En medio de esas incógnitas y dudas, es bueno recordar temporadas anteriores para analizar casos similares, que se dan al final de cada temporada. Hace cincuenta años, hubo un fichaje que llamó la atención de los aficionados, por la proyección que tenía el jugador que fichaba el Deportivo Alavés.

Andoni Sarasola, el guipuzcoano que venía de Bizkaia al Alavés

Había terminado la temporada 1965-1966. No fue de las más brillantes en la historia del Club. De hecho, andaba jugando en el grupo IV de la Tercera División. Tampoco en lo económico corrían buenos tiempos y eso se hacía notar en los terrenos de juego. A pesar de todo, esa temporada que acababa de terminar vio cómo se proclamaba el Deportivo Alavés como campeón de su grupo, aunque luego no tuviese suerte en la promoción de ascenso y el Lérida le arrebatase ese honor de ascender.

Pero esa temporada fue muy importante en la historia del Glorioso. Se había fichado a uno de los más recordados y queridos jugadores que haya habido en el Glorioso: Andoni Sarasola Celaichiqui. Nacido en Amezqueta, junto a las faldas del monte Txindoki, en 1944, llegaba a Vitoria procedente del Aurrerá de Ondárroa. Debutó con la camiseta alavesista el día 12 de septiembre de 1965. Fue en Mendizorroza, frente al Sanse, equipo filial de la Real Sociedad y al que derrotaron por cuatro a uno.

La Real Sociedad participó en el homenaje a Andoni Sarasola. Fuente: realsociedad.com
La Real Sociedad participó en el homenaje a Andoni Sarasola. Fuente: realsociedad.com

Poco a poco se fue haciendo un hueco en la defensa. La temporada siguiente, 1966-67,  fue la de su consolidación. Aunque también militaron en Tercera División, participó en 22 encuentros, destacando en la mayoría de ellos. Fueron momentos duros para la Entidad, que no terminaba de cuajar ni en lo deportivo ni en lo económico. Hay que contar como anécdota el hecho de que la plantilla al completo, a excepción de su portero Bernardo, fue multada económicamente por la Directiva, por su bajo rendimiento en uno de los encuentros celebrado en el campo de la Planilla de Calahorra.

Esa temporada coincidió con el homenaje que se rindió el 12 de abril a José Luis Compañón, Compa, uno de los personajes que más ha colaborado desde sus años de jugador a sus tareas en las oficinas en sus 17 años ligado al Club. Una de las pintadas que adornan las puertas y fachadas del campo de Mendizorroza está dedicada a su persona.

Consolidación de Andoni en el equipo albiazul

Y así llegamos a la temporada 1967-1968, donde se repetía casi domingo tras domingo una alineación que, al menos en su parte defensiva, comenzaba de la misma manera: Bernardo, Ezquerra, Sarasola, Ayerbe. El 1 de Agosto se hacía la presentación del equipo. Juantxu Gorospe, en calidad de Presidente, presentaba a Ignacio Izaguirre como entrenador y a jugadores como Tobalina, Bernardo, Ezquerra, Sarasola, Ayerbe, Iturrospe, Lamarca, Flores, Kaito, Ocariz, Eguilaz, Rojo, Galerón, Piti y José, de la temporada anterior y las incorporaciones de Baroja, Medina, Zarrita, Oliver, Pérez, Elorza, Fernández, Erquiaga y Mejino. El objetivo era claro: el ascenso a la división de plata.

Y el objetivo se cumplió porque, tras quedar campeones, tuvieron que jugar la promoción contra el Plus Ultra (2-1 en Mendizorroza y 2-2 en el madrileño Estadio Borrachero) y contra el Portuense (0-0 en Mendi y 0-2 en el Eduardo Dato del Puerto de Santa María). Muchos aficionados estaban en casa alrededor de un minúsculo transistor, cantando los goles alavesistas. A la vuelta, hubo una gran fiesta, que se montó en la plaza de la Virgen Blanca cuando llegaba el autobús de los jugadores para celebrar el ansiado ascenso a la Segunda División.

Para la temporada siguiente, primera en Segunda División después de tantos años de penurias, tan sólo dos jugadores tenían contrato en vigor: el portero Bernardo y el defensa Andoni Sarasola, a los que se unió Rojo en cuanto le propusieron la renovación.

