Hay momentos reservados para los genios, y José Bordalás es uno de ellos. Y es que el técnico alicantino es conocido por haber aportado un pedacito de su estrella por todas y cada una de las ciudades y pueblos de la Península donde ha entrenado, cumpliendo los objetivos propuestos en algunos de los equipos a los que ha dirigido y haciendo historia en otros tantos. Por esto y mucho más, José Bordalás Jiménez merece un espacio reservado en VAVEL, un reconocido y merecido homenaje a su excelente carrera en activo.

Alicante, cuna del éxito azulón

Al sur de la Comunidad Valenciana se encuentra la ciudad que es, por antonomasiacuna del éxito azulón, donde nació el actual entrenador del Getafe CF. En Alicante José Bordalás daba sus primeros pasos como entrenador, soñando con llegar algún día a la cima del Deporte Rey de España. Un sueño que empezó en su tierra, ante su gente, y que poco a poco, a base de esfuerzo, trabajo, constancia, sacrificio y superación entre otras cosas fue erigiéndose en realidad. Todo el mundo tiene unos inicios, y estos son los del que en su día estuvo al frente de un histórico club como el Alicante CF.

José Bordalás no tuvo una brillante carrera como futbolista, debido a que el Dios del fútbol le tenía reservado un hueco en la historia de este deporte, pero no sobre el césped, sino en los banquillos, viéndolo todo desde un punto de vista más táctico. Y así fue, el alicantino se puso al frente de los banquillos del Alicante CF en la temporada 1993, donde dirigió a las categorías inferiores de su ciudad, lugar donde ya se hacía notoria la sensación del talento que desprendía el míster, ya que proclamó campeón de la Primera Regional de la Comunidad Valenciana al Alicante "B" ascendiéndolo así a Regional Preferente de la Comunidad Valenciana, para tan sólo unos meses después tomar las riendas del primer equipo, al que posicionó en el décimo puesto del Grupo VI de la Tercera División en la temporada 1994/95.

Jose Bordalás dando instrucciones desde la zona técnica // Fuente: VAVEL.com
Jose Bordalás dando instrucciones desde la zona técnica // Fuente: VAVEL.com

Viaje por la Comunidad Valenciana antes de su regreso

José Bordalás abandonó esa misma temporada la disciplina alicantina para dirigir a otros equipos de la región. Benidorm, Eldense y Muchavista fueron los clubes puente de Bordalás antes de regresar al Alicante CF para iniciar su segunda etapa. Consiguió las correspondientes permanencias tanto para el Benidorm como para el Eldense, no obstante, en su estancia al frente del Muchavista, consiguió el ascenso a la Primera Regional de la Comunidad Valenciana. Objetivos cumplidos y regreso al club que le vio nacer, el que le depararía una bonita historia con el fútbol como principal protagonista.

El ascenso es quizás uno de los ángeles que acompañan a José Bordalás allá por donde va. Es por eso que el Alicante CF le llamó para devolver al club a la Tercera División del fútbol español, categoría donde dejó años atrás Bordalás a la escuadra alicantina. Un regreso que tuvo que esperar hasta la temporada 1998/99, donde proclamó campeón al equipo de la Regional Preferente de la Comunidad Valenciana, consiguiendo por segunda vez en escaso tiempo el ascenso a la cuarta categoría del fútbol español. Una categoría donde el cuadro del sur de la Comunidad Valenciana estaría tan sólo dos ejercicios ya que, tras caer derrotado en los playoffs del primer año, en su segundo curso el Alicante quedó como campeón del Grupo VI de la Tercera División, y tras unos playoffs simplemente sublimes consiguió el ascenso a la categoría de bronce española, es decir, la Segunda División B. Tras conseguir una excepcional sexta posición en su respectivo grupo y disputar Copa del Rey al año siguiente, el alicantino se marchó en busca de nuevos retos con la vitola de ídolo.

Cacereño y Novelda llenos de nostalgia

Extremadura y, de nuevo, Comunidad Valenciana, serían los siguientes destinos de José Bordalás, dirigiendo a Cacereño y Novelda, respectivamente. Decidió no fichar por el primero de ellos tras no convencerle el proyecto que el presidente le ofreció y se marchó al Novelda, donde salvó al equipo dándole una notable mejoría a la situación del club, al que tomó a principios de temporada. En la temporada 2004/05 Bordalás regresaría al Alicante CF en la que sería su tercera y última etapa en el fútbol alicantino. Una etapa que se podría definir como cargada de magnificiencia o excelsitud, si no fuese porque no se consiguió por muy poco el ascenso a la categoría de plata del fútbol español, debido a una curiosa historia de esas que hacen este deporte aún más virtuoso.

