Hablar de sistemas en el fútbol moderno ha dejado de tener excesivo sentido. Hoy en día es más importante competir en igualdad y que los futbolistas sean conscientes de las funciones que han de desempeñar, que los números que indican en qué posición del campo lo hará cada uno, o las líneas con las que parte el equipo (1-4-4-2, 1-4-2-3-1, 1-4-3-3…). Sin embargo, si de quien hablamos es de Marcelino, esto cambia.
Después de 14 años en la élite del fútbol, el entrenador asturiano, que se amolda a las virtudes y defectos de cada equipo en el que ha estado, nos muestra unas líneas del patrón que le gusta seguir en su marcado 1-4-4-2. Este modelo de juego lo vemos reflejado en todos los aspectos deportivos, desde la confección de la plantilla hasta que el balón rueda.
Estilo de juego
El fútbol que le gusta practicar es claro, sobrio y, sobre todo, equilibrado. El esquema que más utiliza, aunque no es el único, agrupa a los futbolistas en parejas, convirtiendo a los dos mediocentros en pieza angular, conductores y guías del juego. Durante esta pretemporada hemos visto como estas dos posiciones las han ocupado principalmente Parejo y Medrán, futbolistas que rara vez durante el año compartirán campo. Por ello, es urgente la llegada de un mediocentro más posicional, que libere a ambos jugadores de tareas defensivas y puedan centrarse sobre todo en la fase ofensiva del juego.
El fútbol que le gusta practicar es claro, sobrio y, sobre todo, equilibrado.
Aún con el fichaje del stopper, el equipo, como todos los anteriores del técnico, defenderá en bloque, a una altura media y evitará regalar campo al rival fácilmente.
Los equipos de Marcelino han tenido algo característico y que esperamos ver en este Valencia, los pocos goles en contra. Para ello, el plan principal será defender en bloque, a una altura que al equipo le permita estar junto y no muy cerca de su área, preferiblemente sin pisarla. La pareja de delanteros tendrá como función cerrar al mediocentro creador rival o evitar que el equipo contrario pueda temporizar con la línea de atrás, intensificando la presión y robando en banda.
El equipo defenderá en bloque, a una altura media y evitará regalar campo al rival fácilmente.
Esto que a priori parece tan fácil, requiere más que el trabajo defensivo de la pareja formada inicialmente por Zaza y Rodrigo, los supuestos titulares encargados de finalizar las jugadas de ataque. El italiano y el hispano brasileño serán los que inicien la presión y determinen la altura de la misma. Por detrás, el equipo ha de acompañar, ya que no es efectivo que los dos jugadores que han de anotar una buena cantidad de goles se desfonden en tareas defensivas, si las dos líneas más retrasadas no cumplen con su función.
La reducción de espacios es crucial para impedir que el equipo rival avance hacia la portería propia y para ello es necesario mantener una distancia óptima entre líneas.
La presión alta para robar será un trabajo de todo el equipo, donde cada jugador deberá cumplir su función.
La forma de marcar esto siempre es desde atrás hacia delante, donde la línea defensiva ha de empujar a la siguiente y de esta forma mantener protegidas las zonas en las que el rival puede hacer daño. Esto definiría un equipo corto que además ha de ser también estrecho. Despreciar las bandas y proteger el carril central, la zona más cercana a la portería y desde la que más goles se marcan. Que el equipo se encuentre en esta disposición facilita entre otras cosas las ayudas, las coberturas y una buena transición defensa-ataque.
Con Marcelino, el Valencia se convertirá en un equipo sólido y metódico a la hora de defender, pero esto no significa que vaya a renunciar a su fase ofensiva.
Con un equipo corto y estrecho se facilitan las ayudas, coberturas y transiciones.
En cuanto a la confección de la plantilla, Marcelino ha intentado imponer y expresar sus ideas, dentro de la capacidad del club para fichar.
Portería
En la primera línea tenemos la llegada de Neto, quien después de apenas haber jugado 22 partidos en las últimas dos temporadas con la Juventus de Turín, llega con el cartel de titular y mostrando características como su imponente altura, el dominio del juego aéreo y buen golpeo de balón. Tiene por delante el reto de convencer sobre su calidad y buen hacer tras tanta inactividad competitiva a la sombra de Buffon y convertirse así en un pilar fundamental del equipo.
Centrales
Algo que preocupa y mucho en Mestalla es la pareja de centrales, ya que ahora se perfilan como titulares Vezo y el canterano, que tan buen sabor de boca está dejando durante la pretemporada, Javi Jiménez. Por ello se buscan mínimo dos futbolistas, que serían tres si sale Garay. Principalmente se pretenden centrales que conozcan la liga y hablen castellano.
