Moreno, Eladio, Joseba Aguirre, Crespi, Berástegui, Javi González, Lasheras, Alex, Codina, Serrano, Castillejo, Gorriarán, Fuertes, Tati, Guillermo, Óscar Arias y Gerardo