Equipo del Deportivo Alavés, con Andoni Sarasola (junto al portero). Fuente: glorioso.net
Equipo del Deportivo Alavés, con Andoni Sarasola (junto al portero). Fuente: glorioso.net

El presidente Juantxu Gorospe abandonaba su cargo de presidente y le sustituía Jaime Gómez de Balugera. Los aficionados se apresuraron a pasar por las oficinas del Club y se llegó a la nada despreciable cantidad de 4.000 socios, cifra que no se había alcanzado ni cuando el Glorioso militaba en la Primera División. Había gran expectación por ver cómo se desenvolvía el renovado equipo en su nueva situación.

Pero la temporada no empezó nada bien y, en el encuentro contra el Oviedo del 6 de febrero, se vio en la grada a Ferenc Puskas, que había llegado a Vitoria como nuevo entrenador, para intentar salvar la categoría.

Pero no fue así. Además de su mal juego que hizo que terminase en el puesto 14º, se juntaba la circunstancia de que esa temporada se unificaba la segunda división en un único grupo y todo ello propició el descenso a Tercera División. Antes del descenso, tuvo que jugar la promoción para evitarlo. Esa temporada, Andoni Sarasola fue el más regular y jugó todos los partidos oficiales. Su destacada labor en la defensa no pasó por alto entre varios equipos de Primera y el Español fue el más interesado en hacerse con sus servicios y se daba por hecho su marcha, en la temporada siguiente.

Pero mientras estaban los jugadores, técnicos, directivos y aficionados esperando su rival para la promoción, llegó la fatídica noticia.

Fallecimiento de Andoni Sarasola

Puskas les había dado unos días de descanso y Andoni Sarasola aprovechó para pasarlos junto a su familia. Pero a la vuelta, aquel perverso 13 de junio de 1969, su vida se truncaba en la carretera a la altura del pueblo alavés de Eguino, al chocar su coche contra un camión. Se dio la circunstancia de que varios de sus compañeros que volvían de sus pueblos, donde habían pasado esos días de descanso, vieron el coche al pasar por ese punto y sospecharon lo peor, a juzgar del estado en que quedó el coche. Parece ser que intentó adelantar con su Morris, matrícula VI-23286, a una furgoneta y se encontró de frente con un camión de transportes de Valencia.

Todo Vitoria lloraba su muerte. Su cuerpo fue trasladado al hospital de Santiago, donde falleció dos días después. Allí se montó la capilla ardiente por donde numeroso público estuvo pasando sin cesar hasta que la cerraron para llevarlo a celebrar los funerales y posterior entierro en su localidad natal, a donde se desplazaron muchas personas que querían rendirle el último homenaje.

Andoni Sarasola, a su llegada al Alavés y banderín del homenaje. Fuente: glorioso.net
Andoni Sarasola, a su llegada al Alavés y banderín del homenaje. Fuente: glorioso.net

Sobra decir que los partidos de promoción fueron un trámite donde nadie pensaba en el juego sino en lo que había sucedido y el Deportivo Alavés descendía nuevamente a Tercera División.

Andoni Sarasola fue el único jugador alavesista que jugó todos los partidos oficiales durante esa temporada. Pero además, consiguió el Trofeo a la Corrección. Este trofeo lo recogió su hermano en un partido jugado en Mendizorroza, como homenaje al jugador.

Fuente: glorioso.net
Fuente: glorioso.net

Esa jornada del homenaje se celebró el día 19 de marzo de 1970. Por la mañana se celebró una misa en la capilla del convento de las Reparadoras de la calle San Antonio, donde asistieron numerosos exjugadores, compañeros, directivos y aficionados en general.

Tampoco faltó Ferenc Puskas, que se acercó a Vitoria para homenajear a Andoni, participando en un partidillo entre viejas glorias del Real Madrid y de jugadores de Vizcaya. El partido se disputó por la tarde en Mendizorroza. Ganaron los vizcaínos 2-1 y pudimos disfrutar con las jugadas de Di Stefano, Marquitos y el mismo Puskas.

Entrada del partido homenaje a Andoni Sarasola, en Mendizorroza, el día 13 de Junio de 1970. Fuente: glorioso.net
Entrada del partido homenaje a Andoni Sarasola, en Mendizorroza, el día 19 de Marzo de 1970. Fuente: glorioso.net

En el segundo partido se enfrentó el Deportivo Alavés a un conjunto de jugadores vitorianos. Aunque el resultado fue lo de menos, es lógico mencionar que venció el Glorioso por el mismo resultado, gracias a los goles de Esparza y Simó.

Vaya desde aquí este pequeño homenaje para uno de los jugadores que más ha dado por nuestro querido Deportivo Alavés y uno de los que más grato recuerdo guardan todos los aficionados. Seguro que donde esté, seguirá fielmente las andanzas del Glorioso.