El Deportivo Alavés no es ajeno a estas circunstancias. Con la llegada de Luis Zubeldia al banquillo albiazul, a principios de temporada, ya se especulaba que había jugadores que tenían el cartel de transferibles. Es el caso de Christian Santos, Aleksandar Katai y Óscar Romero como nombres más importantes. Sus apariciones intermitentes con los cuatro entrenadores que va teniendo el Alavés, hace que sigan esos rumores de la condición de transferibles.
Trayectoria de Romero como jugador
El que más posibilidades tenía de abandonar el club es el paraguayo, Óscar David Romero. Nacido el 4 de julio de 1992 en la ciudad de Fernando de la Mora, empezó jugando en las categorías inferiores del equipo Cerro Porteño, allí en Paraguay. Su habilidad en el centro de campo hizo que pasase al primer equipo al finalizar su primer año y allí permaneció durante tres temporadas. Fue fichado por el Racing Club de Avellaneda, en la liga argentina, después de haber jugado 24 partidos en Cerro Porteño y haber marcado cuatro goles.
En ese equipo argentino se dio a conocer como jugador habilidoso y rápido. Llegó a jugar 65 partidos en las dos temporadas que permaneció y marcó 10 tantos, además de dar 12 asistencias. Esos datos hicieron que los directivos del Shanghai Greenland Shenhua, de la emergente liga china, se fijasen en él. Pero no llegó a jugar en el equipo debido a los límites de jugadores extranjeros, y fue cedido en el mercado invernal de la temporada 2016-17 al equipo alavesista.
Recordando la llegada de Óscar Romero al Alavés
La verdad es que la llegada del jugador como cedido del equipo chino creó bastante expectación en la capital alavesa. El equipo estaba bien posicionado en la tabla, con muy buenas expectativas de cara a la Copa del Rey, y se veía como un refuerzo interesante, ya que las noticias que habían llegado de su juego, además de los buenos comentarios del entonces entrenador Mauricio Pellegrino eran muy positivas.
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Llegaba al equipo albiazul el 18 de enero de 2017. Justo el día que su nuevo equipo se medía al Alcorcón en el partido de ida de la Copa del Rey y en vísperas de jugarse la jornada 19 del campeonato, en la que el Alavés de enfrentaba al Leganés para cerrar la primera vuelta. El recién incorporado Óscar Romero no jugó. Tampoco lo hizo en la jornada siguiente, frente al Atlético de Madrid, también en Mendizorroza.
Sería el 5 de febrero, una vez que los alavesistas habían eliminado al Alcorcón en Copa y esperaban al Celta en Semifinales, cuando el paraguayo debutaba en Gijón. En esa ocasión, Mauricio Pellegrino sacaba una alineación inédita y repleta de jugadores no habituales. En el minuto 66 sustituía a Katai y, unos minutos después, daba la asistencia para que Alexis marcase el definitivo e inesperado cuarto gol que le daba los tres puntos en el Molinón. A partir de ese partido, solía ser habitual verle jugar algunos minutos en casi todos los encuentros que se disputaron hasta el final de temporada. Tan sólo se perdió cinco de los partidos, y llegó a participar once minutos en la Final de la Copa del Rey, en el Vicente Calderón, sustituyendo a Theo Hernández. Los datos estadísticos de esa temporada se resumen en 568 minutos jugados, la mayoría en la competición liguera, y una asistencia de gol.
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A pesar de las dudas, Óscar Romero se quedó en el equipo
Su velocidad y su precisión en los balones largos a sus compañeros no pasaron inadvertidos para los aficionados. Todos veían con buenos ojos el hecho de que empezase la temporada 2017-18 en el equipo, ya que en su contrato se estipulaba que la cesión estaría vigente hasta el final de 2017, cuando terminase la temporada de la liga china.
El caso es que el jugador siguió en el equipo babazorro. La llegada de Luis Zubeldia, conocedor del jugador, le concedía la posibilidad de verse en las alineaciones. Y así ocurrió. En los cuatro partidos que estuvo Zubeldia como entrenador, Óscar Romero participó, llegando a completar los 90 minutos frente al Barcelona y Celta de Vigo. Su presencia en Riazor, en el partido que dirigió Javier Cabello con derrota albiazul por uno a cero, fue testimonial. Se resumió a siete minutos, al sustituir a Munir. Y esos fueron los últimos minutos que el paraguayo ha jugado con el Deportivo Alavés, porque tampoco ha intervenido en los encuentros coperos.
Con esos números, se fue convirtiendo en uno de los candidatos a la marcha del equipo en el mercado de invierno. Y ese hecho se ha hecho realidad, casi un año después de haber llegado a Vitoria con intenciones de triunfar, pero sin llegar a consolidarse en el once babazorro.