La pantera de Lezama es una de las mayores promesas de la cantera del Athletic. Según sus entrenadores de categorías inferiores, era el que iba a ocupar el puesto de punta en el equipo rojiblanco, pero al final ha acabado relegado a la banda derecha. Sí, ese puesto del campo que nunca ha ocupado y en el que parece que está dando rendimiento en el conjunto zurigorri. Dentro de la propia afición del Athletic existen diferentes posturas acerca de la posición que debería ocupar el jugador nacido en Bilbao, la pregunta es: ¿puede explotar como futbolista en una posición que no es natural para él?

En la banda puede explotar sus máximas facultades (Nacho Ortiz Escobar)

Williams es un jugador que basa casi toda la totalidad de su juego en el uso de la velocidad, a pesar de ser una velocidad que a veces no controla, suele dar el rendimiento esperado en la parroquia de San Mamés. Además de haber ido mejorando su precisión en los centros a lo largo de toda su trayectoria como profesional, y su regate que ya empleaba en las categorías inferiores del Athletic.

Dentro de los dos extremos hay dos variantes, el derecho y el izquierdo. Lo habitual es que un jugador caracterizado por buscar la meta contraria y cazar el gol, este debería de partir por la banda izquierda para recortar y precisar con su pierna derecha. Esta banda no le ha dado resultado a Iñaki, ya que jamás ha cosechado grandes actuaciones desde esta banda. Debido a ello, se fue acomodando a la banda derecha en la que debería de realizar más asistencias que goles.

Valverde fue el entrenador que apostó con él, en un partido disputado frente al Córdoba en la temporada 2014/15, a pesar de que este le diera oportunidades como punta, no desentonaba en el equipo. Por ello, decidió darle el puesto de extremo en el que sí cumplió con las expectativas mínimas. La razón más obvia de este cambio de posición fue la existencia de Aduriz, un delantero en estado de gracia que vivía una segunda juventud en aquel momento. Sorprendente decisión por parte del entrenador procedente de Cáceres, ya que Williams venía de anotar varios hat-trick con el Bilbao Athletic. Acabó la temporada marcando en la final de la Copa del Rey frente al Barcelona. 

En las siguientes dos temporadas que el equipo estaría a cargo de Valverde, este seguiría confiando plenamente en él como extremo. Contando con pocas ocasiones en las que lucirse como delantero centro, y con un Williams que ya estaba adaptado a jugar como extremo y servir balones a sus compañeros. Aquí llegaría su mejor temporada a nivel individual, aquella temporada 2015/16 en la que el Athletic comenzaba arrebatando al Barcelona, que venía de ganar el triplete, la Supercopa de España

Williams pelea un balón con Luis Suárez en la final de Copa del Rey 2015, en la que anotó gol | Foto: Athletic Club
Williams pelea un balón con Luis Suárez en la final de Copa del Rey 2015, en la que anotó gol | Foto: Athletic Club

Todo cambia cuando llega Ziganda al banquillo del Athletic, en esta etapa, Williams viene de haber disputado el europeo sub-21 con España, en la que había jugado tanto de punta como de extremo, dejando mejores actuaciones de extremo que de delantero centro. Tras la vuelta a la entidad rojiblanca, la Pantera disputa ciertos partidos como extremo en los que no convence, como la mayoría de la plantilla, por ello, Kuko opta por darle oportunidades de delantero centro, esta decisión ha sido totalmente errónea para ciertos miembros de la afición rojiblanca, ya que no ha hecho grandes actuaciones ahí.

El aficionado del Athletic está ciertamente preocupado por el jugador, ya que parece que esta temporada ha perdido fuelle respecto a las anteriores y en las que no ha podido explotar como delantero centro que era lo esperado por la afición del conjunto vasco. La falta de puntería, que se ha notado en diversas ocasiones esta misma temporada, y de tomar decisiones correctas, las cuales condicionan el final del resultado del partido, hacen que sea un jugador que se deba desempeñar por banda derecha y que debe concentrar su juego en dar oportunidades a sus compañeros, ha tenido las suficientes oportunidades para rendir como delantero centro.

Williams será el '9' del Athletic (Markel Cuena)

Debido a la última renovación de Iñaki Williams con el Athletic, no hay duda de que el club apuesta por él como uno de los pilares del futuro. Es por eso, que hay que ir buscando la mejor posición para Iñaki, y esa puede ser la de delantero centro.

Williams ascendió al primer equipo hace ya más de tres años, y si bien la temporada pasada fue nombrado jugador revelación de LaLiga Santander, no ha terminado de reflejar en cifras lo que venía insinuado en categorías inferiores. Sin duda, de Iñaki se esperaba y se espera mucho más.

Esto se debe a que juega claramente fuera de posición. No es ilógico que juegue en la derecha teniendo en cuenta que, aún a sus 37 años, Aduriz sigue siendo la estrella del Athletic y que de esta forma se refuerza aún más a Aritz. Pero claramente el jugador tiene lagunas para jugar por la derecha que le están lastrando desde hace tiempo en su desarrollo. Es por esto que cada vez está jugando más veces por dentro pese a no estar dejando sensaciones positivas cuando juega ahí.

