El conjunto herculino acaba otra temporada plagada de dudas e inseguridades que se han ido sembrando con el paso de las jornadas y que han desembocado en un ambiente enrarecido entre la plantilla y la grada que parece haber perdido la conexión con su equipo. Por tercer año consecutivo el Dépor ha conseguido salvarse, sí; pero no es capaz de salir del hoyo, a diferencia de otros equipos que ascendieron con el Dépor, véase el Eibar.

La temporada empezó plagada de ilusión. Fichajes como Çolak, Andone o Marlos e incluso con la continuidad de un hombre tan importante como Lucas Pérez entusiasmaban a la hinchada blanquiazul que vislumbraba un año de tranquilidad sin grandes altibajos y que de nuevo tuvo que esperar hasta el final de temporada para ver zanjada la permanencia de nuevo ante el Villarreal.

Ni Pepe Mel ni Garitano fueron capaces de encauzar al equipo por la senda de la victoria. El mejor momento de la temporada se vivió a finales de 2016, con la reaparición de un increíble Ryan Babel que en Enero se sumó a Lucas Pérez y abandonó A Coruña en búsqueda de proyectos deportivos más ambiciosos.

La etapa de Garitano

El pasado mes de junio, tras un final de temporada con bastante revuelo por la tensa situación vivida en el vestuario, el Deportivo anunciaba la contratación de Gaizka Garitano como nuevo entrenador. Su llegada no ilusionó demasiado a la grada, puesto que sus números como entrenador los últimos 2 años no habían sido buenos, a pesar de lograr ascender al Eibar por primera vez en su historia. Gaizka tuvo la opción de contar con la mayor parte de la plantilla toda la pretemporada, por lo que pudo implantar sus ideas futbolísticas desde el minuto uno. El primer revés para el técnico vasco llegaba antes del 31 de agosto, con la venta de Lucas Pérez, momento en el que perdía a su jugador clave. Para sustituirle, el conjunto herculino llegó a un acuerdo con el Stoke City para la cesión de Joselu aunque, visto lo visto, fue peor el remedio que la enfermedad.  

Fuente: La Liga.
Fuente: La Liga.

El comienzo liguero del Dépor dejó mucho que desear. Solo consiguió sumar siete puntos en los primeros 12 partidos, y el juego del equipo no invitaba al optimismo. Gaizka comenzaba a tener los primeros problemas con algunos jugadores, en este caso, la no convocatoria de Emre Çolak en el derbi gallego provocó algún que otro cruce de declaraciones con el internacional turco y el total desacuerdo de la afición. Noviembre fue el mejor mes, con la puesta a punto de Ryan Babel, se obtuvieron las mejores rachas de la temporada hasta que el holandés abandonó el Dépor en cuanto su contrato expiró. 

Los fichajes realizados por la dirección deportiva en el mercado de invierno no ayudaron a comenzar con buen pie el 2017. Lo cierto es que el equipo no carburaba y no conseguía victorias. El Dépor no conseguía ganar los partidos y perdía encuentros que, a priori, tendrían que haberse ganado, o por lo menos, disputado. La derrota por 4-0 en Butarque ante el Leganés fue la gota que colmó el vaso. Ante la clara impasividad mostrada en dicho encuentro, el consejo de administración decidió acabar con la etapa Garitano y destituir al técnico con vistas a reconducir la situación.

Etapa Pepe Mel

Tras la marcha forzada de Gaizka Garitano llegó al banquillo coruñés Pepe Mel, quien intentaría -con éxito- dar un giro de 180 grados a la dinámica deportivista. El técnico madrileño llegaba tras la dolorosa derrota por 4-0 en el campo del Leganés, que propició el despido de su predecesor. Llegado a este punto, el Deportivo parecía perder la moral que más tarde recuperaría Pepe Mel, emulando a un fénix que resurge de sus cenizas.

El primer partido para el nuevo inquilino de la parcela técnica fue todo un reto, tanto por el escaso tiempo del que disponía para prepararlo como por el duro rival, el Atlético de Madrid. Pese a ello, el equipo herculino consiguió un valioso empate que traía de vuelta el brillo a los ojos de la afición.

El empate ante el Atlético en Riazor fue el inicio de una buena racha que duraría solamente hasta el derbi gallego, en el que el Deportivo perdería 0-1 en un gris partido por parte de ambos equipos. Fue contra el Celta de Vigo la primera vez que Pepe Mel perdía un partido dirigiendo al Dépor, pues hasta ese momento el conjunto coruñés contaba con dos empates -contra el Atlético de Madrid y el Real Betis- y dos trabajadas victorias ante el Sporting de Gijón en el Molinón y el F.C. Barcelona.

Fuente: La Liga.
Fuente: La Liga.

El derbi disputado en Riazor fue el punto de inflexión que derivó en una mala racha que llegaría hasta la jornada 36, la que sería la última derrota del Deportivo en La Liga 2016-2017. Hasta dicha jornada el Dépor de Pepe Mel tan solo sería capaz de sumar dos puntos en sendos empates ante Granada y Osasuna, partido que podría haber supuesto la permanencia.

