La llegada de Imanol ha producido varios cambios en la entidad donostiarra en todos los aspectos. Pero, sin duda, uno de ellos es en los afortunados que cada semana juegan. Desde que la Real decidió destituir a Eusebio, los minutos se han repartido mucho más. Ahora, jugadores como Pardo, Januzaj, Juanmi o Aritz tienen más minutos.
Esta situación ha propiciado que jugadores que hasta ahora eran indiscutibles hayan perdido protagonismo. Es el caso de Álvaro Odriozola. El lateral derecho de la Real, internacional con España, ha visto menguada su participación considerablemente. Y es que, de jugarlo prácticamente todo con Eusebio, ha pasado a ser el suplente de un Aritz Elustondo que está rayando a un gran nivel.
Aritz brilla
Todo comenzó en Ipurúa. Allí, Alguacil apostó por ambos jugadores en la alineación. Elustondo jugó de lateral y Odriozola adelantó su posición a la de extremo derecho durante los 90 minutos. Sin embargo, el plan no terminó de funcionar. Álvaro no se encontró cómodo en esa nueva posición y no pudo sorprender llegando desde atrás como acostumbra.
Tras ese partido, se perdió las victorias ante el Girona por 5-0 y ante Las Palmas a domicilio por lesión. La siguiente jornada, en la goleada al Atleti en Anoeta, estuvo en el banquillo, pero no llegó a disputar ningún minuto. Aritz, por su parte, había cuajado tres grandes partidos, ayudando al equipo en defensa para dejar la portería a cero en cuatro encuentros consecutivos.
Un mal día
Odriozola volvió a la titularidad en la mala tarde de Málaga. Los realistas, que llegaban en un gran momento de forma, perdieron ante un colista ya descendido dando una pobre imagen. Con siete cambios en la alineación, lo cierto es que algunos jugadores salieron mal parados.
En el derbi, Imanol volvió a apostar por Aritz, dejando clara su preferencia por la solidez defensiva que aporta este antes que por la baza en ataque que supone tener a su compañero en el campo. Ahora, con Elustondo lesionado, es el momento de que Odriozola recupere su sitio en un partido trascendental. Sevilla, y quién sabe si Europa, esperan.