El Real Madrid llegó al mes de junio realizando una temporada brillante tanto a nivel deportivo como a nivel físico. Zinedine Zidane supo llevar la batuta del equipo y mantuvo a toda la plantilla al 100% para rendir al máximo nivel en el tramo final de temporada.
En Copa del Rey no tuvo la misma fortuna. El técnico francés hizo uso de sus ya conocidas rotaciones peros estas no le dejaron pasar de cuartos de final, cayendo en el Bernabéu ante el Celta de Vigo.
El primer rival, la Cultural Leonesa
El equipo de Chamartín debutó en la competición copera contra la Cultural Leonesa. Para los leoneses este era el premio a una temporada que ha acabado con el ascenso a segunda división. El Real Madrid llegaba a León con el equipo B intentando dejar zanjada la eliminatoria en el partido de ida. Zidane no quería sorpresas ni que el equipo reviviera el famoso "Alcorconazo". En un Reino de León que rozó el lleno el equipo de Zidane no dio tregua a los leoneses, el marcador, un abultado 1-7 dejaba cerrado el partido haciendo de la vuelta un mero trámite.
Los blancos tuvieron que esperar un mes hasta el partido de vuelta. Tras la goleada en León, Zidane aprovechó para dar minutos a los menos habituales, haciendo debutar a los canteranos Tejero y Enzo Zidane. Una vez más, el Real Madrid goleó y los visitantes terminaron rindiéndose a los goles de Mariano y del debutante Enzo.
Octavos de final contra el Sevilla
Tras la facilidad de eliminar a un equipo de 2ª B el Real Madrid recibió en el sorteo de octavos a un rival de primer nivel. En frente estaba el Sevilla, rival que a priori no iba a ofrecer las mismas facilidades que los leoneses.
En la ida, los pupilos de Zidane no dieron tregua y dejaron el marcador con un contundente 3-0 que facilitaba el viaje a la capital hispalense. El partido de vuelta en el Sánchez Pizjuan será recordado por el protagonismo que tomó Sergio Ramos en su visita a Sevilla. El de Camas volvía al once tras una lesión y haría el gol del empate blanco marcando un penalti al estilo panenka. En declaraciones posteriores el capitan blanco confesó que Sevilla siempre sería su casa "por mucho que algunos no lo entiendan".
El Celta acaba con las ilusiones blancas
El siguiente escollo que se encontraría el Real Madrid sería el Celta de Vigo. El mes de enero era un mes en el que el equipo blanco debía aprovechar el parón de Champions para centrarse en la Copa de Rey. No fue así. El equipo cayó en el Bernabéu por 1-2 y viajaba a Vigo con la necesidad de remontar la eliminatoria. Los gallegos aprovecharon la renta de la ida y se llevaron el pase a semifinales, dónde caerían eliminados ante el Alavés de Marcos Llorente.
El camino por la Copa del Rey concluyó contra todo pronóstico en enero. El tropiezo ante el Celta provocó que Zidane volviera a centrarse para llevar a su equipo a la consecución del trigésimo tercer título liguero y de la duodécima Champions League.