Un Dépor necesitado de puntos llegó al Madrigal en la penúltima jornada, repitiendo curiosamente las circunstancias de la última salvación. El equipo herculino consiguió llevarse un punto que, junto al cosechado por el Leganés ante el Athletic, mantenía al Deportivo un año más en Primera División.

Con la categoría asegurada, el último partido ante Las Palmas fue, en lo futbolístico, una fiesta en Riazor, ganando holgadamente al equipo canario. Pese al resultado, la parroquia deportivista ha mostrado públicamente su descontento con el año firmado por el primer equipo coruñés, que ha resultado claramente por debajo de las expectativas.

Copa del Rey

Todos los años el Deportivo trata de compaginar el conseguir el objetivo de la permanencia en la Liga con una buena participación en la Copa del Rey, donde también puede dar mayores oportunidades a los jugadores que cuentan con menos minutos. Además, la Copa es un escenario perfecto para que los jugadores del Fabril dispongan de minutos con el primer equipo y puedan demostrar su valía a un alto nivel.

La que acabo siendo una efímera andadura del Dépor en la competición del KO comenzaba contra un equipo dirigido por un viejo conocido de la afición herculina, el Betis de Víctor Sánchez del Amo. El resultado de la ida fue muy negativo; el Betis se llevaba el encuentro por 1-0, a pesar de que el equipo dispuso de unas cuantas oportunidades para marcar gol e incluso para llevarse el partido. Por ello, el Dépor tuvo que sacar un once de gala en la vuelta y culminó en Riazor la remontada, en un partido en el que el conjunto gallego venció por 3-1 al club verdiblanco.

Fuente: La Liga.
Fuente: La Liga.

El Dépor avanzaba en la Copa y el sorteo le deparaba, a priori, uno de los rivales más asequibles, el Alavés. El partido de ida comenzaba mal, el Alavés se imponía por 0-2 al descanso. Pero una gran reacción del equipo en la segunda parte y un gol de Joselu en el último minuto propició el empate a 2 final. En Mendizorroza, el Alavés se adelantaba, pero nada más comenzar la segunda parte Theo Hernández era expulsado y el Dépor disponía de toda el segundo tiempo para remontar la eliminatoria. A pesar de dicha circunstancia el equipo solo fue capaz de marcar un gol por mediación de Arribas que sirvió tan solo para mantener la esperanza hasta el final.

Así acababa el periplo del Dépor por la Copa, una competición que no se le está dando demasiado bien los últimos años a pesar de ser un campeonato que siempre despierta cierta ilusión en la afición.

Mal año fuera de casa

Conseguir una victoria lejos de Riazor se ha convertido esta pasada campaña en algo épico. El Deportivo solo ha conseguido llevarse los tres puntos en El Molinón por la mínima. Un encuentro que se disputó el 5 de marzo, en la jornada 26 y con un Pepe Mel recién estrenado en el banquillo deportivista. El llamado "efecto Mel" se quedó en ese triunfo fuera de casa, al que le siguieron dos empates y tres derrotas más. Poco se movió el once inicial que saltó al feudo gijonés al que lo hizo en Leganés una jornada antes, un partido que acabó con 4-0 en el marcador.

Si nos remontamos al inicio de la competición liguera con Garitano a los mandos, el bagaje de los blanquiazules fue aún más gris. Cinco empates y ocho derrotas en trece partidos. Con unos números en ataque que reflejan el ánimo con el que el Deportivo viajaba por los distintos estadios de España; el del primer gol fuera de casa que llegó de la mano de Albentosa durante el derbi gallego la Jornada 9 (4-1); o el de goles a favor con 11 en la era Garitano y con 16 en total, empatado con Sporting (16) y por detrás de Leganés (14) y Granada (13).

Fuente: La Liga.
Fuente: La Liga.

Un año como visitantes que nos deja 10 puntos de 57 posibles: una victoria, siete empates y once derrotas; en definitiva un bagaje más que mejorable.

Enfrentamiento de la grada por la mala deriva del equipo

El jugador número 12 del Deportivo ha estado a lo largo de toda la temporada apoyando al equipo incluso en sus peores momentos. Aun así, en muchas ocasiones los aficionados no han visto en el conjunto de Pepe Mel las ganas y el fútbol que tenían que poner en el terreno de juego.

La crisis entre grada y vestuario empezó en la etapa de Gaizka Garitano, cuando los blanquiazules encadenaron una racha negativa desde la Jornada 8 a la Jornada 13. Cinco jornadas para el olvido, pasando sin pena ni gloria por el campo de Balaídos o evaporándose sus opciones de sumar en los últimos minutos.

Fuente: La Liga.
Fuente: La Liga.

Esa irregularidad del equipo se ha ido dando en diferentes etapas de la competición, porque con Pepe Mel en el banquillo el equipo llegó a las últimas jornadas luchando por permanecer en Primera División. Al final se consiguió, pero costó, le costó mucho al aficionado ver pocas ganas en Riazor frente al Granada (0-0) o frente al Espanyol (1-2).

Con una media de asistencia de 24.320 personas en las últimas siete jornadas queda patente que aunque se despida al equipo con una sonada pitada, ellos vuelven jornada tras jornada porque ‘el corazón tiene razones que la razón no entiende’.