Javi Jiménez se ha ganado el sitio en la plantilla superando a Abdennour y Vezo.
Con Murillo prácticamente cerrado, interesan jugadores como Gabriel Paulista o Iván Marcano, que además ya conocen al técnico y cuya adaptación sería muy rápida. Ambos son centrales de buena envergadura, que rozan el 1.90 metros, con facilidad para dominar los centros laterales, sólidos y contundentes. A destacar también que Marcano es zurdo, algo que ofrecería más posibilidades al entrenador para iniciar desde atrás el juego ofensivo cuando el equipo haya evolucionado lo necesario.
Laterales
Las zonas mejor cubiertas con las que cuenta Marcelino son, sin duda, los laterales donde encontramos a los dos canteranos, Gayà y Lato, en la izquierda. La derecha será para Montoya, futbolista que desde el principio se le colocó como intocable, y donde parece que otro canterano, Nacho Vidal, será refresco del catalán.
El lateral es la zona mejor cubierta del Valencia, con jugadores rápidos, de recorrido y proyección ofensiva.
Ambas bandas cuentan con jugadores rápidos, de recorrido y proyección ofensiva. Sin embargo, deberán trabajar mucho en la parcela defensiva, ya que ni la solidez ni la contundencia son puntos fuertes, por lo que deberán solventarlos con velocidad y el trabajo tan intenso que está planteando el cuerpo técnico.
Mediocampo
El jugador fundamental en esta parcela del campo es Parejo, el ya reconocido capitán por Marcelino, que comienza su séptima temporada tras un polémico año en el que el madrileño pidió salir. Ahora, centrado y entregado al club, confía, al igual que la afición, en recuperar su mejor nivel de la mano del técnico asturiano. Al ser, probablemente, el jugador con más calidad de la plantilla, es al que más se le exige. Esta temporada se espera la vuelta de su mejor versión: valiente, pidiendo el balón y llevando el ritmo del partido.
Hasta el último día del mercado de fichajes no sabremos quién será su acompañante habitual, puesto para el que suena Kondogbia, principalmente y, en segundo plano, Krychowiak.
Se espera la vuelta del Parejo valiente, que pide el balón y lleva el ritmo del partido.
Lo que sí está claro es que Marcelino hará de esta nueva incorporación la extensión en el campo de Parejo, para que el de Coslada vuelva a ser el futbolista determinante que en ocasiones anteriores, principalmente con Valverde y Nuno y en momentos puntuales de otras campañas, ha mostrado.
Extremos e interiores
En cuanto a los jugadores de banda, esta dupla la pueden formar un interior y un extremo, que compensarían uno con otro si hablamos de Carlos Soler partiendo desde la izquierda y Cancelo, pegado a la banda derecha.
El canterano, que se tendrá que adaptar a esta nueva posición, iniciará desde la izquierda, pero ni mucho menos será una posición fija. Con Soler como interior se pretende acercarlo a la portería y que tenga alrededor a Parejo y Rodrigo, con quienes ha de formar el triángulo por el que pase cualquier ataque del Valencia.
Las bandas pueden ser para Soler y Cancelo, como interior y extremo, para compensar movimientos.
Su papel será determinante para llegar a campo rival tras la recuperación, en el lanzamiento del contraataque y en general en el papel ofensivo del equipo, su movilidad generará ventajas y superioridades a sus compañeros. Además abandonar la banda permitirá la irrupción del lateral izquierdo en campo contrario obligando al rival a esforzarse más en tareas defensivas.
Cancelo, por contra, daría más amplitud en la banda opuesta y se explotaría su punto fuerte, la chispa extra que tiene cuando realiza una conducción en velocidad que le permite superar rivales con cierta facilidad. Siendo él quien ganará línea de fondo para centrar o pisando área.
Delanteros
Por último y retomando el concepto de las parejas en el esquema de Marcelino, la delantera no es una excepción. Zaza y Rodrigo son jugadores diferentes que han de aprender a complementarse y en eso trabaja el técnico.
El hispano-brasileño se perfila como pieza importante de este Valencia, ejercerá el papel de delantero móvil que tendrá que generar y aprovechar los espacios en la zaga rival, mientras Zaza sujeta a los dos centrales.
Zaza y Rodrigo tendrán que complementarse: uno como delantero fijo y otro móvil.
Además el italiano, deberá imponerse por arriba, dar al equipo la posibilidad de aprovechar los centros laterales y ser una amenaza constante para el rival.
Once tipo
A pesar de que el once inicial del Valencia esté condicionado hasta que el día 31 de agosto, con el cierre del mercado, se hayan efectuado todos los fichajes y las salidas correspondientes, a día de hoy este es el once con el que, probablemente, iniciará la Liga el equipo de Marcelino.