"Williams tiene lagunas en la banda derecha"

A Iñaki, cuando está entonado, la banda derecha se le queda pequeña y cuando no lo está, termina lastrándole ya que se queda prácticamente sin manera de influir en el partido. No es solo por el hecho de jugar en banda, sino, además, de hacerlo a banda natural. Esto le relega a una única jugada para la que además el jugador tiene algunos déficits. Jugando tan pegado a la cal y a banda natural la única salida posible que le queda es el regate fuera-fuera y centro. Iñaki Williams es muy capaz de regatear pero le falta sensibilidad para el centro.

Por eso, cuando Iñaki está en buena forma, termina dejando mejores sensaciones que cifras reales, ya que el partido se convierte en Iñaki regateando a su par constantemente pero sin posibilidad de disparo y con centros de baja calidad, como se vio al final de la temporada pasada. Incluso cuando consigue llegar a situaciones de remate que terminen en gol es una quimera ya que apenas tiene ángulo para definir al jugar a banda natural. A pesar de eso, ha conseguido marcar algunos goles desde esa posición, pero una cifra considerablemente baja teniendo en cuenta lo que se espera de él.

Cuando Iñaki, por el contrario, no se encuentra tan bien y los regates no le salen con asiduidad, termina convirtiéndole en un jugador prácticamente inservible, ya que, por un lado, no es un mediocampista y en la posesión no suma lo que podría sumar un jugador como Susaeta o Muniain. Por otro lado, prácticamente no tiene forma de cargar el área por lo que el hecho de contar con un delantero más apenas genera ventajas para el Athletic.

Además, al jugar en banda derecha se está perdiendo la que quizás es su mayor virtud, la de encontrar posiciones de disparo a la espalda de su defensa. A pesar de jugar en la derecha, suele encontrar posiciones de disparo con asiduidad, pero definir a pie natural es mucho más difícil que desde el centro o a pierna cambiada. Esta facilidad para el desmarque se nota sobre todo cuando juega como punta, que prácticamente todos los partidos consigue encontrar una situación de uno para uno contra el portero. Algo que en Primera División no está al alcance de cualquiera.

Llegados a este punto, se podría esgrimir que, igual que para jugar en banda derecha le falta esa sutileza para el centro, también le falta esa calidad para la definición. Sin embargo, mirando las veces que ha tenido que definir desde otros perfiles que no sean desde la banda derecha, se puede observar como su porcentaje de gol sube muchísimo. Es cierto que en los últimos encuentros está fallando algunas ocasiones más de la cuenta, algo claramente debido a los nervios como él mismo ha reconocido, pero no tiene un déficit técnico en este sentido.

Para refrendar todo lo anterior, no hay más que mirar las estadísticas. La temporada pasada, en la que jugó realmente bien, jugando en banda derecha produjo apenas seis asistencias y tres goles en 32 partidos. Sin embargo jugando como delantero sus cifras ascienden a casi 0,4 goles por partido. Es decir algo más de un gol cada tres partidos, cerca del 0,5 que promedia Aduriz.

El problema que tiene Iñaki Williams ahora mismo es que pese a que la banda derecha se le queda claramente pequeña y que ya el Kuko empieza a realizar movimientos en consecuencia, no tiene acomodo sencillo como delantero centro en el Athletic actual.

Por un lado, cuando juega como delantero centro se ve en la obligación de suplir a un jugador histórico como es Aduriz. Esto ya es un problema per se, ya que para un jugador tan joven tener que competir con Aritz debe ser durísimo. Pero los problemas no se quedan ahí, y es que, además Iñaki y Aritz comparten pocas virtudes y defectos. Es por eso que cuando Williams juega como 9 parece estar completamente desconectado del juego. El sistema está preparado para tener ahí un 9 de referencia con buena recepción del juego aéreo y con capacidad para el remate de cabeza y Williams, pese a tener cierto remate y ser una pieza útil para salir en largo, no es ni mucho menos Aduriz en estas lides.

"De 9, Williams tiene la obligación de suplir a Aduriz"

Sin embargo, Williams lo que demanda es mucho más juego interior para darle la oportunidad de buscar esos desmarques a la espalda de la defensa. Algo de lo que el Athletic viene careciendo unos cuantos años. Por otra parte, cuando se llega a línea de fondo el envío favorece más a Iñaki siendo un pase raso al estilo Barça y no centro como acostumbra el Athletic.

Otra de las facetas en las que Iñaki supondría un plus, como ya ha demostrado en alguna ocasiones, es en transición defensa-ataque. Este apartado apenas está trabajado en el Athletic, que no es un equipo muy contragolpeador, y sería necesario crear un sistema para transitar de forma rápida y poder aprovechar así los espacios del rival con la velocidad de Williams. Es cierto que Ziganda ha tratado de utilizarlo buscando defender muy abajo para poder contragolpear, pero en ningún momento se ha insinuado ninguna forma trabajada para realizar está transiciones de forma efectiva.

El Athletic del futuro, tal y como está trabajando el club, deberá estar construido sobre la sociedad de Iñaki e Iker, buscando tener más juego interior y dejando las bandas para laterales largos como Lekue, De Marcos, Capa o Ganea. Aduriz no es eterno, y buscarle un reemplazo puede resultar casi imposible. Sin embargo en Williams el Athletic puede encontrar un delantero de calidad que lleve a los leones a una evolución hacía un fútbol más moderno al que nos guste o no habrá que ir adaptándose.