Jose Bordalás al inicio de uno de sus partidos // Fuente: Getafe CF
Jose Bordalás al inicio de uno de sus partidos // Fuente: Getafe CF

Esa temporada, el Grupo III de Segunda B se le quedó pequeño a un Alicante que accedió con puño de hierro a la ronda de campeones. Y aquí llega la famosa historia que está relacionada con el fútbol de hoy en día. Esa temporada, en la que los alicantinos se proclamaron campeones, José Bordalás -actual técnico del Getafe CF en Primera División española (Liga Santander)- ocupaba el cargo de primer entrenador en la escuadra alicantina, acompañado de Asier Garitano -actual entrenador del CD Leganés en Primera División española (Liga Santander)-, que era el ayudante de Bordalás. En dicho playoff el Alicante se enfrentó al Lorca -dirigido por Unai Emery -actual entrenador del PSG en la primera división francesa (Ligue 1)-, equipo que acabó con el sueño de toda una ciudad con un proyecto encabezado por el entrenador vasco.

Bordalás llegó al fútbol valenciano más serio

El entrenador llegó a la disciplina del Hercules CF con la consigna de salvar la categoría en la Segunda División, tras la destitución de Juan Carlos Mandía, objetivo que cumplió antes de marcharse en la búsqueda de nuevas aventuras. Y dicha aventura se encontraba en otra ciudad valenciana. Alcoy confió en el talentoso entrenador alicantino para carburar el proyecto, donde con un presupuesto de media tabla, finalizó la campaña en la primera posición del Grupo III de Segunda B, no obstante, se quedó a las puertas del ascenso por un solo gol, aunque en la ciudad se le sigue recordando como héroe que es. Tras esta ilusionante etapa recaló en el banquillo del Elche CF. La escuadra ilicitana le brindó su confianza y éste no defraudó a los habitantes de Elche, ya que dejó al equipo en una cuarta posición en la liga regular, cayendo días después en los playoffs ante un Granada por el factor de los goles encajados fuera de casa.

Madrid y Vitoria, nuevos destinos

Alcorcón fue testigo de la primera experiencia de José Bordalás alejado de su tierra. Un destino muy transitado como es el fútbol madrileño pero que a Bordalás no le vino ni mucho menos grande. Dos etapas estuvo al mando de los alfareros, la primera de ellas consiguiendo una quinta posición que daba derecho al club para disputar la fase de ascenso a la máxima categoría del fútbol español, pero el Girona CF despertó del sueño a los amarillos. En su segunda etapa el alicantino llegó para salvar al equipo del descenso al bronce, algo que consiguió pero que no le valió para la renovación de su contrato. Su próximo destino, Vitoria, donde llevaría la alegría por Mendizorroza.

José Bordalás en un partido al frente del Deportivo Alavés // Fuente: LaLiga
José Bordalás en un partido al frente del Deportivo Alavés // Fuente: LaLiga

Tras su paso por el centro de la Península, José Bordalás puso rumbo al Norte de España con Vitoria como destino, para entrenar a un histórico como es el Deportivo Alavés, que militaba en Segunda División. Quizás la mejor experiencia de su carrera como entrenador, ya que logró que la escuadra vitoriana se proclamase campeona de la tabla clasificatoria, logrando así el primer ascenso a Primera División de su carrera, devolviendo al Glorioso a un sitio donde solo pueden estar los titanes de este maravilloso deporte. Al final del curso futbolístico José Bordalás y la directiva vitoriana no llegaron a un acuerdo que contentase a ambas partes, por lo que el técnico decidió no continuar al frente de la expedición alavesista, algo que no ha gustado especialmente nunca al entorno de José Bordalás.

Getafe hasta el día de hoy

Todo pasa por algo, y probablemente si José Bordalás no hubiese rescindido su contrato con el Deportivo Alavés no hubiese llegado al sur de Madrid. El técnico natural de Alicante llegó un 27 de septiembre de 2016 a la disciplina azulona en sustitución de Juan Eduardo Esnáider, quien no estaba cuajando un buen inicio de temporada en Segunda División, llegando incluso a coquetear con los puesto de descenso, pero rápidamente salvó al equipo de la complicada situación y a lo largo del ejercicio fue escalando posiciones hasta acabar la temporada en tercera posición, siendo otorgado con el derecho de disputar playoffs de ascenso y de conseguir el regreso del Getafe CF a LaLiga Santander.

En las semifinales derrotó al Huesca accediendo así a la finalísima, donde cayeron derrotados en el encuentro de ida en la isla de Tenerife, en el verde del Heliodoro Rodríguez por la mínima, aunque el partido de vuelta, ya en casa, fue otra historia. El Coliseum Alfonso Pérez fue testigo de un partido apasionante donde tras un inicio al borde del infarto consiguieron la victoria por tres goles a uno y así el regreso al Olimpo del fútbol español. Y parece que el Olimpo le ha recibido con los brazos abiertos, ya que el equipo se ha asentado en la zona tranquila de la tabla y el objetivo de la salvación parece, a medida que pasan las jornadas, cada vez más cerca. El cuadro getafense trabaja día a día para que dicho objetivo se cumpla lo antes posible, gracias a unos jugadores que han manifestado en más de una ocasión que sin la llegada de José Bordalás a su banquillo el equipo estaría ahora mismo en Segunda B e incluso en cosas peores.