"Todo es más fácil como jugador". Esta fue una de las frases que más resonó en la rueda de prensa de Zinedine Zidane que se celebró este martes en la ciudad deportiva del Real Madrid. Quizá por este motivo se debe valorar como una hazaña histórica lo que está consiguiendo el técnico francés al mando del conjunto blanco. Un entrenador que venía de dirigir al Castilla y que se acababa de sacar el título, se ha vuelto a plantar en una final de Champions después de haber alzado las dos anteriores.
"Nadie puede decir que el Liverpool tiene más hambre que nosotros"
Porque "es muy difícil jugar una final, dos es muy duro y tres una auténtica locura". Así de contundente se mostró Toni Kroos cuando entró a valorar el trabajo de Zidane en el vestuario. Parece que se ha convertido en habitual que el Madrid llegue a las finales de Champions y las gane. Parece que se ha convertido en habitual que cuando suena el himno de la Champions uno solo piense en el Real Madrid. Porque 13, las mismas Copas de Europa que pueden conseguir los merengues si ganan al Liverpool, son los mismos años que estuvo este mismo club sin ganar una. Y por ello no hay que considerar habitual lo que está viviendo este Real Madrid.
"Antes había un vestuario dividido y ahora hay un ambiente buenísimo". La mano del francés ha sido clave para unir las piezas de un puzzle destrozado. La gestión del grupo de Zidane ha sido, desde el primer día, uno de los puntos fuertes de este Real Madrid. Entrenar todos los días al lado de uno de los mejores futbolistas de la historia no es cualquier cosa. Escuchar las charlas de un jugador que lo ha ganado todo tiene que sonar como una sinfonía de Vivaldi. Su mensaje caló en el vestuario desde el día uno y así lo reconoció una de las voces más importantes de este, el capitán. Sergio Ramos conoce de primera mano lo difícil que es ganar una Champions. Fue el héroe de 'La Décima' y para conseguirla estuvo casi diez años detrás de ella. Ahora, acumula dos más en su palmarés, con opción a una tercera, y todo esto con Zidane como entrenador.
"Mis padres me enseñaron a ser siempre positivo"
Y es que, dirigir a un equipo como el Real Madrid no es nada fácil. Zidane siempre lo ha llevado con esa naturalidad que le caracteriza, pero en el Open Media Day dejó ver sus primeros síntomas como humano que, aunque muchos no lo crean, también es. "De vez en cuando me duele la cabeza. Decir que no sería mentir. Todos los jugadores son muy buenos y es difícil meter a unos y no a otros. Sabes que tienes a tres o cuatro muy importantes en el banquillo y que te pueden resolver el partido". La presión que gira entorno al Real Madrid es abrumadora. Es difícil de comprender a aquellos que dicen que si los blancos ganan la Champions su temporada se convierte en un éxito y que si la pierden en todo un fracaso. Para llegar hasta el final del camino hay que solventar una serie de obstáculos que tienen nombres propios. Este año han sido algunos como el PSG, la Juventus o el Bayern de Múnich. Todos ellos campeones de sus ligas y con opciones siempre de levantar una 'Orejona'.
Humilde. Porque Zidane es un tipo humilde. Tiene que ser difícil mantener los pies en la tierra cuando todo lo que supone estar cerca del Real Madrid son elogios cuando haces las cosas bien. "Yo no soy el mejor entrenador tácticamente, pero tengo otras cosas. Tengo la pasión y 18 años de mi vida conviviendo en vestuarios". Vestuarios que conformaban leyendas como Nedved o Del Piero. Henry, Vieira, Ronaldo Nazario y David Beckham. Son solo algunos, pero suficientes, para hacerse una idea de lo que ha sido la carrera de Zinedine Zidane. Sabe de lo que habla, aunque quiera decir que no es el mejor tácticamente. Quizá esa pasión que tiene por el fútbol es la llave que abre la caja de sus éxitos y lo que le está ayudando a seguir haciendo historia.