El próximo rival del CD Lugo, la Cultural Leonesa, está dirigida precisamente por uno de los tres entrenadores gallegos que hay en LaLiga123: Rubén de la Barrera.

Nacido en A Coruña el 18 de enero de 1985, es  el entrenador más joven de la categoría (32 años) y se encuentra en medio de su segunda temporada al mando del equipo leonés, tras llegar en 2016 procedente del Guijuelo.

A punto de llegar al ecuador de la competición, su situación no es ni la deseada ni la esperada a principio de temporada, ocupando el 17º puesto en la tabla con tan solo tres victorias.

Fiel a su estilo

A pesar de cambiar en hasta cuatro ocasiones su formación en lo que va de campaña (4-2-3-1, 4-4-2, 4-3-2-1 y 4-3-3), le gusta que sus equipos tengan un estilo definido. Para ello, afirma que se decide “en base a lo que los futbolistas son capaces de manifestar”. Actualmente, plantea un juego de dominio del balón y para el partido frente al Lugo se espera que salga con el 4-3-3 de los últimos partidos, en los que, a pesar de cosechar tres empates, su equipo estuvo cerca de la victoria.

Ascenso meteórico

La historia de Rubén de la Barrera podría catalogarse como “rara”. Rara porque no es muy habitual que un chaval de  18 años prefiera dirigir a un equipo que jugar pero, su devoción por la profesión es tal, que era inevitable posponer el salto a los banquillos.

Con apenas 25 años, se hizo cargo del Villaralbo, al que dirigió entre 2010 y 2012 y  a punto estuvo de ascender a Segunda División B. No fue hasta 2013 cuando debutaría en esta categoría, la división más humilde del fútbol profesional, a cargo del Guijuelo. Esta etapa dirigiendo al equipo salmantino comenzó en 2013 y terminó en 2016, con un pequeño paréntesis en la temporada 2014/15 en la que entrenó al Valladolid B.

En verano de 2016, la Cultural Leonesa llamó a su puerta y el coruñés aceptó su propuesta. Seguramente en ese instante no se le pasó por la cabeza lo que sucedería en mayo de 2017: la vuelta del equipo leonés  a segunda 42 años después. Comenzaba así el que probablemente sea el reto más difícil al que se haya enfrentado, un sueño para uno de los entrenadores con más futuro de nuestro fútbol.